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Opdenergy esquiva la incertidumbre regulatoria y se garantiza respaldo a su salida a bolsa
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Primera salida a bolsa del año

Opdenergy esquiva la incertidumbre regulatoria y se garantiza respaldo a su salida a bolsa

La compañía aspira a protagonizar este viernes la primera salida a bolsa del año en España, 15 meses después de cancelar una primera intentona

Foto: Logo de Opdenergy.
Logo de Opdenergy.
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Opdenergy ha iniciado ya la cuenta atrás para su estreno en el parqué y en la sede la compañía nacida en Navarra impera una sensación de que esta vez sí será posible. Quince meses después de suspender en el último momento una intentona de salir a bolsa, la compañía que dirige Luis Cid aspira a convertirse este viernes en la primera compañía en saltar a bolsa en España en 2022.

Y cualquier temor de emular el ‘gatillazo’ del año pasado parece ya diluido, una vez que el grupo asegura contar con demanda de sobra para cubrir el monto de la operación, que asciende a 200 millones de euros, que busca captar a través de una ampliación de capital que llevará el valor de la empresa por encima de los 700 millones.

Aunque la operación se ha lanzado en un momento de enorme complejidad en los mercados financieros, Cid presume de haber logrado completar los libros de demanda apenas un día después del inicio del proceso. Algo que, explica, ha sido posible gracias al interés que existe en el mercado hacia el sector de renovables, una vez que la crisis generada por la guerra de Ucrania ha puesto de relieve la importancia para los distintos países de garantizarse la independencia energética, "y eso solo puede venir a través de la inversión en renovables". "En ese sentido, ahora hay un viento a favor", sugiere Cid, en declaraciones a El Confidencial.

Foto: Logo de Opdenergy.

Este entorno más propicio hacia el sector de renovables contrasta con la realidad que rodeó el anterior intento de salida a bolsa de Opdenergy, que se produjo en un momento de mercado menos turbulento, pero en el que las dudas de los inversores parecían centrarse en el sector de renovables.

Pero Cid cree que la mejor acogida a la propuesta de la compañía en esta ocasión también tiene que ver con el trabajo realizado en los 15 meses transcurridos desde el anterior intento de salir a bolsa, y que habría dado lugar a un grupo con un perfil de riesgos más atractivo y con un negocio más maduro.

“Entendimos que los inversores buscaban más madurez en los proyectos, más visibilidad en los PPA [proyectos de compraventa de energía a largo plazo] y en los proyectos de ‘pipeline’, y precisamente eso es lo que hemos hecho en los últimos 15 meses. Hace 15 meses teníamos 600 MWh en operación y construcción, ahora tenemos 1,6 GWh. Y hemos conseguido firmar en el último año 2.000 MWh de nuevos PPA, algunos tan relevantes como el de Endesa, uno de los más importantes de Europa”, señala.

Foto: Logo de Opdenergy.

No obstante, el grupo ha planteado este segundo intento de salir a bolsa con unos objetivos menos exigentes, ya que en la anterior ocasión pretendía captar unos 375 millones que elevaran su capitalización a, al menos, 826 millones de euros. Ahora, la parte más baja del rango de precios fijado en la oferta dejaría la valoración del grupo en 703 millones, aunque Cid confía en que la fuerte demanda permita elevar las valoraciones a la parte alta (que supondría unos 772 millones).

Para sacar adelante la operación, Opdenergy ha tenido que enfrentarse, asimismo, a las dudas generadas en el mercado por la sucesión de medidas regulatorias en el sector energético puestas en marcha por el Gobierno para contener la escalada de los precios de la luz. Cid admite que entre los inversores internacionales han sido frecuentes las preguntas sobre esta cuestión, pero cree que a la postre no ha acabado restando interés.

La compañía admite que el tope al gas no daña su capacidad de generar beneficios

No en vano, Opdenergy cuenta con dos grandes ventajas para esquivar estos temores. Por un lado, su elevada diversificación geográfica, que implica que buena parte de su actividad se concentra en otros países europeos y en Estados Unidos, además de en Latinoamérica (con foco especial en Chile). Y, por otro, más importante aún, que las medidas planteadas por el Gobierno, hasta la fecha, no han supuesto una merma reseñable para sus ganancias. Así, por ejemplo, resalta que el tope al gas está significando que la compañía venda su producción a 150 o 200 MWh, cuando las previsiones con las que trabajaban en la fase inicial de sus proyectos planteaban precios de entre 40 o 50 MWh. “Sigue habiendo, por lo tanto, un ‘upside’ importante”, observa.

En cualquier caso, para limitar los riesgos de la operación, Opdenergy hizo un trabajo previo de estudio de la demanda, fruto del cual surgió uno de los acuerdos clave para sacar adelante la salida a bolsa: el que implica la entrada en el capital de la familia Domínguez de la Maza, propietarios del grupo de moda Mayoral, que se han comprometido a invertir hasta 50 millones de euros, lo que supondrá en torno a un 6% del capital y los convertirá en el cuarto mayor accionista del grupo, detrás de los fundadores (Gustavo Carrero Díez, Alejandro Javier Chaves Martínez y Francisco Javier Remacha Martínez).

Foto: Parque eólico de Prenzlau, Alemania. (Getty/Sean Gallup)

Cid explica que, junto a Mayoral, otros inversores institucionales nacionales e internacionales se han interesado por tomar posiciones en Opdenergy. “Estamos muy contentos con los inversores que están participando en la operación, son inversores de mucha calidad, de largo plazo, muchos institucionales, algunas de las principales gestoras españolas están involucradas en la operación”, señala.

Riesgos

El directivo enarbola este respaldo institucional como garantía frente a los aparentes riesgos que implica la operación. Y es que la salida a bolsa de Opdenergy será la primera que permita acceso a inversores minoristas en el mercado español en los últimos siete años, lo que ha llevado a la CNMV a incidir en la necesidad de que los inversores presten atención a los riesgos. Entre ellos, se encuentran cuestiones relativas al propio negocio de la compañía —que ha cerrado en pérdidas los dos últimos ejercicios—, así como otro tipo de cuestiones, incluido el procedimiento judicial en el que se encuentran inmersos dos de sus principales accionistas (Carrero y Chaves), por presuntos delitos de estafa, falsedad documental y administración desleal, en relación con la venta de dos plantas solares. La demanda fue desestimada en primera instancia y, aunque la demandante ha recurrido, Cid considera que el riesgo en este sentido es “casi del 0%”.

Otra cuestión que ha generado cierta polémica en los últimos días es la relativa a los bonus que se contemplan para su alta dirección y que supondrán, entre otras cuestiones, que el propio Cid se convierta en uno de los dirigentes mejor remunerados en la bolsa española. En este sentido, el consejero delegado de la compañía considera que esta política de remuneración se ajusta a lo habitual en este tipo de casos e incide en que está fijada con unos criterios (fundamentalmente, una parte muy sustancial de los pagos se ejecutaría en acciones, con restricciones para la venta) tendentes a alinear los intereses de la dirección con los de la compañía. “Yo he decidido que el 100% de lo que cobraría de mi bonus se reinvierta en acciones, porque creo en esta compañía y creo que tiene mucho valor”, asevera.

Opdenergy ha iniciado ya la cuenta atrás para su estreno en el parqué y en la sede la compañía nacida en Navarra impera una sensación de que esta vez sí será posible. Quince meses después de suspender en el último momento una intentona de salir a bolsa, la compañía que dirige Luis Cid aspira a convertirse este viernes en la primera compañía en saltar a bolsa en España en 2022.

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