Santander apoya el plan de alivio hipotecario a falta de algunos ajustes técnicos
El CEO del grupo español reconoce que las medidas anunciadas por el Gobierno impactan en provisiones y pide cambios técnicos para que no expulse del sistema a algunos clientes
El rescate a los hipotecados anunciado por el Gobierno este lunes a medianoche todavía no está cerrado. Así lo ha explicado el consejero delegado de Santander, José Antonio Álvarez, tras su participación en unas jornadas financieras organizadas por Deloitte.
"Vemos elementos" en los que tiene que haber cambios y que impactarán más "en provisiones y consumo de capital", en función de cómo se hagan. Entre ellos, los plazos que el Gobierno quiere fijar en las extensiones de los créditos y detalles de las refinanciaciones.
El número dos de Santander explica que, en función de los cambios que se realicen, firmarán o no el protocolo anunciado por el Gobierno, ya que "nuestro objetivo es que el mercado hipotecario sea sano y sólido a futuro, si no, no firmaremos".
Para Álvarez, la clave está en que la letra pequeña del protocolo puede marcar que las hipotecas que se beneficien de estas medidas sean clasificadas en Stage 2 (créditos bajo vigilancia) o Stage 3 (dudosos), y alerta del riesgo de que sea en esta última denominación: "Hay un problema de fondo, una vez que un cliente se clasifica en Stage 3 tiene un problema a futuro, y es que no tiene acceso al crédito. Y esto es un tema que tenemos que cuidar, y ahí es donde estamos tratando de negociar".
Letra pequeña
El plan del Gobierno, que beneficiará a más de un millón de hogares, incluye tres tipos de ayudas: para hogares vulnerables (ingresos de hasta 25.200 euros) que tienen problemas para pagar la hipoteca, para las clases medias que podrían entrar en esta categoría (rentas de hasta 29.400 euros) y facilidades para el resto a la hora de amortizar anticipadamente la hipoteca y convertirla de tipo variable a fijo.
Economía ha presionado en las últimas semanas para bajar los listones necesarios para acogerse a las ayudas y que entren más beneficiarios. Los bancos se quejan del impacto que esto tendrá en sus balances y provisiones, y recuerdan que el Gobierno ya ha aprobado un impuesto que les va a restar entre 3.000 y 4.000 millones en dos años y que el Banco Central Europeo (BCE) ha acabado con los beneficios caídos del cielo.
En esta línea, el consejero delegado de CaixaBank, Gonzalo Gortázar, ha afirmado que el sector financiero ya paga muchos impuestos. En el caso del grupo catalán, 5.000 millones en los últimos años con un tipo del 30%.
Su homólogo en Unicaja Banco, Manuel Menéndez, se ha mostrado de acuerdo con Álvarez en que la banca tiene que discutir con el Gobierno algunos cambios técnicos y ha insistido en que lo importante es que los clientes no tengan problemas.
Sabadell también prevé adherirse
El consejero delegado de Banco Sabadell, César González-Bueno, ha afirmado que su entidad tiene previsto adherirse al acuerdo para hipotecados negociado con el Gobierno, a falta de conocer los últimos detalles técnicos, según ha trasladado a los periodistas tras su intervención en el XXIX Encuentro del Sector Financiero, organizado por Deloitte y 'ABC'.
Ha defendido que todas las entidades financieras quieren evitar que los hipotecados se vean perjudicados y ha señalado que, en el contexto actual de subida de tipos y de aumento de los costes esenciales para la vida, es necesario tener "una sensibilidad muy especial". "A ningún banco le interesa quedarse con una casa y a ningún banco le interesa que sus clientes no puedan hacer frente a sus pagos", ha zanjado González-Bueno.
El rescate a los hipotecados anunciado por el Gobierno este lunes a medianoche todavía no está cerrado. Así lo ha explicado el consejero delegado de Santander, José Antonio Álvarez, tras su participación en unas jornadas financieras organizadas por Deloitte.