¿Cómo saber si estamos cerca de sufrir una crisis económica?

Durante las últimas décadas nos acostumbramos a que las grandes crisis, sobre todo las crisis financieras, fueran principalmente un escenario propio de los países en vías de desarrollo. De las 263 crisis monetarias, bancarias y de deuda que se registraron entre los años 1970 y 2006, más del 80% ocurrieron en economías emergentes.

No siempre fue así, durante la estanflación de los años 70, las crisis financieras y económicas eran algo habitual en países tan avanzados como el Reino Unido, el cual incluso tuvo que negociar un rescate con el Fondo Monetario Internacional (FMI) en 1976.

32 años más tarde, durante la gran crisis financiera de 2008, volvió a ocurrir lo mismo, con carácter general las economías desarrolladas fueron las más afectadas y países como Islandia, Irlanda o Portugal tuvieron que echarse en brazos del FMI.

¿Cómo surgen las crisis en los países ricos?

Y es justo ahí cuando muchos economistas se hicieron una pregunta: ¿qué había cambiado para que las crisis más intensas se produjeran de nuevo en los países más ricos y no en las economías emergentes?

Para responder, los profesores Pierre-Olivier Gourinchas y Maurice Obstfeld, del departamento de economía de la Universidad de California en Berkeley, decidieron comparar la gran crisis financiera de 2008 con las distintas crisis que se habían sucedido en todo el mundo desde 1973.

El objetivo inicial era encontrar causas y patrones comunes, pero al final el resultado fue mucho más completo. Encontraron que tanto las crisis de las economías emergentes como las de las economías más desarrolladas habían tenido causas comunes, y lo que resulta aún más importante, su investigación determinó que se pueden identificar estas causas antes incluso de que las crisis estallen. Es decir, de esta forma estos dos profesores de Berkeley desarrollaron una especie de guía para detectar y diagnosticar crisis financieras y económicas.

Esta guía establece cuatro factores que pueden indicarnos que estamos ante una próxima crisis. En primer lugar, que la economía crezca muy por encima de la tendencia de los años anteriores, originando un movimiento frenético y síntomas de calentamiento. En segundo, que el gasto público crezca con fuerza y empiecen a surgir importantes déficits públicos. Algo que no pasó exactamente en España en 2008, ya que los ingresos no cayeron, pero esto se debió al ‘boom’ inmobiliario.

En tercer lugar, el crecimiento del crédito y peso de la economía financiera, ya que un crecimiento muy rápido puede ser sinónimo de futuros problemas. Y por último, la deuda exterior, el déficit por cuenta corriente y la apreciación del cambio de tipo real. Es decir, que, con la misma cantidad de dinero, en un país podamos comprar cada vez menos cosas en comparación con otro país.

¿Te gustaría saber más detalles sobre cómo podemos ponernos en alerta ante una posible crisis? ¿Quieres conocer mejor esta particular guía? Pues no te pierdas el último vídeo de Si lo Hubiera Sabido, el canal de información financiera de Mutuactivos..