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Los bancos fijan sus líneas rojas para la reunión con Calviño por el impuesto
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REUNIÓN

Los bancos fijan sus líneas rojas para la reunión con Calviño por el impuesto

Las entidades exigirán el viernes ante la vicepresidenta que el nuevo impuesto no afecte a los créditos fiscales, no se aplique en otros países y no suponga una doble imposición

Foto: Ana Botín (i), presidenta del Santander, junto a Nadia Calviño (d), vicepresidenta del Gobierno. (EFE/Mariscal)
Ana Botín (i), presidenta del Santander, junto a Nadia Calviño (d), vicepresidenta del Gobierno. (EFE/Mariscal)
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La banca se prepara para el primer 'cara a cara' con Nadia Calviño desde el 'hachazo fiscal' del Gobierno. Los principales banqueros del país se han citado el viernes con la vicepresidenta para tratar varios asuntos, aunque el principal tema sobre la mesa será el impuesto anual de 1.500 millones de euros que anunció la semana pasada el presidente Pedro Sánchez.

Asumido ya que será difícil que el Gobierno dé marcha atrás, salvo que haya adelanto electoral, las principales entidades financieras llevan días de reuniones sectoriales en las que han diseñado su estrategia frente a Calviño.

El primer punto que se pondrá sobre la mesa es el riesgo país, ante la incertidumbre que ha generado el anuncio de Sánchez. Más allá de los desplomes en bolsa y el coste que va a tener para sus accionistas el impuesto, a las entidades les preocupa la inseguridad jurídica que se percibe a nivel internacional. "La última propuesta del Gobierno fue una sorpresa para los inversores, y refleja el creciente riesgo legal y de intervención para el sistema bancario español", critican desde la agencia de calificación Fitch.

Foto: El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, bajo la mirada de la presidenta de la Comisión Europea, Úrsula von der Leyen. (EFE/Sergio Pérez)

El segundo de los reclamos de los banqueros será que se "deje de atacar al sector". A las entidades les dolió que el impuesto les cogiera por sorpresa y su fin recaudatorio, pero por encima les molestó la explicación que desde el Gobierno se dio de que era necesario para que las entidades "arrimen el hombro". Incluso Calviño justificó que las líneas ICO (Instituto de Crédito Oficial) se hicieron para garantizar la estabilidad de los bancos, en lugar de para salvar a las pymes, algo que consideran muy injusto.

Líneas rojas

Pasada la fase inicial de quejas, desde las entidades y sus patronales (AEB, Ceca y Unacc) están perfilando distintas peticiones para hacer el impuesto lo más digerible posible. Lo primero es que se garantice que sea transitorio, de modo que no haya tentaciones de que dentro de dos años se prorrogue y se fije como una contribución fiscal más de las entidades, que ya tienen un tipo superior del impuesto de sociedades, al 30%.

La segunda línea roja es que no tenga impacto en los activos fiscales diferidos (DTA, por sus siglas en inglés). Los grandes bancos españoles cuentan con un colchón de casi 60.000 millones de euros para amortiguar el hachazo impositivo, y lo quieren mantener intocado.

placeholder El presidente de CaixaBank, José Ignacio Goirigolzarri (i), la presidenta de Banco Santander, Ana Botín (c), y el presidente del BBVA, Carlos Torres (d). (EFE)
El presidente de CaixaBank, José Ignacio Goirigolzarri (i), la presidenta de Banco Santander, Ana Botín (c), y el presidente del BBVA, Carlos Torres (d). (EFE)

Otra de las exigencias del sector será que no genere ningún tipo de doble imposición. Es decir, que solo se aplique a los negocios en España. Esta solicitud es principalmente de los grandes bancos con negocio en el exterior: Santander, BBVA, CaixaBank, Sabadell y Bankinter. Estos grupos ya tributan por sus negocios en el extranjero, y cualquier impacto fiscal sobre activos en otros países provocaría un caos legal e incertidumbre ante el mercado. Junto a ello, los grandes se quejan de que se esté dejando fuera del impuesto a las entidades pequeñas (de menos de 1.000 millones de ingresos), lo que les hace competir en desigualdad.

Todas estas exigencias dependen del diseño final del impuesto, que sigue siendo una incógnita para todo el sector. Según 'El País', una de las opciones es que se grave un 5% de los ingresos por intereses y comisiones, lo que según las entidades provocaría una doble tributación. Los bancos también se quejan de que esta alternativa no tiene en cuenta los efectos negativos de la subida de tipos y la inflación: mayores costes y provisiones.

La agenda de la reunión de este viernes con la vicepresidente tiene como temas principales la revisión de la situación macroeconómica y sus perspectivas, la política económica y las medidas de inclusión financiera. Aunque todos estos frentes quedarán eclipsados por el impuesto, que se ha convertido en el único tema de conversación en el sector.

La banca se prepara para el primer 'cara a cara' con Nadia Calviño desde el 'hachazo fiscal' del Gobierno. Los principales banqueros del país se han citado el viernes con la vicepresidenta para tratar varios asuntos, aunque el principal tema sobre la mesa será el impuesto anual de 1.500 millones de euros que anunció la semana pasada el presidente Pedro Sánchez.

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