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Los circuitos en España, un negocio que depende de 53 M de subvenciones y los grandes eventos
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Ninguno es rentable

Los circuitos en España, un negocio que depende de 53 M de subvenciones y los grandes eventos

En los últimos años, los trazados españoles han disparado su dependencia de las administraciones públicas, especialmente tras el impacto del covid-19

Foto: Circuito de Montmeló. (EFE/Alejandro García)
Circuito de Montmeló. (EFE/Alejandro García)

Ninguno de los cuatro trazados españoles que son sede del Mundial de Motociclismo en España es rentable. Todos ellos han visto como sus respectivos gobiernos autonómicos han tenido que acudir a su rescate, aumentando las subvenciones concedidas para hacer frente a la caída del negocio y los cánones que las entidades tienen que pagar a Dorna para continuar ligados a la competición. La dependencia de estos circuitos de los grandes premios cada vez es mayor, y en 2021 las aportaciones públicas agregadas de Montmeló, Cheste, Jerez y Aragón ascendieron a 53 millones de euros.

Un claro ejemplo es el Circuit de Barcelona-Catalunya, en el que la Generalitat ha duplicado las subvenciones para contener las pérdidas que el trazado barcelonés registra año tras año: de 10 millones de euros en 2016 a 19 millones de euros en 2021. Hay que tener en cuenta que, desde hace una década, la gestora de la instalación motorsport acumula pérdidas de casi 50 millones de euros, todas ellas subsanadas con dinero público.

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Hay que tener en cuenta que Montmeló es el que paga un mayor canon a Dorna Sports por un gran premio de MotoGP y que, a su vez, tiene que hacer frente al 'fee' que Liberty Media exige por mantener en España la Fórmula 1. Por el primero pagará desde ahora 9 millones al año, mientras que por el Mundial de Automovilismo abona en torno a 22,5 millones de euros. Es decir, que solo en cánones paga más que lo que factura, con 24,5 millones de euros.

En el caso del Circuito Ricardo Tormo, las subvenciones de la Generalitat Valenciana también han aumentado progresivamente, hasta alcanzar los 2,6 millones de euros presupuestados para 2022. De este último importe, dos millones estarán destinados al mantenimiento de las infraestructuras del recinto y los otros 600.000 euros se invertirán en las dos escuelas que tiene el circuito.

Nuevamente, a esta cifra hay que sumar los 8,9 millones de euros que el ejecutivo autonómico pagará hasta 2026, los años en los que reciba al Mundial de Motociclismo. En el caso del circuito de Cheste, la facturación en 2021 fue de 9,2 millones de euros, de los que un 60% se genera en con la disputa del Gran Premio de MotoGP; un 30% de la actividad del recinto se obtiene con el alquiler de espacios. El trazado valenciano tuvo que llevar a cabo diversas ampliaciones de capital en los últimos años para compensar las pérdidas asumidas anualmente por la gestora. Las últimas inyecciones se produjeron en 2017, con 8,4 millones de euros, y en 2020, cuando el incremento del capital social fue de 6,9 millones de euros.

Foto: Lewis Hamilton. (Reuters)

El circuito aragonés también está muy lejos de ser rentable. MotorLand recibió 236,6 millones de euros en ayudas públicas y subvenciones hasta 2020, de acuerdo con un informe realizado por la Cámara de Cuentas de Aragón. De estos, 123 millones de euros se hicieron en concepto de subvenciones de capital, mientras que los otros 113 millones de euros corresponden a las 18 ampliaciones de capital que la Administración ha cubierto para compensar las pérdidas estructurales del recinto. Solo en el último año, el trazado aragonés recibió 30 millones de euros en concepto de ayudas públicas.

El caso del Circuito de Jerez es algo distinto. El máximo accionista de la gestora es el Ayuntamiento, aunque la Junta de Andalucía cuenta con en torno a un 30% de las acciones, pero no participa en su gestión. Así, por un lado, está la subvención de 1,4 millones de euros que el consistorio jerezano otorga a la instalación y, por el otro, los 5,3 millones de euros por temporada que, en concepto de canon, la Junta acaba de acordar con Dorna con el objetivo de retener MotoGP en la región al menos hasta 2026.

Aumentar ingresos propios

A día de hoy todos los circuitos atraviesan una situación económica complicada, un problema que arrastran desde hace años, y que se agravó como consecuencia de la crisis sanitaria del coronavirus. Todos los trazados españoles han necesitado que sus gobiernos autonómicos acudieran al rescate con subvenciones extraordinarias o que sus accionistas asumieran distintas ampliaciones de capital, pues los cánones suelen ser superiores al negocio que realmente generan.

En 2020, todos los trazados cerraron en pérdidas – pese a la rebaja en el 'fee' aprobada por Dorna- como consecuencia de la falta de ingresos en taquilla, las limitaciones y restricciones que afectaron a la celebración de grandes eventos y el negocio del alquiler de pista. Ante esta situación, los circuitos cada vez se centran más en incrementar la generación de ingresos propios, con el objetivo de disminuir su independencia económica respecto a los organismos públicos.

Este es el caso del trazado valenciano que sacará a concurso público la construcción y gestión de un hotel en el interior de sus instalaciones con el objetivo de atraer a un mayor número de público internacional. Además, todos los circuitos están ampliando sus zonas de 'hospitality', restauración y entretenimiento, tratando de ofrecer un mayor número de experiencias a sus clientes para aumentar sus ingresos propios.

Ninguno de los cuatro trazados españoles que son sede del Mundial de Motociclismo en España es rentable. Todos ellos han visto como sus respectivos gobiernos autonómicos han tenido que acudir a su rescate, aumentando las subvenciones concedidas para hacer frente a la caída del negocio y los cánones que las entidades tienen que pagar a Dorna para continuar ligados a la competición. La dependencia de estos circuitos de los grandes premios cada vez es mayor, y en 2021 las aportaciones públicas agregadas de Montmeló, Cheste, Jerez y Aragón ascendieron a 53 millones de euros.

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