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Tras la pista del Ferrari embargado de Díaz Ferrán tras el cambiazo por una Berlingo
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Tras la pista del Ferrari embargado de Díaz Ferrán tras el cambiazo por una Berlingo

Una multa por ir a 142 km/h, varias sanciones por aparcar mal y un seguro de diez días a nombre de un ciudadano rumano en busca y captura. Los indicios apuntan a que el vehículo está ya lejos de España

Foto: Ferrari Sessanta de Díaz Ferrán. (EC)
Ferrari Sessanta de Díaz Ferrán. (EC)

La Audiencia Nacional está cerca de poner el sello a uno de los robos del año, digno de película. Aunque no como sede judicial, sino como víctima. El tribunal no localiza desde hace casi cuatro meses dos coches deportivos que ordenó embargar en 2014 al empresario Gerardo Díaz Ferrán: un Ferrari Sessanta y un Rolls-Royce Phantom, que en su día estuvieron valorados en 700.000 euros. Estos dos automóviles son parte de los activos con que compensar a los antiguos acreedores de las empresas de Díaz Ferrán, entre las que figuraban Marsans y Air Comet.

Una de las pocas noticias que se han tenido del Ferrari desde entonces es que fue 'cazado' por un radar madrileño a 142 km/h, cuando supuestamente estaba requisado en una nave de Valencia. Y, por si fuera poco, con una supuesta avería electrónica que le impedía desplazarse.

Foto: El empresario Gerardo Díaz Ferrán, en 2009, mientras presidía la CEOE. (EFE/Ballesteros)

El descubrimiento tuvo lugar el pasado 16 de junio en una visita de varios policías al polígono de Riba Roja de Turia (Valencia), donde los coches en teoría estaban desde 2014. Como publicó este medio, en lugar de los dos deportivos encontraron "material de jardinería, dos carretillas elevadoras, así como un turismo marca Citroën, modelo Berlingo HDI 90".

Semejante sorpresa llevó a la Policía Nacional a iniciar un análisis cuyo resultado se envió a la Audiencia el pasado 23 de septiembre. No son los únicos, también hay un tribunal de Valencia investigando el robo sufrido en el polígono de Riba Roja de Turia, donde abrir un candado era el único peaje a superar para quien quisiera llevarse los coches de lujo.

Los policías advierten en su informe de que, hasta el momento, "no se ha encontrado documentación que coadyuve en el esclarecimiento del paradero de los vehículos" y deja indicios de que el Ferrari y el Rolls-Royce podrían estar ya lejos de nuestras fronteras.

Sin noticias desde 2019

Una de las pocas pistas apunta a que el Rolls-Royce estuvo asegurado durante los últimos 10 días de 2018 a nombre de un ciudadano con nacionalidad rumana, que según el documento judicial está en búsqueda y captura desde mediados de 2019 por "trata de seres humanos".

En el caso del Ferrari, la información conduce a un taller de Móstoles, a cuyo nombre estuvo asegurado entre mediados de 2019 y 2020: Slam Móstoles. Contactados por los policías, sus propietarios explicaron que el coche llegó en grúa desde Valencia y que no pudieron realizar ningún arreglo porque el fallo estaba en la centralita electrónica, algo que solo pueden solucionar los talleres oficiales de Ferrari. Además, no recordaban cómo, cuándo y hacia dónde había salido el Ferrari de sus instalaciones.

placeholder Rolls-Royce Phantom de Díaz Ferrán en el polígono de la Audiencia Nacional. (EC)
Rolls-Royce Phantom de Díaz Ferrán en el polígono de la Audiencia Nacional. (EC)

Esta versión está en entredicho. Tras hablar con el taller, los investigadores contactaron con varios concesionarios Ferrari para averiguar si les llegó el coche tras su parada en Móstoles. Para sorpresa de los policías, uno de ellos respondió que no, pero que "consultado el histórico de facturas, en fecha 24 de junio de 2019, emitió a nombre de la mercantil Slam Móstoles SL factura por importe de 63,49 euros por un filtro de aceite".

Es decir, que el Ferrari hizo 360 kilómetros en grúa entre Valencia y Móstoles, donde sí se le hizo una puesta a punta y todo indica que salió quemando neumáticos. No obstante, en la información policial figura una multa por conducir a 142 km/h en dirección Valencia, cuando supuestamente seguía averiado.

Sus dueños temporales no huyeron con el coche ni lo desmontaron, sino que lo aprovecharon durante el verano de 2019 para hacer varios viajes entre Madrid y Valencia, donde figuran varios tiques de aparcamiento y una multa en la céntrica calle San Jerónimo. El rastro desaparece en septiembre de ese año. Por aquel entonces, Díaz Ferrán acababa de volver a ser condenado por su papel en la caída de Marsans. Una gestión que hasta el momento no ha hecho mucho mejor la Administración de Justicia que en la custodia de sus activos.

La Audiencia Nacional está cerca de poner el sello a uno de los robos del año, digno de película. Aunque no como sede judicial, sino como víctima. El tribunal no localiza desde hace casi cuatro meses dos coches deportivos que ordenó embargar en 2014 al empresario Gerardo Díaz Ferrán: un Ferrari Sessanta y un Rolls-Royce Phantom, que en su día estuvieron valorados en 700.000 euros. Estos dos automóviles son parte de los activos con que compensar a los antiguos acreedores de las empresas de Díaz Ferrán, entre las que figuraban Marsans y Air Comet.

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