El Gobierno 'pincha' con los ICO Ucrania: siguen parados tras 2 meses y sin demanda

En plena incertidumbre por Ucrania, el pasado 28 de marzo, Pedro Sánchez anunció a bombo y platillo un paquete de medidas para mitigar los efectos económicos de la guerra: 16.000 millones "para amortiguar el impacto de la crisis en las familias y empresas de nuestro país". Más de dos meses después, 10.000 de los 16.000 millones siguen a la espera de activarse, algo que probablemente no ocurrirá hasta la segunda mitad de junio.

Se trata de las nuevas líneas ICO (Instituto de Crédito Oficial) que anunció el Ministerio de Economía para "cubrir necesidades de liquidez provocadas por el aumento temporal del coste de la energía y de los combustibles" derivado de la guerra.

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Agencias

El Ejecutivo tiene excusa para este retraso. No fue hasta el pasado jueves cuando Bruselas aprobó estas líneas ICO. A finales de la semana pasada, ya estaban perfilándose los primeros contratos marco entre el instituto dependiente de Economía y los bancos, que dentro de entre 15 y 20 días tendrán lista la maquinaria para ofrecer los 10.000 millones a sus clientes.

Sin embargo, las fuentes consultadas señalan que estos avales nacen abocados al fracaso por dos motivos. El primero, por su diseño "farragoso, poco amigable" para las pymes y autónomos con necesidad de liquidez, según fuentes bancarias consultadas por este medio. Y el segundo, por la escasa demanda, según las mismas fuentes.

De este modo, las entidades financieras perciben poco apetito de las pymes y autónomos por estos 10.000 millones en un momento en que la economía sigue creciendo y las tesorerías de las empresas siguen todavía guardando gran parte de la liquidez que pidieron en 2020, ante la crisis del covid.

Así se refleja en las cifras que ofrece el Banco de España: grandes, medianas y pequeñas empresas tienen en sus arcas más de 300.000 millones en depósitos actualmente, una cifra que compara con los 255.000 millones que había a finales de 2019. Estos 45.000 millones de más se deben, en gran parte, a la línea de avales ICO covid que muchas empresas pidieron 'por si acaso' y que todavía mantienen en caja.

Optimismo generalizado

De hecho, las entidades consultadas señalan que la situación de los ICO que se concedieron es mucho mejor de lo que esperaban, a pesar de encontrarnos en el momento más temido por banqueros, supervisores e inversores. Así, tras una prórroga, entre abril y junio están empezando a devolverse la mayor parte de los 120.000 millones de los ICO covid que se concedieron en 2020, que contaron con un periodo de carencia de 24 meses.

En plena incertidumbre por el confinamiento, se definía este momento como el 'efecto acantilado'. Sin embargo, los banqueros consultados señalan que en realidad es una ligera pendiente, ya que de momento la morosidad de los ICO covid es incluso menor a la del conjunto de la cartera de empresa.

Otro signo de optimismo lo reflejan todas las medidas extraordinarias que ha ido poniendo en marcha el Gobierno en los últimos meses para paliar el posible efecto acantilado. Desde quitas hasta préstamos participativos para las empresas en apuros, e incluso seis meses más de carencia para las empresas de los sectores más tocados por la guerra de Ucrania. Sin embargo, la petición de estas medidas está siendo excepcional, según los banqueros consultados.

Pero no todo son brotes verdes. Que las empresas tengan liquidez de sobra y no necesiten 10.000 millones de más no implica que su futuro sea próspero. Al contrario, las entidades reconocen que la petición de financiación a largo plazo, la que se solicita para nuevos proyectos e inversiones, está muy tocada durante 2022. Las empresas siguen pidiendo mucho crédito para el circulante, pero poco para el futuro. Algo que tampoco pueden solucionar los ICO.