El Gobierno descarta construir un único cementerio nuclear pese al sobrecoste de 2.100 M
El Ministerio para la Transición Ecológica opta por poner en marcha siete almacenes de residuos nucleares individuales en cada una de las centrales atómicas en lugar de construir un almacén temporal centralizado (ATC), más económico
El Ministerio para la Transición Ecológica ha optado por enterrar los residuos nucleares que generan las siete centrales atómicas españolas en cementerios individuales localizados junto a las plantas de generación eléctrica.
De esta manera, descarta seguir adelante con el proyecto de construir un gran almacén temporal centralizado (ATC) que acumule la basura radiactiva de todos. La elección del Gobierno supone un coste extra de 2.100 millones de euros, según cálculos que detalló el propio Ejecutivo cuando sacó a consulta pública el séptimo Plan General de Residuos Radiactivos, en abril de este mismo año. Con ATC, el coste previsto era de 24.435 millones de euros. La otra alternativa supone un coste de 26.560 millones de euros. Enresa es la empresa encargada de desarrollar el plan que elabora el Ejecutivo. Las empresas eléctricas pagan una tasa a Enresa para costear el desmantelamiento.
Ahora, una vez que el plan ha sido sometido al análisis y toma en consideración de las alegaciones formuladas en el trámite de audiencia pública, el Ejecutivo ha solicitado informes necesarios para su aprobación tanto al Consejo de Seguridad Nuclear como a las comunidades autónomas, que se tendrán que pronunciar en materia de ordenación del territorio y medio ambiente.
Llegados a este punto, el Gobierno confirma el cierre ordenado de las centrales nucleares entre 2027 y 2035, tal y como estaba previsto en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC). Durante este año, con los precios de la electricidad en máximos, el Partido Popular pidió considerar este calendario de cierre y estudiar la posibilidad de ampliar la vida útil de las centrales.
El plan de residuos también contempla el traslado del combustible gastado desde los almacenes individuales contiguos a las plantas atómicas hasta un almacenamiento geológico profundo para su enterramiento definitivo.
Con este planteamiento, el Gobierno entierra definitivamente el proyecto de almacén temporal centralizado (ATC) que desde la década pasada se proyectó en Villar de Cañas, en Castilla-La Macha. El actual Gobierno de PSOE y Unidas Podemos ya decidió parar el proyecto en 2020. Dos años más tarde no ha encontrado otra ubicación más viable. La falta de consenso político al respecto ha truncado este proyecto que se empezó a tramitar en 2010.
El Ministerio para la Transición Ecológica ha optado por enterrar los residuos nucleares que generan las siete centrales atómicas españolas en cementerios individuales localizados junto a las plantas de generación eléctrica.
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