Las renovables y el cierre de las térmicas impulsan el talento sénior a través de la formación

Las cifras no dejan lugar a dudas. Solo en 2021, el sector de las renovables registró 12,7 millones de empleos en todo el mundo, un 5,5% más que el año anterior. Los datos del informe Renewable Energy and Jobs: Annual Review 2022, elaborado por la Agencia Internacional de Energías Renovables (IRENA) y la Organización Internacional del Trabajo (OIT) avalan el auge del sector, reflejando el avance de la llamada transición verde. Y aún hay más.

El documento apunta a la solar fotovoltaica como una de las principales generadoras de puestos de trabajo. De hecho, a lo largo de 2021, un tercio de todos los registrados en el ámbito de las energías verdes a nivel mundial —4,3 millones— correspondió al subsector fotovoltaico y las previsiones son optimistas. Así lo avala también el Informe Anual UNEF 2022 según el cual, solo en España, este tipo de renovable generó de manera directa o indirecta un total de 90.742 empleos el pasado año (31.850 más que el año anterior).

La energía solar fotovoltaica generó en España de manera directa o indirecta 90.742 empleos el pasado año, 31.850 más que el año anterior

Técnicos en proyectos, ingenieros de diseño, especialistas en integración de tecnologías de almacenamiento… Las renovables no solo generan empleo. La formación es clave para el éxito de la transición energética y es que, al tiempo que avanzan las energías verdes, lo hace la demanda de profesionales cualificados. “La formación no solo es importante, es fundamental. Hoy en día no entras en la industria a no ser que hagas ciertos cursos”. Es la opinión de Emilio Segura. A sus 51 años, este antiguo transportista es hoy uno de los profesionales que trabaja en el desmantelamiento de la central térmica de Carboneras (Almería), realizando lo que se conoce como descalorifugado; esto es, la retirada del aislamiento térmico que tenían las paredes de la central.

Pero también es una de las cerca de 2.300 personas que, en los últimos cinco años, se han formado en el sector a través de los cursos impartidos por Endesa, a través de su filial renovable Enel Green Power España. Desde que en 2018 comenzaran las formaciones en aquellas zonas donde la compañía tiene instalaciones o se están desarrollando proyectos de transición justa, la oferta ha abarcado desde la operación y el mantenimiento de instalaciones hasta el montaje de paneles solares, pasando por cursos vinculados al desmantelamiento de las centrales térmicas como el de desmontaje de instalaciones industriales.

Para Segura, cansado de la vida en la carretera e inquieto por naturaleza, el cambio de vida que le ha permitido su paso por los cursos que realizó la pasada primavera es “muy positivo” y, como él mismo reconoce: “Veo un futuro más estable aquí”. Esa visión de las renovables como una apuesta de futuro también la comparte José Manuel Graña (50 años) que, el pasado mes de junio, participó en el curso de Operación y Mantenimiento organizado en Alcudia (Mallorca), asociado al parque solar de Biniatria del mismo municipio. Las sesiones online —cuatro días a la semana— le permitieron compaginar la formación con el ciclo formativo de grado superior que está a punto de concluir y, por si todo ello no fuera suficiente, también con su actividad profesional en mantenimiento en el sector de la hostelería.

“Ya en el año 2011 hice un grado superior de energía solar térmica y eficiencia energética. Siempre me ha gustado mucho el tema del medioambiente (...) y creo que la fotovoltaica ha venido para quedarse. Para mí son una pasión y un futuro”, confiesa el mallorquín. Su participación en el curso organizado por la compañía energética le ha permitido entrar a formar parte de la bolsa de empleo. Aunque, en la actualidad, está haciendo prácticas en una ingeniería, lo que le ha permitido conocer de cerca el incremento del interés por “el tema de las energías renovables”.

Tanto Emilio como José Manuel han encontrado así una salida profesional que les permite poner su talento sénior al servicio de la transición energética y reivindican su valor como activos del mercado laboral. “Para ciertos trabajos físicos hay muchos prejuicios. Parece que a ciertas edades no se rinde de la misma manera, pero afortunadamente me conservo muy bien. Es la pescadilla que se muerde la cola, quieren experiencia, pero gente joven; y eso es complicado”, apunta Segura quien, por otro lado, pone el acento en todo lo positivo que pueden aportar trabajadores como él: “Sobre todo aportamos experiencia, ya no en un trabajo en concreto, sino en saber trabajar, organizar, en conocer la importancia del orden, saber aceptar órdenes, trabajar en equipo…”.

Una apuesta de futuro

El cierre de las centrales térmicas está teniendo un impacto en el empleo y la actividad de las zonas afectadas, un efecto que administraciones y compañías implicadas tratan de minimizar aprovechando el impulso a las renovables. La formación se ha convertido así en un factor determinante para rescatar del desempleo a quienes, como Emilio y José Manuel, buscan una opción de futuro participando de la transición verde.

La colaboración con los ayuntamientos —encargados de la selección de los participantes en las formaciones dando prioridad a los empadronados en la zona y a los desempleados—, así como la premisa de Enel Green Power España a las empresas con las que trabaja para que maximicen la contratación de mano de obra local están siendo otros factores determinantes.

La empresa prevé cerrar el año con 1.333 personas más formadas. Del mismo modo, su Plan Estratégico para el periodo 2021-2023 contempla un crecimiento de un 30% en su parque de energías renovables, un aumento que supondrá una inversión de 3.300 millones (un 20% más que en el plan anterior) para añadir 3.900 MW de capacidad, con los que el 89% de la producción peninsular de electricidad estará libre de emisiones de CO₂ a final de 2023.