Santander recompra a AXA una cartera de 380 sucursales bancarias por 300 millones de euros

Nuevo paso adelante de Santander en la reorganización de su patrimonio inmobiliario. La entidad presidida por Ana Botín ha recomprado a AXA IM, brazo de inversión inmobiliaria de la aseguradora francesa, una cartera de 380 sucursales del banco cántabro.

El acuerdo se ha cerrado en 300 millones de euros, según ha podido confirmar El Confidencial con fuentes conocedoras, y ha contado con el asesoramiento de BNP Real Estate. Ninguna de las partes implicadas ha querido hacer comentarios.

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Con esta adquisición, Santander consigue generar importantes ahorros, al liberarse del obligado cumplimiento de pago de la renta de alquiler durante los próximos años, factura que además se ha disparado con el alza de la inflación.

Se trata de un movimiento similar al que acaba de protagonizar BBVA, que ha recomprado por 2.000 millones de euros 662 oficinas a Merlin, socimi cuyo primer accionista es, precisamente, Santander.

El precio al que se ha cerrado el acuerdo está en línea con los 308 millones de euros que pagó AXA en la primavera de 2015, cuando adquirió la bautizada como cartera amarilla.

Este 'portfolio' de sucursales formaba parte de las 1.136 oficinas que Santander traspasó a Samos, sociedad que posteriormente se convirtió en la socimi URO Property, vehículo que también ha sido recomprado por Santander.

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La cartera amarilla era el bloque menos numeroso de los tres en que se dividieron los activos de URO cuando salió a bolsa, y contaba con las oficinas más pequeñas y con menor concentración en Madrid y Barcelona.

Esta particular naturaleza de la cartera ha hecho que la entidad haya descartado integrar estas 380 sucursales dentro de RetailCo, la filial de locales comerciales que ha constituido sobre los cimientos de la antigua URO, y no sería descartable que, como alternativa, optara por llevar a cabo algunos cierres.

Con esta operación, el banco consigue ahorros, al ser su importe inferior a las obligaciones futuras por el pago de la renta de alquiler

Los diferentes pasos que ha dado Santander para recomprar sus sucursales deben verse bajo el prisma de unas operaciones financieras en las que el coste de la compra de los inmuebles es inferior a las obligaciones futuras de rentas de alquiler.

Por importe, protagonistas y sentido estratégico, esta operación es una de las más importantes del año en el segmento de oficinas, junto a la venta de Castellana 51, histórica sede de CaixaBank en Madrid, a Inmocaixa.

Los planes iniciales de AXA pasaban por haber organizado un proceso formal de venta de la cartera, pero Santander contaba con un derecho prioritario que decidió ejecutar cuando el fondo le comunicó sus intenciones, lo que ha impedido que esta cartera terminara saliendo al mercado.