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El otro secreto de Wallbox está en manos de los 'Ficosa boys'
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NUEVOS CARGADORES PÚBLICOS

El otro secreto de Wallbox está en manos de los 'Ficosa boys'

Tienen un papel clave en la evolución de la 'startup' de Asunción y Castañeda y desempeñan puestos críticos en la estructura del fabricante de cargadores, que aspira a ser un actor global

Foto: Asunción, Colau, Aragonès y Maroto, en la inauguración de la nueva fábrica de Wallbox. (EFE/Quique García)
Asunción, Colau, Aragonès y Maroto, en la inauguración de la nueva fábrica de Wallbox. (EFE/Quique García)
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Convertir una idea brillante en ‘startup’ representa un salto de gigante para cualquier emprendedor. Pero escalarlo de forma global, si además implica un ingente desarrollo industrial, es un reto al alcance de pocos. Siete años después, ya cotizando en la bolsa de Nueva York como emergente unicornio (más de 1.000 millones de valoración), los nombres de Enric Asunción y Eduard Castañeda son reconocidos como fundadores de la exitosa Wallbox, el proyecto de cargadores inteligentes para vehículos eléctricos, parido en Sant Andreu de la Barca (Barcelona), que va camino de consolidarse como multinacional de nuevo cuño subido a la ola de la transición energética.

Aunque su fama sea reciente, esta semana la inauguración de su nueva fábrica de ensamblaje en la Zona Franca de Barcelona supuso todo un hito institucional, con interés generalizado por figurar en la foto del estreno. Sin la presencia del presidente Pedro Sánchez, que provocó un cambio de fecha para poder asistir, aunque al final fue baja, estuvo todo el elenco posible: Pere Aragonés, presidente de la Generalitat; Ada Colau, alcaldesa de Barcelona; Reyes Maroto, ministra de Industria; Ignacio Sánchez Galán, presidente de Iberdrola, primer accionista institucional de Wallbox y su primer cliente, e, incluso, Henry Ford, el nombre más citado por los ponentes en sus discursos.

Aunque también estaban presentes el miércoles, varias de las personas clave en la historia de éxito de Wallbox están fuera de los focos

Aunque también estaban presentes el miércoles, varias de las personas clave en la historia de éxito de Wallbox están fuera de los focos. Son los 'Ficosa boys' y atesoran un peso relevante en el sector industrial catalán por su paso por el fabricante de componentes de automoción fundado en 1949 y ahora multinacional con más de 1.000 millones de facturación y fábricas en más de 20 países. Tienen un papel clave en la evolución de la ‘startup’ de Asunción y Castañeda y desempeñan puestos críticos en la estructura del fabricante de cargadores, que aspira a ser un actor global y tener centros de producción en varios continentes. Mejor pensar a lo grande.

Josep Maria Tarragó es una de esas figuras en la sombra. Forma parte del núcleo duro de primeros accionistas y en la actualidad tiene despacho propio junto a Enric Asunción, que quiere tenerle cerca. Formalmente, detenta el cargo de 'chief staff officer', pero, en realidad, ejerce como consultor de cabecera del consejero delegado, que confía en su experiencia profesional para acompañarle en este viaje. No en vano, forma parte de una de las sagas fundadoras de Ficosa, de la que fue vicepresidente, y ha participado en otros proyectos industriales prometedores, como Carbures, el fabricante de soluciones para la industria automotriz y aeroespacial sobre fibra de carbono.

Foto: Ming-po cai, fundador de Cathay Capital. (Reuters)

El otro gran catalizador de fuerzas es Jordi Lainz, director financiero y también responsable de Jurídico, Recursos Humanos, Relación con Inversores y Corporativo. Es el hombre orquesta del joven equipo, donde pone las canas y su pasado como alto directivo de Ficosa y Eurofred. Mientras estaba en el líder de refrigeración industrial de la familia Santacana, cuya oficina familiar también gestionaba, recibió la visita de los ingenieros Asunción y Castañeda para ver si invertía sus cargadores. El flechazo fue inmediato, pero también su implicación, pues metió a sus jefes como accionistas, les representó como consejero, como hizo en Carbures, y desde hace tres años trabaja en Wallbox.

El tercero en discordia es Oriol Riba, a la sazón responsable de la nueva planta de Barcelona e ideólogo (técnico) de la nueva que preparan para Arlington (Texas). Tras más de dos décadas de carrera en Ficosa, donde asumió diversos cargos de responsabilidad como responsable de producción, fue reclutado para la causa de Wallbox por la red de Lainz en 2019. Poco antes de su fichaje, todo giraba en torno a poco más de 40 ingenieros y ahora son ya más de 1.000 personas en plantilla, con otra planta en curso en China de la mano de un socio local y con dos productos listos para entrar en el segmento del sector público con los cargadores Supernova a Hipernova.

Foto: Ejecutivos de Wallbox, en la Bolsa de Nueva York. (Reuters)

Pese a este crecimiento vertiginoso, Wallbox todavía quema dinero. Seis meses después de su debut bursátil, todavía defiende valoración y es capaz de seguir haciendo rondas de financiación con nuevos inversores y más dinero de los ya presentes. Todo va muy deprisa. La escala es clave para ganar cuota de mercado lo antes posible y generar una ventaja competitiva de hasta dos años ante una posible irrupción de tecnologías competidoras. Mientras, Asunción y Castañeda siguen pensando en las soluciones para el presente y el futuro del vehículo eléctrico. Y, por detrás, los veteranos de Ficosa se encargan de que la maquinaria no falle.

Convertir una idea brillante en ‘startup’ representa un salto de gigante para cualquier emprendedor. Pero escalarlo de forma global, si además implica un ingente desarrollo industrial, es un reto al alcance de pocos. Siete años después, ya cotizando en la bolsa de Nueva York como emergente unicornio (más de 1.000 millones de valoración), los nombres de Enric Asunción y Eduard Castañeda son reconocidos como fundadores de la exitosa Wallbox, el proyecto de cargadores inteligentes para vehículos eléctricos, parido en Sant Andreu de la Barca (Barcelona), que va camino de consolidarse como multinacional de nuevo cuño subido a la ola de la transición energética.

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