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Repsol abre la puerta a invertir más en EEUU si hay impuesto a las energéticas en Europa
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En los nueve primeros meses del año

Repsol abre la puerta a invertir más en EEUU si hay impuesto a las energéticas en Europa

La compañía presidida por Antonio Brufau obtuvo un beneficio neto de 3.222 millones de euros en los nueve primeros meses del año, un 66% más que en el mismo periodo de 2021

Foto: Junta de accionistas de Repsol. (EFE/Ballesteros)
Junta de accionistas de Repsol. (EFE/Ballesteros)

El consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz, ha advertido de que el impuesto que pretende imponer la Unión Europea a los denominados beneficios extraordinarios obtenidos por las empresas de combustibles fósiles "crea un germen de duda" en la capacidad para invertir en la transformación del sector, y abrió la puerta a destinar más inversiones a Estados Unidos, debido, en su opinión, a la mayor estabilidad regulatoria en este país.

Al igual que el pasado mes de julio, el directivo volvió a aprovechar la conferencia con analistas para presentar los resultados trimestrales para mostrarse en contra del impuesto que los países de la Unión Europea quieren imponer a las energéticas por los denominados beneficios extraordinarios. Así, el ejecutivo de Repsol insistió en que la industria "no es un negocio regulado" y que, por tanto, no cuenta con beneficios extraordinarios. Asimismo, aseguró que las ganancias actuales "no compensan las pérdidas acumuladas" en los últimos años derivadas de los ajustes de activos para ser cero emisiones netas y de los impactos por la pandemia del covid-19.

Foto: Foto: EFE/Maxim Shipenkov

En el caso concreto de España, el Ejecutivo y sus socios de Gobierno tramitan ya en el Congreso de los Diputados un impuesto temporal y extraordinario para gravar con un 1,2% las ventas de las energéticas con unos ingresos superiores a los 1.000 millones anuales. Sin embargo, Bruselas plantea gravar únicamente los beneficios extraordinarios de las empresas del sector del petróleo, el gas, el carbón y la refinería a través de una denominada tasa de 'solidaridad', mientras que para las eléctricas apuesta por la fijación de tope máximo de 180 euros/MWh del precio para las tecnologías inframarginales, las que producen electricidad por debajo de las productoras de ciclo combinado de gas como las renovables o la nuclear, pueden vender la electricidad en el mercado mayorista ('pool').

Además, Imaz puso en valor las apuestas regulatorias de Estados Unidos, frente a las de Europa, como foco para atraer a los inversores, y destacó que la nueva Ley de Reducción de la Inflación es "más inclusiva, confiando en la neutralidad tecnológica y la diversificación como la mejor vía".

De todas maneras, no quiso precisar si la energética se plantea dirigir más sus inversiones hacia Estados Unidos, donde ya cuenta con una amplia presencia en renovables tras la adquisición del 40% de Hecate Energy en 2021 y un importante plan de crecimiento, en detrimento de Europa, y subrayó que "surgirán oportunidades" tanto en España, en Europa como en Estados Unidos. Lo que sí indicó es que las inversiones se harán bajo los parámetros de "crear valor para los accionistas" y si se da una oportunidad real de invertir y crear valor en el negocio.

Dispara su beneficio un 66%

La compañía presidida por Antonio Brufau obtuvo un beneficio neto de 3.222 millones de euros en los nueve primeros meses del año, cifra un 66% superior a los 1.939 millones del mismo periodo del ejercicio pasado, según ha informado la compañía, que acelerará con ello la hoja de ruta de su política de dividendos, lo que hace que haya subido un 4,97% en bolsa este jueves.

El resultado neto ajustado —que mide el desempeño de los negocios— se situó en 4.564 millones de euros a cierre de septiembre, casi triplicándose con respecto a hace un año. Cerca del 60% provino del negocio internacional, cuyo principal exponente es el área de Upstream (exploración y producción), que obtuvo un resultado de 2.431 millones de euros en el periodo impulsado por los precios de los hidrocarburos.

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Repsol destacó que esta senda de recuperación le está permitiendo "compensar parcialmente las pérdidas de los ejercicios 2019 y 2020, de más de 7.100 millones de euros", derivadas de los ajustes de activos para ser cero emisiones netas y de los impactos por la pandemia del covid.

El consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz, destacó que el grupo "ha dado pasos de gran relevancia para impulsar su transformación, su perfil multienergético y descarbonizado", destacando en este sentido las alianzas con socios estratégicos cerradas en los últimos meses para sus negocios de Upstream y Renovables como "fundamentales" para seguir avanzando en sus objetivos y potenciar áreas clave.

Foto: El presidente de Repsol, Antonio Brufau. (EFE/Luis Tejido)

En lo que respecta al dividendo, el grupo aumentará hasta 0,35 euros brutos por acción la retribución en efectivo que se distribuirá a los accionistas el próximo mes de enero, al tiempo que el consejo de administración propondrá a su junta general ordinaria de accionistas del próximo año un pago complementario de otros 0,35 euros brutos por acción. Así, la remuneración efectiva en 2023 de Repsol para sus accionistas aumentará un 11%, hasta los 0,70 euros brutos por acción —frente a los 0,63 euros de este año—, con lo que la compañía adelantará el objetivo de retribución previsto en su plan estratégico para el año 2024.

Anticipa su objetivo de recompras

A ello hay que añadir la recompra de acciones, otra forma de retribuir a sus accionistas. En este sentido, el grupo anticipará en tres años su objetivo de recompra y amortización de acciones, de manera que está previsto alcanzar a finales de este ejercicio los 200 millones de títulos amortizados establecidos para todo el periodo 2021-2025. Para ello, la energética pondrá en marcha un nuevo programa de recompra que le permitirá amortizar los 50 millones de acciones que quedan para lograr este objetivo plurianual.

A este respecto, Imaz puso en valor el ofrecer una retribución "atractiva" para los accionistas, adelantando sus compromisos estratégicos e "incrementando el valor para los más de 500.000 inversores" de la compañía.

Foto: El CEO de Repsol, José Jon Imaz. (EFE/David fernández)

Asimismo, la fuerte generación de caja operativa de la compañía permitió a Repsol llevar a cabo una importante reducción de la deuda neta, que cerró septiembre en 2.181 millones de euros, lo que supone un descenso de 3.581 millones de euros respecto a la registrada al inicio del presente ejercicio. Por su parte, la liquidez del grupo se incrementó a cierre del pasado mes de septiembre hasta los 12.426 millones de euros, suficiente para cubrir 4,81 veces los vencimientos de deuda a corto plazo.

En lo que se refiere a las inversiones, principalmente centradas en la península ibérica, se elevaron un 47% en los nueve primeros meses del año con respecto al mismo periodo de 2021, hasta los 2.397 millones de euros. Asimismo, Repsol ha destinado más de 2.000 millones de euros en los nueve primeros meses del año a incrementar sus inventarios para garantizar el suministro en España.

El negocio industrial, donde la energética ha realizado desde 2008 inversiones en refino que rondan una media de 1.000 millones de euros anuales, mientras que en Europa se reducía la capacidad de refino, arrojó un beneficio de 2.031 millones de euros en el periodo, impulsado por los márgenes del refino que, a pesar de su alta volatilidad, registraron valores medios muy por encima de los de ejercicios anteriores.

Provisiones por deterioro de sus refinerías

No obstante, a pesar del actual momento positivo del negocio de refino, Repsol decidió registrar provisiones por deterioro en el valor contable de sus refinerías, cuya rentabilidad y competitividad a largo plazo quedarían impactadas en caso de no corregirse aspectos como la inseguridad del entorno de negocio y la presión regulatoria y fiscal en Europa. Estas provisiones suponen la mayor parte de los resultados específicos del periodo enero-septiembre, que se situaron en -2.086 millones de euros.

Además, la compañía, ante la tensión de precios por el escenario internacional, ha mantenido descuentos en carburantes desde el pasado mes de marzo, con más de 300 millones de euros de ahorro para sus clientes. Esta decisión explica el descenso hasta los 373 millones de euros del resultado del área de Comercial y Renovables.

Por otra parte, la actividad desarrollada por Repsol le llevó durante los primeros nueve meses del año a realizar una contribución fiscal de más de 11.800 millones de euros en los países donde está presente, de los cuales más del 70% se pagaron en España.

El consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz, ha advertido de que el impuesto que pretende imponer la Unión Europea a los denominados beneficios extraordinarios obtenidos por las empresas de combustibles fósiles "crea un germen de duda" en la capacidad para invertir en la transformación del sector, y abrió la puerta a destinar más inversiones a Estados Unidos, debido, en su opinión, a la mayor estabilidad regulatoria en este país.

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