El ángulo muerto de la investigación interna de BBVA en el caso Villarejo

Semana tensa para BBVA en la Audiencia Nacional, por dos motivos. El primero, porque declara el asesor sénior del presidente, Juan Asúa, como investigado. Y el segundo, porque en las últimas semanas su investigación interna ha sufrido nuevos golpes, tanto procedentes de 'fuego amigo' —uno de los peritos de un exdirectivo— como de una de las principales acusaciones particulares, la del expresidente de Sacyr Luis del Rivero.

Esta nueva exposición judicial llega en un momento delicado para la entidad, ya que hay sobre la mesa una petición de que su presidente, Carlos Torres, declare como testigo, y porque la instrucción se va acercando a su final sin que haya indicios de que el juez y los fiscales de Anticorrupción confíen en su 'forensic', clave para que el banco esquive la primera gran condena de una empresa del Ibex en la Audiencia.

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La pasada semana, el banco envió un duro escrito al juzgado en el que se oponía rotundamente a la declaración de su presidente, calificando la petición de Del Rivero de "impertinente". Según fuentes del caso consultadas por este medio, este documento ha dejado "pocos amigos y algunos cabos sueltos".

Los principales focos de críticas son las críticas del banco a la "obsesión" a examinar su investigación interna, y la defensa de que la entidad no tuvo que analizar los correos de Torres, dado que no se encontraron motivos para ello en "la correspondencia que el Sr. Torres mantuvo por correo electrónico con los investigados en este procedimiento y con el resto de custodios".

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Estas fuentes cuestionan que el banco haya decidido definitivamente no analizar los correos de su presidente porque no hayan surgido evidencias en los 'e-mails' de otros ejecutivos, mientras que a otros exdirectivos se les revisaron sus documentos con menos miramientos y se les abrieron expedientes sancionadores exprés, muchos archivados. Torres fue consejero delegado del grupo, con responsabilidad del jefe de Seguridad —Julio Corrochano— a través de uno de sus directores generales, en tres de los años que BBVA contrató a Cenyt (2015-17). "Solo por eso, y por aquello de la mujer del César, la investigación de BBVA tendría que haber analizado los correos de su presidente", añaden.

El ángulo muerto

Junto a ello, el posicionamiento de BBVA ha generado dudas respecto a un hecho. La entidad da por 'limpios' los correos de su presidente porque no ha visto nada que invite a ello entre los 18 buzones corporativos analizados. Pero este trabajo no acredita si hay algún ángulo muerto en la investigación con los documentos cruzados entre Torres y otros investigados cuyos 'e-mails' no fueron analizados, como el propio Asúa y su ex número dos Ricardo Forcano. Este exdirectivo fue superior jerárquico de Corrochano y el responsable de firmar su salida remunerada mientras estallaba el escándalo.

Al margen de estas quejas, algunas de exdirectivos señalados por la investigación del banco, BBVA se la juega en dos frentes en los próximos días. El primero es la declaración de Asúa. El asesor de Torres ha sido señalado por otro de los imputados, Antonio Béjar, con correos que apuntarían a su responsabilidad sobre algunas contrataciones de Villarejo. Asúa era entonces responsable de BBVA España, y durante los últimos años ha sido uno de los directivos encargados de marcar la estrategia del banco respecto al caso Villarejo.

El perito de Gómez Barredo críticó el 'forensic', sin respuesta del banco

A todo esto se suma que el 'forensic' de BBVA sigue estando en la diana de juez, fiscales, acusaciones y otras defensas. El último en cuestionarlo ha sido el perito del exdirector de Contabilidad del banco Ricardo Gómez Barredo. Este ex alto cargo pidió una pericial para aclarar si las facturas de Villarejo se contabilizaron bien al catedrático de la Universidad de Navarra, Germán López Espinosa.

En su declaración, el experto declaró que el 'forensic' de PwC parte de "premisas falsas" y que usa "afirmaciones basadas en las explicaciones de la entidad, pero no en información". Y, añadió, "con esa documentación las conclusiones son otras". Los abogados de BBVA tuvieron la oportunidad de tratar de contradecir al perito, pero ni siquiera lo intentaron.