Laporta ultima un acuerdo con CVC, Goldman y ASF para levantar 900 millones

Joan Laporta tiene apenas un mes para reconducir las quebradas cuentas del Fútbol Club Barcelona. Una situación tan crítica que ahora mismo no podría inscribir para la próxima temporada a los jugadores que incorporó en enero, como Ferran Torres y Aubameyang, ni a los que ya ha fichado, Kessié (Milán) y Christensen (Chelsea). Para ello, el presidente azulgrana negocia cerrar esta semana el acuerdo con CVC Capital Partners y vender un tercio de los derechos de televisión a Goldman Sachs por 900 millones de euros.

Según aseguran fuentes financieras, Laporta mantuvo el jueves pasado una reunión determinante para desbloquear el pacto con CVC Capital Partners, el fondo de capital riesgo que inyectó 1.800 millones a la Liga de Fútbol Profesional (LFP) a cambio del 10% de los ingresos obtenidos por la retransmisión de los partidos de Primera y Segunda División durante 50 años. Un acuerdo que el Barça, el Real Madrid y el Athletic de Bilbao rechazaron pese al visto bueno de los 39 equipos restantes.

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Pero el abogado culé, tras descubrir que la institución deportiva tiene una deuda bruta de 1.350 millones de euros y un agujero patrimonial de casi 500 millones una vez asumida la presidencia, se ve ya contra las cuerdas si quiere que el Barça aspire a competir por títulos tras una nueva temporada (dos de las últimas tres) en blanco. CVC le ha dado a Laporta hasta hoy lunes para responder a la última propuesta. El fondo ofrece 270 millones, los que le corresponderían si hubiera firmado el acuerdo inicial aceptado por el resto de los integrantes de LaLiga, pero el presidente 'blaugrana' pide 30 más.

El Fútbol Club Barcelona ha pedido un informe a una consultora externa para que valide que ese importe no computará como deuda y sí como fondos propios si finalmente esa cantidad se tituliza entre inversores institucionales. Según fuentes próximas a las negociaciones, ha sido BDO la que ha realizado el análisis y ha determinado que los 270 millones de CVC podrían contabilizarse como patrimonio, una cuestión clave para que el auditor no obligue al Barça a reformular las cuentas cuando cierre el ejercicio a 30 de junio.

En cualquier caso, la inyección de dinero de CVC apenas resolverá la quiebra técnica del club. Aunque el 'private equity' le dará inmediatamente 162 millones, el 60% del total, el mismo porcentaje que han recibido ya el resto de clubes, la junta directiva apenas podrá destinar a fichas 24,3 millones, el 15%, como está establecido en el acuerdo marco con el fondo de capital riesgo. Por eso, Laporta tiene que tomar otras decisiones complementarias si quiere construir un equipo capaz de volver a competir por títulos, tanto en España como en Europa.

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Una de ellas, según fuentes próximas a las conversaciones, es la venta de una parte adicional de los derechos de televisión, que actualmente están pignorados (hipotecados) por el préstamo de 525 millones a devolver a 10 años que Goldman Sachs le concedió el pasado verano para poder hacer frente al pago de los sueldos de los jugadores. Laporta está negociando con el banco estadounidense ampliar esta cantidad a cambio del 30% de los ingresos de la televisión (unos 250 millones por temporada) a un plazo menor de los 50 años que tiene que firmar con CVC.

Fuentes próximas al que hoy es el mayor acreedor del Barça han confirmado esta información, pero se remiten al club sobre los detalles del potencial acuerdo. El papel de Goldman Sachs es vital para aprobar esta operación y validar las garantías, porque a la vez es el financiador del crédito concedido por CVC a LaLiga.

Otras dos palancas

A su vez, la entidad deportiva, que ha visto que también se le han escapado dos 'champions' de las secciones de baloncesto y fútbol femenino, mantiene conversaciones con All Sports Finance (ASF), otro fondo de capital riesgo especializado en financiar clubes a cambio de ingresos futuros. Según distintas fuentes, ASF podría conceder al Barça capital por 400 millones y deuda por unos 200 millones. El Confidencial ha tenido acceso a documentación que confirma estas negociaciones, pero el 'private equity' no ha respondido a la petición de información de este medio.

Por último, Laporta tiene encaminada la venta del 49% de Barça Licencing, la filial que se dedica a la venta del 'merchandising'. El club ultima un acuerdo con Investindustrial, el fondo de capital riesgo de la familia Bonomi, como adelantó este periódico en abril de 2021. Pero esta operación debe ser ratificada por la asamblea de socios, por lo que, salvo que se convoque de forma inmediata, los ingresos de la desinversión no entrarían dentro del ejercicio 2021-2022, que acabará de nuevo con pérdidas al registrar un desfase de más de 100 millones por haber sido eliminado en la fase regular en la Champions.

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Según fuentes cercanas a las negociaciones, la aparición de todos estos fondos demuestra que el Barça sigue teniendo crédito pese a estar en la UCI económica, con un patrimonio negativo de 500 millones. Si Laporta cierra al menos dos de estas transacciones, el Barça podrá inscribir a Ferran Torres y Aubameyang, además de a Kessié y a Christensen. Pero, sobre todo, podrá acometer el fichaje de Lewandowsky (Bayern de Múnich) sin necesidadr de desprenderse de algún activo que Xavi Hernández, el entrenador del primer equipo, considera esencial para el proyecto 2022-2023, como Frenkie de Jong.

El hecho de que el Real Madrid, el eterno rival, haya levantado 360 millones por la venta parcial de los derechos de explotación del nuevo Bernabéu también presiona al abogado culé a tomar decisiones inmediatas si quiere tener liquidez para competir en el mercado de los grandes jugadores.