Tipos al alza: familias y empresas acopian liquidez y el precio de las hipotecas se dispara

Más crédito y más liquidez. Así han reaccionado familias y empresas a la incertidumbre que ha caracterizado el inicio de 2022, ante la guerra de Ucrania, la inflación disparada y las expectativas de subidas de tipos que se materializarán en las próximas semanas.

Lejos de frenar su demanda de crédito, los hogares y el tejido empresarial firmaron préstamos por valor de casi 194.000 millones entre enero y mayo, un 23% más que en el mismo periodo de 2021, según datos del Banco de España. Al mismo tiempo, los depósitos en manos de familias aumentaron en 26.000 millones, un 2,7% más que a finales de 2021, y los que atesoran las empresas crecieron en 9.000 millones en mayo, un mes marcado por todo tipo de incertidumbres, situándose muy cerca de máximos históricos.

"Estamos viendo un efecto precautorio, las familias quieren mantener un colchón de ahorro con el que afrontar escenarios de incertidumbre", expone Marta Alberni, de Analistas Financieros Internacionales (AFI). "Los hogares incrementaron significativamente su tasa de ahorro durante la pandemia. El ahorro acumulado podría servir de colchón, al menos parcialmente, ante un potencial deterioro de las rentas reales. Sin embargo, el aumento del ahorro fue heterogéneo, y se concentró en los colectivos con mayor poder adquisitivo", señaló en un reciente discurso el gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos.

Esta acumulación de depósitos se ha producido en paralelo con el 'boom' de hipotecas que se ha vivido en los primeros meses del año. Entre enero y mayo, las entidades firmaron 27.500 millones en este tipo de préstamos, un 15% más que hace un año.

Cambio de ciclo

Muchas familias han acelerado la compra de una nueva vivienda antes de que se encarecieran las hipotecas. Un efecto que ya se ha dejado notar en gran medida en mayo, con una TAE (tasa anual equivalente) del 1,77%, considerablemente por encima del 1,5% en que arrancó el año. La repreciación ha ido a más en junio y julio, por lo que se espera que estas cifras superen el 2% a muy corto plazo.

Desde una entidad, explican que lo mismo que con las familias ocurre con las empresas, que "están haciendo un poco de acopio". Añaden que las compañías llevan meses pidiendo muchos créditos, aunque para financiar el circulante, pero que han restringido al máximo las solicitudes para inversión a largo plazo. Las compañías todavía tienen caja que retuvieron gracias a las líneas ICO (Instituto de Crédito Oficial) que se concedieron en 2020, y cuya devolución está en muchos casos empezando ahora.

Junto a ello, las empresas también afrontan más gastos en los próximos meses por el encarecimiento de los suministros y por el pico de pagos de impuestos que llega en las próximas semanas. Es en este contexto en el que han preferido mantener más liquidez ante lo que pueda venir: casi 310.000 millones, una cifra solo superada en marzo.

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Alberni, de AFI, explica que el repunte de nuevas operaciones de empresas —con un crecimiento del 28% en el año frente a 2021— está produciéndose sobre todo en el segmento de grandes compañías, y no tanto entre las pymes. "El crecimiento entre las pymes se ha ido desacelerando una vez que ha estallado el conflicto de Ucrania y se ha corregido el efecto comparativo" por el frenazo que hubo a comienzos de 2021, por las restricciones derivadas del covid. Sin embargo, entre las grandes empresas pasa lo contrario, ya que "el repunte de los tipos ha encarecido el mercado de capitales en mayor medida que el bancario", por lo que sus gestores han priorizado este tipo de financiación.

Esta experta cree que la evolución de los próximos meses dependerá en gran medida de la llegada de los fondos europeos, cuya "ejecución está siendo más lenta de lo esperado".