¿Por qué se paga más por una plaza en una liga de 'e-sports' que por un club de fútbol?

Comprar un club en LaLiga SmartBank, unos 39 millones de euros. Comprar una plaza en la LEC (liga europea de 'League of Legends'), en torno a 40 millones. Los precios para entrar en la principal competición europea de LoL, el principal videojuego dentro de la industria de los 'e-sports', se han disparado desde la pandemia. Y, sin embargo, el negocio que sus clubes pueden generar —todavía no se piensa ni en rentabilidad— aún no puede igualar el alto desembolso necesario para entrar. Son la oportunidad y las perspectivas de crecimiento de la industria lo que atrae más inversión bajo la promesa de recuperarla a medio y largo plazo.

En apenas tres años, el precio de una plaza en la LEC se ha multiplicado por cuatro. En 2019, OverActive Media adquirió los mismos derechos que ahora ha adquirido el equipo español MAD Lions por 12 millones de dólares (10,7 millones de euros). Dos años más tarde, en 2021, el Schalke 04 vendió su 'slot' a Team BDS por 26,5 millones de euros, lo que entonces batió un nuevo récord. Hasta que Heretics ha elevado de nuevo el listón: unos 35 millones por el 80% de la plaza de Misfits, que valoraría el 100% en más de 43 millones, según fuentes del sector.

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En un año de importantes compraventas en el fútbol español, el precio se ha convertido en el principal termómetro con que medir su repercusión. La operación equipara el derecho a entrar en la Champions de los deportes electrónicos con la valoración del Real Sporting tras la venta del 73% a Grupo Orlegi. Es incluso superior a lo que se ha pagado por el CD Leganés (39 millones de euros).

Ahora bien, ¿por qué invertir en la LEC en lugar de en un negocio mucho más interesante como puede ser un club de LaLiga? En primer lugar, porque es una plaza fija de por vida y no hay riesgo de descenso, como le pasó al grupo norteamericano que compró la AD Alcorcón por 15 millones de euros y al año siguiente perdió su plaza en el fútbol profesional.

A eso se suma la oportunidad que representa, pues los 'e-sports' son una industria aún en construcción, con modelos de negocio en desarrollo y en un momento en que las principales organizaciones siguen apostando por consolidar diferentes fórmulas que permitan alcanzar la sostenibilidad, reduciendo la dependencia del patrocinio.

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Según las estimaciones de Newzoo, la principal consultora del sector, la industria global de los 'e-sports' moverá 1.384 millones de dólares (1.283 millones de euros) en 2022 y alcanzará una audiencia de 532 millones de seguidores. Las previsiones más optimistas hablan de que se disparará hasta 640 millones en 2025, cuando la facturación alcanzaría 2.200 millones de dólares (2.039 millones de euros).

En cuanto a la procedencia de los ingresos, de cara a 2022 el patrocinio crecerá un 16,4% interanual, hasta 837,3 millones de dólares (776 millones de euros). Aporta más del 60% de la facturación total y las compañías de Blockchain están comenzando a liderar el sector en número de acuerdos firmados. Eso, entre las principales organizaciones, que han logrado diversificar para lograr que los ingresos propios y que el reparto por competiciones tenga un peso significativo. Para los clubes de ligas regionales como la Superliga española, el patrocinio aún aporta de media más del 80% de los ingresos.

El gran salto se espera en la venta de derechos audiovisuales. La LEC y el resto de competiciones aún están de forma gratuita a través de Twitch. Riot Games, desarrollador del juego, sí vende estos derechos a organizaciones como la LVP, que se asegura su emisión en exclusiva en español en los territorios donde opera, por lo que el reto está en manos de los operadores, ya que deben monetizar y rentabilizar la inversión más allá de seguir sumando audiencia en sus canales.

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La LEC en español completó la última temporada de verano con 3,6 millones de espectadores únicos acumulados, entre temporada regular y 'playoffs', más de un 7% más que en 2021. También mejoran de forma sustancial las horas vistas: pasan de 2,92 millones en verano de 2021 a 3,18 millones en el mismo 'split' de 2022, es decir, un 9% más.

La final congregó a 252.980 espectadores únicos: ahí aún no es capaz de competir con el fútbol. La audiencia media de LaLiga Santander fue de 301.000 espectadores en 2021-2022, según la Geca, un crecimiento del 26% respecto al año anterior. Eso sí, los números decrecen notablemente en Segunda División, donde la LEC sí puede sacar pecho y justificar tanto en términos de negocio como de audiencias las altas inversiones realizadas.

Por lo pronto, otras organizaciones como Astralis ya han empezado a valorar desprenderse de su plaza tras las últimas operaciones. La danesa ha perdido relevancia deportiva frente a nuevos equipos y el alto interés por entrar en la LEC podría provocar más movimientos. Ahora está en el tejado de Riot Games evitar una desbandada masiva de plazas, como ha sucedido en la Superliga, que pueda dañar el interés del aficionado. De momento, en España, y de la mano de la LVP, ya ha aplicado un plan de contención que aplicará al resto de ligas regionales para garantizar una venta centralizada que dé continuidad a los proyectos y evite la especulación.