Los ciclistas se abrazan a los critériums para optar a un 'prize money' de más de 300.000 euros

El ciclismo no es el primer deporte que a un consumidor le viene a la cabeza cuando se habla de entretenimiento y espectáculo. Sin embargo, hace tiempo se buscó un tipo de prueba más atractiva, los critériums. Desde la década de los 50 del siglo pasado, estas pruebas disputadas en pequeños circuitos urbanos han ido sumando popularidad hasta mantenerse en el calendario como una visita fija para buena parte del pelotón internacional. La mayoría se celebran después de grandes vueltas como el Giro d’Italia o el Tour de Francia, y su principal aliciente es la bolsa de premios que permite la participación de los mejores ciclistas.

De hecho, el vencedor de este tipo de competiciones puede llegar a cobrar incluso más dinero del que recibirían por hacerse con una victoria de etapa en el Tour de Francia. ¿Cómo se puede lograr, si no, que un Alejandro Valverde recién retirado decida alargar unos días su temporada para acudir a la otra punta del mundo a una prueba de solo un día?

La respuesta, por tanto, está en la bolsa de premios. Los ciclistas profesionales optan a aproximadamente 10.000 euros en muchas de las cerca de 30 pruebas que se incluyen bajo la categoría de la Unión Ciclista Internacional (UCI), Crtp Critérium Pro. Es decir, un prize money de alrededor de 300.000 euros que se ha visto engordado en los últimos años con la llegada de nuevos destinos al calendario.

Pese a que países con gran tradición ciclista, como Francia, Países Bajos o Italia, son los que concentran la mayoría de estos eventos, en los últimos años el mercado asiático se ha hecho un hueco en el calendario de la mano de ASO. El gigante francés de eventos deportivos y dueño del Tour de Francia organiza desde 2017 el Critérium de Saitama (Japón) y el de Shanghái (China). A ellos añadió en 2022 el Critérium de Singapur.

En los últimos años el mercado asiático se ha hecho un hueco en el calendario

Esto supone también una oportunidad para ASO para contribuir a la expansión de su principal carrera, el Tour de Francia, en el continente asiático. Esto es así, porque los tres eventos cuentan con el naming de la ronda gala y se celebran entre octubre y noviembre, semanas después de que la temporada ciclista haya llegado a su fin.

Es decir, no se solapan con ninguna otra prueba del calendario UCI lo que le garantiza mayor exposición mediática y, por ende, un mayor retorno económico. Pese a ello, ASO no especifica en sus cuentas anuales los ingresos generados por estas pruebas, que en el caso de Shanghái coorganiza junto a Activation Group y, en el de Singapur, junto a TEG Entertainment.

“El Tour de Francia y sus campeones son, naturalmente, los mejores embajadores para llegar al público. Cada vez hay más ciclistas aficionados en Singapur, y el país se ha esforzado mucho por desarrollar el ciclismo como deporte”, explicaba Brendon Bainbridge, director regional en Asia de TEG Entertainment.

Ofensiva de Madrid

La tradición española en el mundo de los critériums no se queda atrás del resto de países del continente, aunque la mayoría de pruebas que se comenzaron a organizar hace unas décadas han desaparecido del calendario. Madrid ha sido una de las últimas en sumarse a la lista de ciudades que albergan este tipo de eventos.

El Madrid Criterium está en la órbita de la dueña del Giro d’Italia, RCS Sports, y contó el pasado diciembre con la presencia de Tadej Pogacar, Juan Ayuso o Carlos Rodríguez, entre otros ciclistas de renombre, en la que fue su primera edición.

“Nunca se puede disfrutar de los ciclistas en vivo durante un tiempo largo, como dos horas. Lo habitual es verlos pasar unos segundos. Algo como esto faltaba a una ciudad de deporte como Madrid. La idea es que el ciclismo vuelva a Madrid parándose en la calle”, asegura su responsable, Franco Morelli.