Iberdrola guardó en una caja fuerte alternativa facturas "confidenciales" de Kroll por 5 millones
El considerado testigo clave revela al juez de la Audiencia Nacional cómo la eléctrica ocultó los pagos a la agencia estadounidense y que no fueron analizados por el 'forensic' de PwC
Manuel García Castellón, el juez de la Audiencia Nacional que investiga los pagos de empresas del Ibex al comisario José Manuel Villarejo, ya tiene en sus manos la documentación solicitada al testigo clave, José Antonio del Olmo, de la pieza número 17 que afecta a Iberdrola. Según el que fuera ‘controller’ de la eléctrica, la empresa presidida por Ignacio Sánchez Galán pagó cerca de cinco millones de euros a Kroll, la conocida compañía estadounidense de detectives, a través de facturas que fueron calificadas de confidenciales y guardadas en una caja fuerte alternativa.
Así lo sostiene Del Olmo, el que hasta 2016 fue administrador de la contabilidad de Iberdrola y que denunció ante notario los presuntos pagos fraudulentos de la multinacional energética a Villarejo. El ya jubilado directivo de la empresa con sede en Bilbao ha enviado al magistrado un escrito en el que asegura que el informe 'forensic' realizado por PwC sobre las relaciones del grupo con el comisario jubilado tenía muchas deficiencias, entre otras cosas, porque no se tuvieron en cuenta estas facturas abonadas a Kroll y que, según su versión, tienen relación con Villarejo.
Iberdrola ya reconoció a este medio en marzo de 2020 que había abonado cerca de 10 millones a Kroll entre 2008 y 2016, de forma totalmente legal, sin precisar el motivo de los encargos. Pero, sin embargo, PwC solo analizó la mitad de esos importes.
Para Del Olmo, los trabajos encargados por la Secretaría General y el Gabinete de Presidencia de Iberdrola fueron contabilizados y pagados por Jesús Pernía Ostolaza, uno de los hombres de confianza de Julián Martínez Simancas, a su vez el hombre de confianza en asuntos jurídicos del presidente, Ignacio Sánchez Galán. Unas facturas que, dado su carácter reservado, se pedía que no fueran escaneadas y, en su lugar, se guardaran en una caja fuerte particular, diferente de la que usaba habitualmente la Dirección de Administración.
El Confidencial ha tenido acceso al menos a seis facturas abonadas a Kroll entre febrero y julio de 2009, un periodo de tiempo en el que ya se había desatado la guerra entre Florentino Pérez y Sánchez Galán por el control de Iberdrola. Los trabajos de la reputada agencia de detectives requerían "pago inmediato" de unos 290.000 euros por mes, sin especificar el motivo de los importes devengados ni el concepto de los mismos. Eran, según Del Olmo, gestionados con “total opacidad”.
Una falta de control que queda reflejada también, según su versión, en unos correos electrónicos en que uno de los directores de Contabilidad asegura que “Pernía se salta todos los procedimientos” cuando el jefe del Gabinete de Presidencia, Rafael Orbegozo, solicita a Juan Carlos Rebollo, actual director de Control de Riesgos, que apruebe el pago de tres encargos, uno de ellos, una asesoría directa para el presidente.
Ante esta solicitud, Rebollo, imputado actualmente en la causa, afirma que “si se confirma esa actitud, creo que he de reconducir a Pernía”, que fue jubilado en 2017 por Iberdrola y posteriormente vuelto a contratar para que se encargase de la organización de las juntas generales de accionistas. Algunas de las facturas vinculadas a Castellana de Seguridad (Casesa), empresa que después pagó a Villarejo, están asociadas a gastos precisamente de las juntas y presentación de resultados ante inversores.
Del Olmo ha expuesto al juez que el informe 'forensic' de PwC, que según Iberdrola analizó con total libertad e independencia toda la información disponible sobre Villarejo, no revisó los dispositivos móviles de Pernía, como sí hizo con hasta siete personas del área de Seguridad y de la cúpula directiva del grupo, incluido el presidente. Tampoco lo hizo con Mariano Rodríguez, el empleado encargado exclusivamente de la contabilización de las facturas de Seguridad, que también depositó ante notario un escrito en el que relataba las supuestas irregularidades cometidas en su departamento, según fuentes próximas al caso.
Por el contrario, el 'forensic' de Iberdrola sí analizó otros pagos a Kroll por otros cinco millones de euros que fueron cargados al área de Comunicación, que dependía en aquel momento de Fernando Becquer, actual consejero de El Corte Inglés. Según fuentes conocedoras de estos encargos, la agencia estadounidense investigó a ACS, que en aquel momento tenía el 20% de Iberdrola, por encargo del consejo de administración de la eléctrica, que consideraba la constructora una compañía competidora por tener también intereses en el mercado de energías renovables. Por aquellas fechas, Villarejo y Antonio Asenjo, jefe de Seguridad de Iberdrola, hablaron de espiar a Florentino, que se ha personado en la causa como perjudicado.
Manuel García Castellón, el juez de la Audiencia Nacional que investiga los pagos de empresas del Ibex al comisario José Manuel Villarejo, ya tiene en sus manos la documentación solicitada al testigo clave, José Antonio del Olmo, de la pieza número 17 que afecta a Iberdrola. Según el que fuera ‘controller’ de la eléctrica, la empresa presidida por Ignacio Sánchez Galán pagó cerca de cinco millones de euros a Kroll, la conocida compañía estadounidense de detectives, a través de facturas que fueron calificadas de confidenciales y guardadas en una caja fuerte alternativa.