La empresa familiar se reivindica: "No podrá con nosotros ni la inflación ni la marejada fiscal"

"Ya es hora de que asociemos el término empresario a un proceso de creación y progreso, dando el reconocimiento que merecen a las muchísimas vidas, discretas y ejemplares, que hemos visto en nuestras familias". Con estas palabras, Andrés Sendagorta, presidente de Sener y del Instituo de Empresa Familiar (IEF), ha reivindicado el papel de estas compañía en un momento en el que vuelven a estar en el ojo del huracán por el nuevo impuesto a los grandes patrimonios.

Ante un auditorio de 500 personas, Sendagorta ha aprovechado el discurso de clausura del XXV Congreso de la Empresa Familiar para reivindicar el papel y los valores de estas compañías y de las familias que están detrás. "De norte a sur, de este a oeste, hay un colectivo de personas comprometidas con su país, con su sociedad y con sus conciudadanos que, cada día, tienen como finalidad última construir mejores empresas y con ellas, y a través de ellas, contribuir a una sociedad más próspera y mejor", ha subrayado Sendagorta.

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Sólo las cien empresas del IEF dan empleo a 1,1 millones de personas, representan el 14% del PIB nacional, pagan más e 3.000 millones de euros en impuesto de sociedades y 5.200 millones en contribuciones sociales. Unos números con los que siempre han reivindicado su papel como motor económico y laboral del país. Pero, además, en la clausura de su cita de esta año, Sendagorta ha prefiero obviar número y poner en primer plano los valores de estas compañías y el valor que tienen para abordar la crisis en la que está entrando la economía española.

"Nosotros somos de aquí y no nos vamos a ir. No nos han podido echar las pandemias. Ni podrá con nosotros la inflación, ni la crisis energética y espero que tampoco la marejada fiscal que vivimos estos días. En una situación de grandes carencias en España, nuestros padres y abuelos nos enseñaron que a las dificultades hay que hacerles frente, y eso es precisamente lo que estamos haciendo. Pero no nos vamos. Aquí seguimos y aquí seguiremos". Toda una declaración de intenciones contra los mensajes de fuga de capitales.

Entre los valores que diferencian a estas compañías está su visión a largo plazo, su arraigo con la tierra de origen, la reinversión de la riqueza en la empresa o la mayor establidad en el empleo. "Nosotros, que damos la bienvenida a quienes ahora descubren la importancia del largo plazo y de pensar no solo en el beneficio del trimestre sino también en los intereses de proveedores, clientes, empleados y comunidades, hemos pensado desde siempre en términos de generaciones. No de trimestres sino de generaciones", ha señalado Sendagorta.

"Esto es lo que somos, lo que hacemos y cómo lo hacemos. Como ven ustedes, nada que ver con leyendas negras llenas de puros y chisteras que algunos tratan de difundir", ha añadido el presidente de los empresarios familiares, quien ha pedido que el "legítimo orgullo que nosotros sentimos por los logros de nuestras empresas familiares, sea también compartido por nuestras instituciones públicas, viendo en nuestra acción una proyección de la imagen de España en el mundo".

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Por tercer año consecutivo, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha declinado la invitación que desde el IEF se le hizo para acudir a su principal cita anual, en encuentro al que sí han acudido el Rey Felipe VI y el líder de la oposición, Alberto Núñez Feijoó. Lejos de alimentar la polarización y entrar en una guerra dialéctica, Sendagorta ha optado por tender una mano al líder del Ejecutivo, anunciando que volverán a invitarle el próximo ejercicio y pidiéndole que "tengamos la valentía, como país, de rehuir las tentaciones populistas de todo signo a las que otros están sucumbiendo".

"Queremos ayudar y creemos que podemos hacer más si se tiene en consideración nuestro criterio", ha continuido Sengadorta, quien a cambio ha pedido que "evitemos la polarización y apostemos por la moderación para construir un marco de relaciones estables que permitan proyectar un futuro a largo plazo" y que "huyamos de las ocurrencias y apostemos por el rigor", porque "es vital recuperar y reforzar el sentido de la institucionalidad".