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Así será el empleo del futuro, según cinco jóvenes profesionales españoles

Impulsando el talento

Por EC Brands

Llevamos años preguntándonos cómo va a ser el empleo del futuro, un mercado laboral que va a depender de diversos factores, pero especialmente de uno que se ha situado en lo alto del debate desde que llegó la pandemia: la localización. Según el estudio Embracing the future of work and omni-connected experience, elaborado por Accenture, el 88% de los encuestados identifican la flexibilidad como el pilar fundamental del trabajo híbrido del futuro, ya que respalda el bienestar y la productividad en el trabajo.

Pero, para desgranar el empleo joven del futuro, muchas veces hablamos con las empresas, con los emprendedores, con las patronales, con los directivos… Pero, ¿qué tal si les preguntamos a los verdaderos protagonistas? Eso es precisamente lo que hemos hecho. Hemos juntado, en torno a una mesa redonda, a cinco jóvenes profesionales de Accenture: Carlos Molina, experto en Metaverso y Marketing Digital; Leyre Garbayo, especialista en Salesforce; Álvaro López, especialista en Ciberseguridad; Marina Pérez, especialista en Riesgos y Sostenibilidad; y Jesús M. García, especialista en Industry X. Todos ellos, moderados por Denia Velasco, managing director y experta en conectar personas y tecnología en la firma, han estado debatiendo sobre tendencias y necesidades del mercado laboral y, como conclusiones, han elaborado la receta del empleo joven del futuro. Una receta que se compone de cinco ingredientes básicos.

De izquierda a derecha: Leyre Garbayo, Carlos Molina y Denia Velasco (moderadora). Foto: Carmen Castellón.

Lo que piden las empresas

‘Hard skills’

¿Qué están demandando ahora mismo las empresas y qué demandarán dentro de una década? Marina Pérez tiene claro que, “incluso entre las personas con carreras tradicionales, la formación tecnológica va a ser imprescindible”. De hecho, en su opinión, en su momento nos encontraremos con que “las carreras tengan la tecnología intrínseca; irán evolucionando hacia eso”.

Denia Velasco recuerda que esta es, efectivamente, una de las claves, ya que "los conocimientos técnicos son vitales y no van a parar de cambiar hacia nuevas tecnologías o nuevas plataformas".

"Es mucho más valioso cómo eres que lo que has hecho. Las personas con carisma y proactividad aprenden mucho más rápido lo necesario a nivel técnico o de negocio”

‘Soft skills’

Pero más allá de los conocimientos puros y duros, los requisitos fundamentales pasarán por las llamadas habilidades blandas (’soft skills’), que se tornan imprescindibles en un entorno en el que los perfiles y las necesidades no van a parar de evolucionar. Y aquí el abanico se abre mucho más: “La capacidad de adaptarse es esencial”, apunta Carlos Molina. “Esa capacidad de resiliencia, de testar, de equivocarse millones de veces y levantarse. Es un espíritu emprendedor que hace falta hoy en día”.

Jesús M. García, por su parte, lo tiene claro: “Es mucho más valioso cómo eres que lo que has hecho previamente. Las personas que tienen carisma y proactividad aprenden mucho más rápido, lo que es necesario a nivel técnico o de negocio”, añade. Todo ello sin olvidar un componente que siempre ha sido esencial y que nunca dejará de serlo: el trabajo en equipo.

Lo que piden los profesionales

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Valoración y valentía

Pero no todo pasa por exigir a los profesionales. En un entorno laboral cambiante y en el que la competencia por el talento cada vez es más global, las empresas también deben reflexionar sobre lo que ofrecen a sus candidatos y lo que deberán ofrecer a corto, medio y largo plazo, ya que esa será la clave para “atraer y fidelizar el mejor talento”, apunta Denia Velasco. Y el primer paso, asegura Jesús M. García, pasa por valorar de igual manera aptitud y actitud: "Si yo fuese una empresa, intentaría quedarme con la persona más que con el CV”.

