Renfe renueva su red de Cercanías y Media Distancia con 300 trenes más eficientes

Renfe está llevando a cabo una profunda renovación de su flota. En los próximos seis años, la compañía incorporará 300 nuevos trenes de Cercanías y Media Distancia. Se trata del mayor contrato de Cercanías de la historia mediante la adjudicación de la compra de 211 vehículos de gran capacidad para los principales núcleos de Cercanías. Del total, 176 tendrán una longitud de 100 metros cada uno y otros 35 alcanzarán los 200 metros.

El contrato se divide en dos lotes: el primero, adjudicado a Alstom Transporte, para el suministro de 152 trenes de 100 metros de longitud por un importe de 1.447 millones de euros; y el segundo, a Stadler Rail Valencia, para 24 de 100 metros de longitud y 35 de 200 metros cada uno, por importe de 998 millones de euros. Los nuevos trenes tienen una capacidad de al menos 900 plazas cada uno de ellos (un 20% más que los actuales Civia).

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Por su parte, CAF suministrará 38 trenes para la flota de Ancho Métrico (32 eléctricos y 6 híbridos), que presta servicio de Cercanías y Media Distancia en Asturias, Cantabria, País Vasco, Galicia, Castilla y León, y Murcia; y 6 Alpinos para la línea C-9 de Cercanías Madrid, que conecta la localidad de Cercedilla con el Puerto de Cotos. El importe global es de 329 millones de euros.

Un ahorro de consumo de hasta el 30%

La nueva flota de Renfe apuesta también por ser más sostenible, buscando un ahorro de hasta el 30% en el consumo. Para ello, los conductores recurren al llamado freno regenerativo, una tecnología capaz de generar energía en el proceso de frenado que permite que algunos trenes devuelvan a la red entre un 6% y un 10% de la energía en Alta Velocidad y hasta un 40% en Cercanías. Además, cuentan con sistemas de conducción eficiente, integrados en los modos de conducción automática, que también reducen dicho consumo.

Las nuevas incorporaciones cuentan con sistemas de gestión inteligente de los caudales de aire de renovación, con lo que se consumirán la mitad de energía. Contemplan la utilización de fluidos refrigerantes de nueva concepción de menor GWP 'global warning potential', aptos para uso ferroviario, mientras que las ventanas tienen tratamientos específicos y láminas de control solar minimizando el impacto de las ondas calóricas en el interior. La cubierta exterior de los trenes, por su parte, dispone de tratamiento anticalórico, de modo que se reduzca la transmisión de calor. Además, incorporarán iluminación LED con previsiones de ahorro energético superiores al 75%.

El 80% de la flota son trenes eléctricos y el 100% de su energía es renovable. El 20% restante del tráfico son trenes diésel, para los que se está buscando alternativas como el gas natural licuado o la pila de hidrógeno. En el terreno de la economía circular, los vehículos tienen una vida útil de hasta 40 años y para su construcción se emplea un 98% de materiales reutilizables.

En términos económicos de impacto sobre cambio climático, la compañía genera un ahorro anual de 305 millones de euros si lo comparamos con la contaminación y la tasa de accidentes que habría tenido que realizar este transporte por otros medios, como el avión, el camión o el automóvil. La circulación diaria de todos los trenes evita al año la emisión de 5,7 millones de toneladas de CO2 y supone un ahorro de 1,1 millones de toneladas equivalentes de petróleo.