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Los bancos atan en corto a los fondos buitre para que frenen los desahucios
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Los bancos atan en corto a los fondos buitre para que frenen los desahucios

Las entidades imponen condiciones cada vez más duras para que los fondos no puedan desahuciar en las carteras de hipotecas que se están vendiendo en los últimos años

Foto: Manifestación contra los desahucios en Madrid. (EFE/Chema Moya)
Manifestación contra los desahucios en Madrid. (EFE/Chema Moya)
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Los bancos aprenden la lección del pasado. Las grandes entidades españolas están firmando contratos cada vez más restrictivos para evitar que los fondos buitre desahucien a sus antiguos clientes. Quieren evitar el riesgo reputacional derivado de dichas ejecuciones, aunque no sean ellos las que las ordenan ni los que se quedan el piso, según fuentes financieras consultadas por este medio.

Así está ocurriendo en las grandes ventas de hipotecas que llevan algunos años poniendo en el mercado los bancos. Actualmente, tienen operaciones de este tipo Santander (1.000 millones), CaixaBank (800 millones), Kutxabank (230 millones) y Abanca (240 millones). En total, en torno a 2.300 millones, que se suman a otras cifras similares cerradas en los últimos años.

Foto: Manifestación contra los desahucios. (Chema Moya/EFE)

Estas operaciones agrupan entre 20.000 y 30.000 hipotecas morosas o con debilidades que en las próximas semanas pasarán a manos de fondos de inversión internacionales como Carval, Ellington, KKR, CPPIB, Marathon o Tilden.

El objetivo de estos inversores es rentabilizar estas carteras en el menor tiempo posible. Para ello, llegan a acuerdos para reestructurar la deuda, realizan daciones en pago y, en los peores casos, recurren a la ejecución hipotecaria.

Este último escenario es el que quieren evitar, o al menos minimizar, los bancos. Un factor que lo explica es que muchas de estas operaciones se realizan a través de titulizaciones. Eso facilita la operativa, ya que las entidades ceden los derechos económicos de las hipotecas pero no su propiedad, puesto que en caso contrario tendrían que acudir al notario para traspasar los préstamos uno a uno, con el coste y la ralentización que ello implicaría.

El factor clave

Este escenario provoca que cuando un fondo oportunista al que han traspasado los derechos económicos de las hipotecas morosas decide recurrir a la ejecución, el nombre que sale en los papeles sigue siendo el del banco que otorgó el crédito. De ahí que las entidades busquen blindarse.

Lo que no contemplan los bancos es dejar de negociar este tipo de operaciones, sobre todo con las conocidas como hipotecas 'reperforming', al corriente de pago pero con debilidades mostradas en los últimos meses.

placeholder Foto: EFE.
Foto: EFE.

La regulación bancaria les obliga a provisionar como crédito moroso cualquier hipoteca que impaga tres cuotas seguidas. Mientras, las entidades no pueden considerar incumplido el pago del préstamo hasta que se impaguen 12 cuotas en la primera mitad del contrato, y 15 a partir de entonces.

En 2021 hubo casi 12.000 ejecuciones hipotecarias, un 56% más que en 2020 y la cifra más alta desde 2016. Las entidades vienen argumentando desde la anterior crisis que la mayor parte de estos desahucios se produce en viviendas alquiladas y no en pisos hipotecados. Y recuerdan que todo el sector suscribió el código de buenas prácticas, que les obliga a plantear alternativas a las familias más vulnerables. A esto se suma que los desahucios están actualmente congelados para este colectivo por real decreto, que vence el próximo 30 de septiembre.

Los bancos aprenden la lección del pasado. Las grandes entidades españolas están firmando contratos cada vez más restrictivos para evitar que los fondos buitre desahucien a sus antiguos clientes. Quieren evitar el riesgo reputacional derivado de dichas ejecuciones, aunque no sean ellos las que las ordenan ni los que se quedan el piso, según fuentes financieras consultadas por este medio.

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