Alcaraz, el emperador de la banca comercial, se queda sin trono

"Que Dios me conceda serenidad para aceptar las cosas que no puedo cambiar, valor para cambiar aquellas que puedo y sabiduría para reconocer la diferencia". Con esta frase de la Plegaria de la Serenidad se despedía Juan Antonio Alcaraz, se despedía el hasta ahora director general de Negocio de la plantilla de CaixaBank. Lo hizo a través de una carta enviada a un club selecto de directivos y profesionales de su equipo. La mayoría de ellos se enteraron ayer de su cese por la exclusiva de El Confidencial.

La frase original se atribuye a un teólogo alemán (Reinhold Niebuhr), pero el mensaje y el estilo evocan el estoicismo de las Meditaciones de Marco Aurelio. Precisamente, a Alcaraz se le ha comparado a menudo con un emperador, que hacía y deshacía a su antojo en el negocio de la banca comercial. Sobre todo en los últimos tiempos y tanto fuera como dentro de CaixaBank.

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Este banquero madrileño ha dirigido con mano firme la red de la entidad catalana, la mayor de España, desde 2011. Como un ejército perfectamente alineado, las decenas de miles de empleados de las oficinas de CaixaBank han sido una apisonadora comercial capaz de colocar productos bancarios, tecnológicos, electrodomésticos, alarmas, placas solares o lo que se preciara. Un equipo del que se quejaban sus rivales por la agresividad comercial, aunque reconociendo su superioridad. Todo ello ha sido clave para sostener la cuenta de resultados del grupo en momentos complejos como la anterior crisis financiera y los años de tipos de interés en negativo.

Estas batallas ganadas permitieron a Alcaraz ganar poder dentro de la organización catalana, hasta el punto de crear una gran estructura en su entorno y sonar en dos ocasiones para el puesto de consejero delegado, del que ha sido el principal contrapeso interno. La primera en 2014, cuando dejó la entidad el banquero que le fichó, Juan María Nin. En su lugar, fue elegido Gonzalo Gortázar, actual CEO. Y la segunda, cuando este último sonó para posible consejero delegado de Santander el año pasado. El movimiento habría supuesto un salto entre las dos entidades más grandes de España, decisión a la que habría dado el visto bueno el Banco de España, según las fuentes consultadas.

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La destitución llega sin darse ninguna mancha en la evolución del negocio. En su lugar, el consejo de la entidad catalana ha considerado que la nueva era —tipos de interés al alza— y el final de la integración de Bankia exigían un perfil (o perfiles) distinto al de Alcaraz. Las mismas fuentes señalan que el presidente, José Ignacio Goirigolzarri, ha sido clave, al apoyar a Gortazar y buscar un comité de dirección más cohesionado con el que encarar la fase que afronta el banco tras la integración de Bankia, cerrada formalmente el 31 de diciembre de 2022. Todo apunta a que, como algunos emperadores, Alcaraz ha tenido un fallo de cálculo a la hora de identificar el cambio de ciclo y la solidez de sus apoyos internos. Por su parte, Goirigolzarri y Gortázar se enfrentan al reto de que la salida del directivo no perjudique al negocio.

En este punto, la pregunta del millón en el sector financiero es qué va a hacer ahora Alcaraz. Banqueros que han trabajado con él descartan que se vaya a ir a casa con 61 años. Eso y el hecho de que su salida no se haya anunciado como una prejubilación (sino un cese) apuntan a un regreso rápido a la primera línea del mundo empresarial.

Una de las opciones sería que siguiera en alguna de las empresas del entorno de Criteria, principal accionista de CaixaBank, aunque las fuentes consultadas lo ven complicado por la brusquedad de su salida.

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Antes de fichar por CaixaBank, este banquero madrileño ya estuvo unos meses en el sector inmobiliario al frente de Astroc. Además, estuvo antes en Sabadell, Santander y Central Hispano, dentro del mundo financiero, y Arthur Andersen, dentro de la auditoría. Por ello, algunos expertos consultados por este medio apuestan por un regreso a un sector como el del ladrillo, donde no tenga incompatibilidades como pueda haber en el financiero y en el que sea más fácil encontrar un puesto acorde a su perfil.

Logros

Otra opción sería que alguna gran entidad deje libre su puesto de CEO y apueste por él. Los éxitos le avalan en la transformación de la red de CaixaBank en los últimos años, convirtiendo puntos de atención al público en centros de asesoramiento y ventas. También ha lanzado unidades especializadas como Imagin, AgroBank, HolaBank y MicroBank, y fue promotor de la filial Business Intelligence para el análisis de comportamientos de clientes con base en la explotación del dato. Otro de los hitos de la carrera de Alcaraz es la creación de CaixaBank Payments and Consumer, entidad líder en el mercado español y socia estratégica de Visa y Global Payment. A pesar de ello, su etapa en el grupo catalán ha llegado a su fin tras 15 años de liderazgo.

"Todas y cada una de las cosas llegan a su término de acuerdo con la naturaleza del conjunto", reza una de las meditaciones de Marco Aurelio. En el conjunto que desde hace casi dos años forman CaixaBank y la extinta Bankia, Alcaraz acabó siendo una figura discordante.