Esa valentía desembocará en otro aspecto que, a juicio de Leyre Garbayo, es esencial: “Una empresa tiene que creer en ti. Tiene que motivarte, hacer que te sientas valorado para que, al final, trabajes en un ambiente cómodo para aportarle a la empresa lo mejor que tienes”. De hecho, asegura, esa fue su experiencia en Accenture: “Entré hace ocho meses y desde el principio encontré a gente que me ha motivado y apoyado. Dentro de un proyecto interno, en una ocasión lancé una idea, me llamaron para exponerla y gané una competición interna. Todo esto ocurrió en cinco meses. Que la gente crea en ti hace que tú misma creas en ti”. Marina Pérez también vivió un caso similar: “Cuando entré, me pusieron a diseñar un cuadro de mando y enseguida me hicieron enseñárselo y explicárselo a un socio de la compañía. Que confíen en ti es importantísimo”.

Foto de la mesa redonda
Jesús M. García, Marina Pérez y Álvaro López, en un momento de la mesa redonda. Foto: Carmen Castellón.

Formación

Hablábamos antes de que los conocimientos tecnológicos van a ser imprescindibles y a ello hay que añadir que las tecnologías no van a parar de evolucionar, así que, ¿quién va a ofrecer esa formación a los profesionales? "Las empresas tienen que formar a sus empleados", apunta Álvaro López. "Estamos en sectores en continuo cambio, así que tenemos que estar formados y ser expertos en cada una de las tecnologías que vayamos a necesitar".

Y es que “no vamos a poder vivir siempre de lo que estudiamos en su momento”, añade Marina Pérez, sino que “las empresas van a tener que invertir en que sus profesionales se sigan formando en lo que se demande cada día respecto a los conocimientos tecnológicos. Es verdad que hay gente a la que se le dará mejor o peor, pero las generaciones actuales que estamos en el mercado laboral nos tenemos que seguir formando para seguir avanzando”.

"No vamos a poder vivir siempre de lo que estudiamos en su momento. Nos tenemos que seguir formando para seguir avanzando”

Esta formación continua permite, además, que los profesionales puedan cambiar de área o moverse internamente dentro de una misma compañía. Un hecho que ya ha vivido Carlos Molina: “Llevo ocho años en Accenture. Yo estudié Biología y entré aquí pensando en especializarme en farmacéuticas, pero acabé en el área digital, luego en la de publicidad y ahora estoy especializándome en el metaverso. Muchas veces el mercado te obliga a pivotar”.

Lo que deben aportar empresas y profesionales

Flexibilidad

Es la palabra de moda en los últimos años, pero ¿cómo se lleva a cabo? “Hay que encontrar un equilibrio de flexibilidad entre el empleado y la empresa”, sentencia Carlos Molina. “Las nuevas tecnologías nos permiten teletrabajar y relacionarnos a distancia, y eso es positivo, pero todos tenemos esa necesidad inherente de conectar con las personas. Creo que, ahora mismo, las empresas están en ese punto perfecto para ofrecer esa flexibilidad y ese balance a sus empleados”.

Insiste en ello Leyre Garbayo, quien recuerda que “toda flexibilidad conlleva una comodidad por parte del empleado para sentirse más a gusto en su trabajo y no sentirse presionado”. Álvaro López, de hecho, es tajante: “La flexibilidad va a ser fundamental”. De hecho, “ya es lo primero que preguntan muchos de los perfiles que estamos entrevistando para nuestro equipo actualmente”.

Denia Velasco
Denia Velasco, managing director y experta en conectar personas y tecnología en Accenture España. Foto: Carmen Castellón.

Todos los factores expuestos nos permiten sacar algunas conclusiones: "El talento del futuro (y del presente) tiene un gran base de conocimiento tecnológico y habilidades digitales, especialmente en ámbitos como la Ciberseguridad, el ‘Cloud’ o la Inteligencia Artificial; y además, debe ser capaz de adaptarse a entornos flexibles y tener una curiosidad continua de aprendizaje”, apunta María José Sobrinos, directora de Recursos Humanos en Accenture España, Portugal e Israel. “Por nuestra parte, debemos crear entornos basados en la capacitación, el bienestar, la felicidad y el cumplimiento de los propósitos personales. Solo así lograremos adaptarnos a la velocidad a la que evolucionan la economía y la sociedad. Y contribuiremos a crear un país innovador, digital, competitivo y sostenible", concluye.

La receta, como hemos visto, es bastante completa. Y los ingredientes, imprescindibles. El empleo no va a parar de evolucionar en los próximos años, así que tanto los profesionales como las propias empresas deben adaptarse a la otra parte, localizar puntos de encuentro para, en definitiva, saber encontrar la fórmula perfecta del empleo joven del futuro.