Santander alerta de que el impuesto puede reducir el crédito en 50.000 millones

Santander critica abiertamente el impuesto a la banca que está poniendo en marcha el Gobierno. El consejero delegado de la entidad, José Antonio Álvarez, ha afirmado que desde el punto de vista general, "la inflación difícilmente se combate con impuestos". Y ha alertado de que los "cambios súbitos de reglas de juego" impactan en el coste de capital de las empresas y en su capacidad de generar empleo.

Junto a ello, el CEO de Santander se ha quejado de que la medida del Gobierno "estigmatiza al sector", que espera que en algún momento pueda quitarse de encima esta "maldición eterna" sobre su reputación. Álvarez también ha cuantificado el posible efecto del impuesto en 50.000 millones menos que podría haber de crédito a disposición de la economía, calculando esta cifra por el coste de capital que tienen estos 3.000 millones.

El banquero leonés ha reconocido, como publica hoy este medio, que uno de los factores que se incluye en el cálculo de los costes de la financiación son los impuestos, por lo que el tributo podría tener efecto en el precio de la nueva financiación según las guías de la EBA.

Álvarez ha hecho estas declaraciones en la presentación del resultado récord en Banco Santander. La primera entidad española ganó 4.894 millones de euros en los seis primeros meses del año, un 16% más que en el mismo periodo de 2021 en términos ordinarios. El banco logró este resultado impulsado por los negocios de Brasil y Estados Unidos, y por el crecimiento de sus filiales en Europa.

El banco destaca en sus cuentas que solo un 11% del beneficio se obtiene en España, donde el Gobierno va a aplicar un impuesto al sector financiero, y su presidenta, Ana Botín, hace las siguientes declaraciones: "El contexto económico será probablemente difícil para los gobiernos, los bancos centrales, los ciudadanos y las empresas. Los bancos seguimos siendo parte de la solución y, como hasta ahora, vemos el camino de colaboración entre todos los agentes económicos y sociales, y los bancos como la vía para seguir apoyando a las economías y a nuestros clientes".

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Asimismo, sin entrar en polémicas, la entidad destaca en su presentación que España siguió siendo en el primer semestre uno de los países donde peor se comportó el margen de intereses, a pesar de la subida del euríbor que tardará meses en notarse en la cuenta de resultados.

Aun así, el grupo reconoce que su filial española fue la que más mejoró su resultado en la primera mitad del año, un 86%, al ganar 652 millones y convertirse en el cuarto país que más dinero aporta a la cuenta tras Brasil (1.365 millones), Estados Unidos (1.090 millones) y Reino Unido (736 millones). Esta mejora se explica por la caída de los costes, tras las salidas de empleados y cierre de oficinas de 2021, y las menores provisiones.

Diversificación

Botín destaca que "la diversificación nos aporta una base sólida y resiliente para crecer. En Sudamérica, seguimos creciendo de forma rentable, con un 33% de los beneficios del grupo y un 15% del crédito. Norteamérica obtiene un RoTE [rentabilidad sobre capital tangible] ajustado por encima del 23%, incluyendo la esperada normalización de las dotaciones por insolvencias, y la rentabilidad en Europa y España ya se acerca al coste de capital, lo que muestra la mejora en la conectividad de la región".

La presidenta del grupo también subraya que "confiamos en alcanzar los objetivos de 2022": un crecimiento de los ingresos del 5%; un RoTE del grupo por encima del 13%, que ahora está en el 13,7%; una eficiencia por debajo del 45%, ahora en el 45,5%; y con la ratio de capital por encima del 12%.

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La mejora del resultado del grupo fue del 16% en términos ordinarios y del 33% teniendo en cuenta un impacto negativo en las cuentas que hubo en 2021. Esta mejora llega impulsado por el crecimiento de los ingresos, de un 4% sin tener en cuenta el tipo de cambio, gracias a la mayor actividad y al alza de los tipos de interés en otras geografías.

Los costes caen un 4% sin tener en cuenta la apreciación de las divisas emergentes, aunque el grupo reconoce que va a haber presiones inflacionistas que gestionar en los próximos meses.

Y las provisiones suben a máximos trimestrales desde el covid (2.600 millones entre abril y junio) por un quebranto extraordinario en las hipotecas polacas, y por el aumento de la morosidad en Brasil y EEUU.