Iberdrola: terremoto en Recursos Humanos ante las protestas sindicales por el IPC

Ignacio Sánchez Galán ha decidido reorganizar por completo la división de Recursos Humanos después de que en las últimas semanas las principales centrales sindicales se manifestaran en las puertas de las sedes centrales de Madrid y Bilbao. El presidente de Iberdrola ha relevado de sus funciones a José Ángel Marra, un directivo histórico, y le ha dado sus atribuciones a Asís Canales, que ya asumía los departamentos de Compras y Servicios Generales. Además, ha creado una nueva dirección para fomentar el talento interno.

Según un comunicado interno, Iberdrola ha anunciado una reestructuración que afecta al área que gestiona una plantilla global de 43.000 personas. Este documento indica que, “después de presentar el 9 de noviembre en el Capital Markets Day un ambicioso plan de negocio para los próximos años, se ha adoptado la organización para priorizar el cuidado de nuestro talento interno”. Un guiño a los delegados sindicales de CCOO, UGT, ELA Y CGT que la semana pasada protestaron frente al despacho de Galán por la pérdida de poder adquisitivo ante la subida de la inflación, la congelación salarial y las nuevas calificaciones laborales.

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Al grito de 'No somos tontos', en referencia a aquella polémica declaración del presidente de Iberdrola sobre los clientes que usaban la tarifa regulada, los sindicatos echaron en cara que una compañía que va a ganar este año 4.200 millones, cuyos directivos van a percibir un bonus de más de 200 millones y cuyo consejo de administración se ha subido el sueldo un 8% niegue la actualización salarial por el aumento de los precios. El presidente ganó más de 13 millones en 2021.

La reacción del ingeniero salmantino ha sido rápida y en el comunicado señala que, “como ejemplo de esta decisión, se crea la dirección de Desarrollo de Directivos, que reportará directamente a nuestro presidente ejecutivo Sánchez Galán. En esta dirección se prestará atención especial al talento directivo que dará lugar a los responsables de Iberdrola en el futuro. La responsable será Estrella Martín Segurado”.

Martín Segurado, con cerca de 20 años en el sector eléctrico, ha sido fichada de OW Ocean Winds, la joint venture constituida en 2019 entre la portuguesa EDP Renewables y la francesa Engie. Allí era chief people & organization officer o jefa de personal y organización. Ahora, en Iberdrola, ha sido nombrada executive development, global talent & learning director.

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Además, la dirección de Recursos Humanos Global va a pasar a denominarse Personas y Organización. “Desde esta dirección se priorizará disponer de la organización y perfiles más adecuados para desarrollar nuestros planes de inversión y operación de activos en todas las geografías donde estamos y estaremos presentes”, se explica en el comunicado interno. El responsable de esta dirección será Roberto García Galán, que lleva en la compañía desde 1999.

García Galán era hasta ahora director de Recursos Humanos de Iberdrola Renovables, filial a la que accedió tras trabajar durante cerca de 15 años en Iberdrola Ingeniería y Construcción (Iberinco). Este ejecutivo se encargó de desmontar esta subsidiaria del holding energético después de una serie de escándalos de corrupción que provocó la destitución de varias de sus cúpulas ejecutivas y una sanción del Banco Mundial.

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Pero por encima de García Galán está desde estos momentos Asís Canales, que releva a José Ángel Marra, al que se ha enviado a Iberdrola Renovables, al considerar que la estructura de calificaciones salariales y laborales puesta en marcha bajo su mandato ha llevado a este enfrentamiento con los trabajadores. Galán promociona así a Canales, que ya es responsable de Servicios Centrales y Compras, cuyo director global es Ignacio Sánchez Galán García-Tabernero, el hijo del presidente, tras su último ascenso la pasada primavera. Canales, por tanto, asume una nueva responsabilidad en la casa con el objetivo de lograr la paz sindical.

Un asunto vital para el próximo Plan Estratégico 2022-2025, para el que Galán ha fijado el ambicioso reto de invertir cerca de 47.000 millones y obtener un beneficio de 5.400 millones de euros, importe que irá destinado en hasta un 75% a retribuir a los accionistas. Hasta el momento, el presidente siempre ha conseguido que Iberdrola supere los objetivos comprometidos con los inversores.