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Los banqueros se aferran al empleo para esquivar una avalancha de provisiones
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Los banqueros se aferran al empleo para esquivar una avalancha de provisiones

Algunos bancos asumen ya tímidas provisiones por la crisis de precios a final de año, pero creen que la morosidad estará contenida por la resistencia del empleo

Foto: Ana Botín (Santander) y José Ignacio Goirigolzarri (CaixaBank). (EFE/Mariscal)
Ana Botín (Santander) y José Ignacio Goirigolzarri (CaixaBank). (EFE/Mariscal)
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Desde hace meses, los bancos del Ibex 35 siguen tan de cerca las cifras del Ministerio de Trabajo como las del euríbor. Los ordenadores de sus equipos financieros están que echan humo. A medida que la economía se acerca a una posible recesión, los analistas intentan predecir el posible impacto en sus balances. Cada vez más expertos reconocen extraoficialmente que es posible que la economía caiga dos trimestres consecutivos, pero se aferran a una palabra para ser optimistas: empleo.

De este modo, el mercado laboral es la gran esperanza de banqueros y economistas para aguantar la crisis sin una avalancha de provisiones. Los expertos creen que la rapidez de la actual crisis y la robustez y solvencia con que la afrontan empresas y bancos serán suficiente para que el empleo aguante mejor que en otras ocasiones. Y si el empleo resiste, lo hará la morosidad.

Foto: Sede del Banco Central Europeo (BCE) en Fráncfort. (Reuters/Wolfgang Rattay)

Así, crecimiento, inflación, empleo y morosidad son variables clave en los modelos de los bancos. Las dos primeras se dan por perdidas para los próximos meses. Pero si aguantan el trabajo y los impagos, se podría evitar que la crisis de precios se convierta en una social y financiera, lo que aumentaría considerablemente su duración e intensidad, explican desde la dirección financiera de un gran banco.

Este debate no es ajeno a los supervisores, que en las últimas semanas han pedido una actualización de las proyecciones financieras a todos los bancos de la eurozona, como adelantó El Confidencial. El Banco Central Europeo (BCE) quiere saber cuanto antes la magnitud de la crisis que viene para adelantarse en la medida de lo posible.

Posición de partida

Los bancos españoles creen que llegan mejor que los de otros países a esta zona de turbulencias, por varios motivos. El primero, porque no tienen exposición a Rusia, Ucrania ni a clientes que dependan directamente de los gasoductos rusos. El segundo, porque la crisis llega con sus mayores ratios de solvencia y los coge con los balances más saneados que nunca. El tercero, porque la liquidez les sobra tanto a ellos como a sus clientes. Y el cuarto, porque todavía tienen casi sin tocar las provisiones que cargaron contra sus cuentas ante la crisis del covid, algo más de 12.000 millones de euros.

Todo ello lleva a que las entidades crean que este terremoto golpeará con fuerza economías como la alemana en los próximos meses, mientras que a España llegarán réplicas tardías y de menor intensidad. En este entorno, el sector vigila el impacto que pueda tener la crisis en industrias exportadoras, muy dependientes de los precios de la energía, y, más adelante, en el turismo, ante la más que probable pérdida de clientes centroeuropeos.

"La morosidad tendría que triplicarse frente a nuestras previsiones para que tengamos que modificar nuestro plan estratégico"

En este entorno, los bancos españoles no han notado, de momento, efectos por la crisis. La morosidad sigue bajando, en parte por el 'efecto verano', y las cifras de concesión de crédito han seguido sólidas tanto en agosto como en septiembre, en especial en empresas y, ligeramente menos, en hipotecas.

Donde los banqueros ya ven algo de ralentización es en la financiación al consumo. Estas cifras bajaron en el tercer trimestre frente al segundo, aunque siguen por encima de las de 2021. El crédito al consumo es un indicador que provoca preocupación a los banqueros en sus dos extremos: cuando hay muy poco implica que el consumo de las familias se está estancando, con lo que ello significa para la economía, y cuando se dispara, puede tener detrás una burbuja entre hogares vulnerables.

Previsiones

De cara a futuro, los banqueros creen que los impagos no comenzarán hasta final de año, por lo que la morosidad no empezará a subir hasta el primer trimestre, debido a los 90 días que marca la normativa para que los préstamos sean considerados dudosos.

Aun así, las cifras internas de las entidades apuntan a que el repunte será controlado y no tendrá un gran coste. "La morosidad tendría que triplicarse frente a nuestras previsiones para que tengamos que modificar nuestro plan estratégico", apuntan desde uno de los principales bancos. Y para ello será clave el empleo.

Desde hace meses, los bancos del Ibex 35 siguen tan de cerca las cifras del Ministerio de Trabajo como las del euríbor. Los ordenadores de sus equipos financieros están que echan humo. A medida que la economía se acerca a una posible recesión, los analistas intentan predecir el posible impacto en sus balances. Cada vez más expertos reconocen extraoficialmente que es posible que la economía caiga dos trimestres consecutivos, pero se aferran a una palabra para ser optimistas: empleo.

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