La presidencia emérita de Medel expone a Unicaja a nuevas tensiones con el BCE

La sombra de Braulio Medel es alargada en Unicaja Banco. La decisión del banquero sevillano de reclamar la presidencia de honor, como adelantó este medio, ha generado un gran revuelo dentro y fuera del banco y expone la entidad presidida por Manuel Azuaga a nuevas tensiones con el Banco Central Europeo (BCE).

Medel dejó la presidencia de la Fundación Unicaja, principal accionista del banco, en junio, tras una larga crisis reputacional que rodeó a la institución. El banquero de 75 de años mantiene todavía varios cargos en fundaciones secundarias y participadas y ha decidido reclamar la presidencia emérita del banco, algo que pactó el consejo de administración de 2016. Este puesto le dará derecho a un despacho, secretaria, vehículo oficial y le permitirá representar institucionalmente y asesorar al banco.

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Jorge Zuloaga

Tras la comunicación de Medel a Unicaja Banco hace unos días, el consejo de administración todavía no ha tomado una postura definitiva al respecto. Parte del consejo cree que lo único que hay que hacer es tomar nota de la solicitud del expresidente y dejar que entre en vigor. Pero hay consejeros a los que les incomoda esta postura, por lo que no se descarta un nuevo choque en el máximo órgano de gobierno.

Así, aunque este cargo se aprobó en 2016 en el consejo por unanimidad, algunas fuentes consultadas por este medio creen que no había ningún tipo de obligación contractual. Es decir, el consejo podría invalidar esta decisión si hay acuerdo de la mayoría, según dichas fuentes. Además, desde 2016 el banco ha cambiado, empezando por que no tiene los mismos accionistas y cerró el año pasado una fusión con Liberbank. Por si fuera poco, la entidad ha llevado a cabo recientemente el mayor ERE (expediente de regulación de empleo) de su historia, por lo que los nuevos privilegios para Medel podrían provocar tensiones con los sindicatos.

Otra de las dudas en el consejo es la posible incomodidad del Banco Central Europeo (BCE), que ya se opuso a ello hace seis años, y la inestabilidad reputacional que puede provocar el 'regreso' de Medel al banco. Así, su figura ha estado en cuestión durante los dos últimos años por el apoyo a los gestores de Liberbank, liderados por Manuel Menéndez, en el proceso de fusión con Unicaja Banco.

La relación de Unicaja con el supervisor ha estado marcada por las tensiones en los últimos meses. Primero, por la lucha de poder, que ha hecho que el BCE llame a capítulo a sus gestores en más de una ocasión. Y segundo, por las dimisiones de tres consejeros independientes, que llevaron al supervisor europeo a amenazar con un recargo de capital al banco andaluz.

Las fuentes consultadas señalan que el nombramiento como presidente de honor generó la oposición del BCE en 2016, al que no le gustan este tipo de figuras que pueden generar influencias externas sobre el consejo y los gestores. Entonces, añaden dichas fuentes, el supervisor centró su foco en que Medel no fuera a la vez presidente del principal accionista, la fundación, y presidente de honor del banco, motivo por el que el banquero habría dejado en suspenso este último cargo. Sin embargo, que ahora no se produzca este solape no quiere decir que el BCE esté cómodo con el puesto.

Estupor

El gobierno corporativo es una de las principales variables que estudia el supervisor europeo a la hora de decidir el SREP, un ejercicio que el BCE hace todos los años y que concluye con la fijación de un requisito de capital.

Al margen del supervisor, la noticia de la petición de Medel generó este viernes sorpresa e indignación dentro y fuera de la entidad. Primero, porque el banquero sevillano nunca informó de este privilegio al patronato de la fundación. Y segundo, porque "después de todo el daño que ha hecho al banco en los últimos años y las presiones de Calviño y los partidos para que se retirara, no le veíamos capaz de regresar para exigir un despacho y un coche oficial a sus 75 años", señala una fuente cercana a la Fundación Unicaja.