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Las eléctricas barajan romper contratos a sus clientes por el impuesto del Gobierno
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Recurrirá en la primera liquidación

Las eléctricas barajan romper contratos a sus clientes por el impuesto del Gobierno

Fuentes al tanto de la situación de las grandes utilities aseguran que no pueden mantener algunos contratos porque el nuevo gravamen los mete en pérdidas. Sostienen que el tipo efectivo de sociedades del grupo pasará del 25% al 50%

Foto: Sede de Endesa. (Cedida)
Sede de Endesa. (Cedida)
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Grandes eléctricas como Endesa, la utility con más clientes de España (más de 10 millones), se están planteando romper contratos firmados con sus clientes, según detallan fuentes del sector al tanto de la situación.

Tal y como señalan dichas fuentes, el gravamen sobre el 1,2% de sus ingresos, que acaba de implantar el Gobierno de PSOE y Unidas Podemos, ejerce una presión sobre algunos contratos que los deja en pérdidas, por lo que se ven obligados a transformar esos contratos cuanto antes. Es decir, a renegociarlos al alza para evitar los números rojos o bien rescindirlos si el cliente no está de acuerdo con la subida.

Foto: El presidente de Paradores de España, Pedro Saura. (EFE/Carlos Almeida)

Tanto Endesa como otras grandes eléctricas como Iberdrola suelen incluir en la letra pequeña de los contratos que cualquier modificación regulatoria, y, por tanto, ajena a su voluntad, les permite poder cambiar las condiciones del contrato y en caso de que el cliente no esté de acuerdo resolver el mismo.

Esto ya lo plantearon Endesa e Iberdrola, que suman más de 20 millones de contratos de los 30 millones que hay en total en España, cuando el Gobierno quiso forzarles a vender su energía inframarginal (renovables y nuclear) en una subasta. Según señalaron entonces, toda su energía ya estaba vendida y para celebrar esta puja hubieran tenido que resolver contratos. De hecho, así lo especificó Iberdrola a sus clientes en la letra pequeña.

Dichas subastas no se celebraron antes del 31 de diciembre de 2021, como planteaba el Real Decreto-ley 17/2021. Tampoco se han celebrado durante 2022, como aseguró que se haría la secretaria de Estado de Energía, Sara Aagesen, en una entrevista con El Periódico de la energía. La razón que esgrimen, según fuentes al tanto, es precisamente que las eléctricas romperían contratos.

Foto: Pedro Sánchez conversa con el presidente de Iberdrola. (EFE/Borja Puig De La Bellacasa)

Ahora sucede algo similar con el nuevo gravamen. Fuentes al tanto de la situación de las grandes eléctricas aseguran que el tipo efectivo que pagarán en el impuesto de sociedades va a pasar del 25% al 50%. Estas fuentes señalan que Endesa recurrirá este gravamen en la primera liquidación, que es cuando jurídicamente puede hacerlo. La multinacional propiedad de la italiana Enel ya advirtió a finales de noviembre a sus inversores de que el nuevo impuesto tendrá un impacto de unos 300 millones de euros, aproximadamente, para la compañía. Que esto provocará un aumento de su deuda y una caída de su ebitda.

Por otro lado, el Gobierno ha amenazado con que la CNMC impondrá fuertes multas si las compañías deciden trasladar el tributo. Pese a ello, el think tank Fedea aseguraba a finales de diciembre que es muy difícil que se pueda demostrar si las energéticas repercuten el gravamen a los clientes. También la vicepresidenta tercera, Teresa Ribera, máxima autoridad en materia energética, llegó a dudar de su eficacia precisamente porque podría acabar siendo trasladado a los clientes finales. El BCE llegó a decir que los bancos, el otro sector al que aplica el tributo, tenían derecho a imputárselo a sus clientes.

Foto: Pedro Sanchez conversa con la presidenta del Santander, Ana Patricia Botín, y el presidente de Iberdrola, José Ignacio Sánchez Galán. (EFE/Mariscal)

Las eléctricas creen que si ya tienen capado en 67 euros por MWh el precio al que pueden vender su energía inframarginal, no pueden tener beneficios caídos del cielo, por lo que el nuevo tributo, que grava el 1,2% de sus ingresos, es injusto. Otras firmas como Iberdrola o Cepsa ya plantearon que recurrirán este impuesto, que aplica desde el 1 de enero.

El Gobierno rechaza este planteamiento y señala que los elevados ingresos de las empresas, unidos al bajo gasto en personal respecto de su valor añadido, les permite generar unos beneficios extraordinarios en parte gracias a la crisis energética, por lo que creen que el gravamen está totalmente justificado.

Grandes eléctricas como Endesa, la utility con más clientes de España (más de 10 millones), se están planteando romper contratos firmados con sus clientes, según detallan fuentes del sector al tanto de la situación.

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