Cinco mitos sobre la sostenibilidad en la industria del automóvil

La industria del automóvil lleva años en reconversión. El modelo de los combustibles fósiles empieza a quedar obsoleto e incluso a ser rechazado por muchos usuarios, pero resultaría iluso pensar que de la noche a la mañana todo el mundo va a tener un coche eléctrico o a recurrir a la economía compartida. En cualquier caso, “la regulación de emisiones está imponiendo una serie de restricciones que están haciendo que la sostenibilidad se convierta en uno de los factores clave que va a determinar el éxito de la industria”, nos cuenta Gustavo Samayoa, responsable de Industria y Movilidad en Accenture España, Portugal e Israel.

El sector, por tanto, se mueve en ese camino entre lo tradicional, lo disruptivo y lo sostenible. Y en ese camino surgen varios debates, pero también varios mitos. Son los que refleja el estudio Desmontando mitos sobre sostenibilidad en la industria del automóvil, elaborado por Accenture, que pone negro sobre blanco la realidad sobre cinco falsas creencias:

Mito 1: Muy pocos conductores se preocupan por la sostenibilidad de los vehículos.

Realidad: La mayor parte de los compradores están preocupados por el impacto medioambiental de sus vehículos, lo que puede afectar a sus decisiones de compra. La sostenibilidad ya no es un asunto secundario para compradores y conductores. De hecho, casi dos tercios de los encuestados se muestran muy preocupados por el medioambiente. Esta preocupación, además, es independiente de la edad de los conductores, de su lugar de residencia y de su nivel de ingresos.

Mito 2: Los vehículos con motor de combustión interna seguirán siendo una importante fuente de ingresos.

Realidad: La mayor parte de los conductores se plantea adquirir un vehículo sostenible: el 73% prefiere que su próximo vehículo sea NEV y se inclina hacia vehículos eléctricos híbridos. Incluso el 53% de los conductores menos sostenibles tienen previsto adquirir un vehículo NEV.

Adiós al motor de combustión interna: la mayor parte de conductores sopesa comprar un vehículo sostenible

Mito 3: Los conductores no quieren pagar más por vehículos sostenibles.

Realidad: 9 de cada 10 conductores sostenibles están dispuestos a pagar más por un vehículo sostenible: de hecho, 6 de cada 10 pagarían al menos un 6% más, mientras que 4 de cada 10 podría pagar hasta un 5% más por servicios sostenibles de mantenimiento y reparación. Dichos conductores también harían otros sacrificios por un vehículo sostenible, como un diseño menos atractivo y más funcional (63%) o una infraestructura de carga que no estuviera mucho más extendida que la actual (59%).

Mito 4: Los conductores priorizan la comodidad y experiencias digitales sobre el impacto en el medioambiente.

Realidad: Los conductores no quieren elegir entre experiencias digitales, comodidad y sostenibilidad. Lo quieren todo. Las preferencias de los conductores sostenibles se inclinan hacia las experiencias digitales aún más que las de otros conductores. De hecho, tienen un 25% de probabilidades de haber comprado un vehículo online. El 74%, además, quiere que los fabricantes le presenten ofertas proactivas basadas en un seguimiento del vehículo en tiempo real para identificar sus necesidades de mantenimiento y reparación.

Mito 5: Tesla se ha situado como líder en sostenibilidad.

Realidad: Ningún fabricante es líder indiscutible. El 12% de los conductores sostenibles se inclina por esta marca, pero les siguen muy de cerca (11%) quienes prefieren otras como BMW o Audi. De hecho, el 13% ni siquiera asocia a un fabricante concreto con la sostenibilidad.

Las claves para liderar el cambio

Con este escenario, las marcas deben saber muy bien qué posiciones ocupar. Para Samayoa, liderar el cambio hacia la movilidad sostenible del sector pasa por cuatro claves esenciales. En primer lugar, “incorporar el concepto de sostenibilidad a lo largo de todo el ciclo de vida del cliente, no únicamente en el diseño del producto”.

Pero el enfoque sostenible no es un mero añadido, sino algo esencial. Por ello, la segunda clave pasa por ”hacer que la sostenibilidad sea una parte intrínseca de la marca”. Además, dichas marcas “tienen que ser capaces de comunicarlo”, asegura.

"La carrera por el liderazgo en sostenibilidad sigue abierta. Las compañías que actúen con rapidez estarán mejor posicionadas para capturar la demanda"

Es evidente que la evolución del sector llevará consigo también un cambio en los costes de producción y en los de venta. Esto implica, según Samayoa, que las marcas “tienen que adecuar los precios y maximizar la rentabilidad en aquellos puntos en que el cliente realmente esté dispuesto a pagar más por la compra o por el uso del servicio de movilidad”.

Por último, no puede dejarse la tecnología al margen. Es por ello que la cuarta clave pasa por “mejorar la experiencia digital en todos los puntos del proceso de venta, en los diferentes modelos de venta y con los diferentes tipos de propiedad”. Y es que, pese a que haya quien piense lo contrario, “la carrera por el liderazgo en sostenibilidad todavía sigue abierta. Aquellas compañías que actúen con rapidez estarán mucho mejor posicionadas para poder capturar toda esa demanda de vehículo sostenible”, concluye.