Los Gallemí vuelven a perder un juicio por la autoría intelectual del Clipper de Flamagás

El Juzgado de lo Mercantil n.º 4 de Barcelona ha desestimado una demanda contra Flamagás, el fabricante de encendedores recargables propiedad de la Corporación Puig, por parte de la familia Escribano Gallemí. Rosa Gallemí, cuya edad rebasa los 100 años, reclamaba para su familia la autoría intelectual del 'Clipper', el producto estrella de Flamagás, un mechero de gas del que se han vendido millones de unidades en todo el mundo. Se trata del tercer revés judicial que reciben por este asunto.

Primero fue en 2014, cuando se acordó el sobreseimiento provisional del procedimiento penal por amenazas interpuesto contra José Luis Escribano Gallemí, hijo de Rosa Gallemí, después de que el acusado reconociese tales amenazas y pidiera disculpas por ellas. El segundo llegó en 2019, cuando la demanda por infracción de derechos de patente interpuesta por la familia fue desestimada por "defectos jurídicos relevantes por falta de claridad o precisión".

"Desestimamos íntegramente la demanda interpuesta por la representación procesal de la actora, doña Rosa Gallemí Balagué"

El último ha sido el del pasado mes de abril, cuando el juez desestimó la demanda contra Flamagás por considerar que las patentes en las que sustenta sus derechos Gallemí han caducado hace al menos treinta años, en contra de la tesis de los demandantes, que sostiene que tienen derecho a reclamar hasta los cinco años siguientes de haber descubierto la presunta vulneración de una patente.

Además, la sentencia carga con las costas del juicio a la señora Gallemí: "Desestimamos íntegramente la demanda interpuesta por la representación procesal de la actora, doña Rosa Gallemí Balagué, con expresa imposición de las costas causadas por la demanda a dicha actora".

Las patentes del 'Clipper'

'Clipper' fue diseñado por Enric Sardá y patentado por la catalana Flamagás a comienzos de la década de los 70, empresa que acabó dirigiendo Josep María Puig, hijo del fundador del imperio de la perfumería, una de las mayores fortunas de España. El grupo cerró 2021 con una facturación cercana a los 2.600 millones de euros anuales.

Por otra parte, Rosa Gallemí y su ya difunto marido, José Luis Escribano, habían gestionado entre los años cuarenta y los setenta una empresa de encendedores y cargas de gas, de la que salieron productos como el J-3500 Roni Gas, el primer mechero a gas. Desde mediados de la década pasada, esta familia emprendió acciones judiciales para tratar de reclamar la propiedad intelectual del 'Clipper'. A día de hoy, sus reclamaciones no han sido admitidas por ningún tribunal.

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El último juicio se celebró el 7 de abril y la demanda de los Escribano fue desestimada. Según se desprende del documento, al que ha tenido acceso El Confidencial, se probó la solicitud y concesión de todas las patentes presentadas en la audiencia previa (que tuvo lugar en noviembre de 2021), a excepción de tres patentes de invención y un modelo de utilidad.

La clave del asunto es que en aquella época todas las creaciones registradas en la Oficina Española de Patentes (OEPM) se regían por el Estatuto de la Propiedad Intelectual de 1929, que fijaba un plazo de duración para las patentes y modelos de utilidad de 20 años. Las invenciones presentadas tuvieron, por tanto, una vigencia que finalizó entre 1981 y 1990. Así, el magistrado consideró que cuando la actora —Gallemí— inició el recurso (2021), lo hizo con unos títulos de propiedad industrial que no estaban vigentes al haber transcurrido el plazo improrrogable de la normativa de la época.