Las razones detrás de la claudicación de Medel al frente de la Fundación Unicaja

Hablar mal de Braulio Medel hace unos años en Andalucía era casi una blasfemia. Este banquero andaluz ha sido una institución durante las tres décadas que ha controlado Unicaja —1991-2011—, Unicaja Banco —2011-2016— y la Fundación Unicaja —desde 2016—. Sin embargo, este economista ha perdido casi todos sus apoyos en los últimos meses por una gestión personalista de la fundación, las presuntas irregularidades arrastradas del pasado y por su extraño apoyo a los gestores asturianos de Unicaja Banco.

Medel anunció en pleno Jueves Santo a través de un comunicado enviado a varios medios —no a El Confidencial— que renuncia como presidente de la fundación, algo que materializará un "corto periodo de tiempo", con dos meses como tope. Y apunta que su decisión hasta ahora era haberlo hecho en otoño, algo que los que le conocen se toman a broma.

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La realidad es que el rumbo de Medel ha girado 180 grados en los últimos meses. Acostumbrado a gestionar sin oposición las entidades que lideraba, se ha encontrado recientemente con patronos de la Fundación Unicaja que cuestionaban sus decisiones, su forma de gestionar e incluso su pasado.

Todo ello ha hecho que se posicionen públicamente en contra del presidente de la fundación la vicepresidenta primera del Gobierno, Nadia Calviño, el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, y el líder del PSOE andaluz, Juan Espadas.

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Durante las últimas semanas, Medel ha reactivado su agenda todo lo que ha podido para recuperar apoyos. Ha viajado con frecuencia a Madrid, para responder ante el Banco de España, y ha tratado de recuperar su influencia dentro del Partido Socialista andaluz. Sin éxito. Por si fuera poco, ha visto recientemente reducido su apoyo del patronato de la fundación, hasta el punto de que se ha convocado una reunión extraordinaria por parte de sus opositores, el próximo martes. Todo ello, unido a la apertura de diligencias en su contra de la Fiscalía de Málaga, han llevado a Medel a tirar la toalla.

Razones del vuelco

El golpe más fuerte contra Medel llegó hace algunas semanas, con el escrito recibido del Ministerio de Economía en el que se cuestionaba su idoneidad, se pedía una investigación interna a la Fundación Unicaja e incluso se apuntaba que podría estar usando la institución en su propio interés y perjudicando a Unicaja Banco.

Precisamente, la determinación que más ha pesado en este banquero ha sido la de apoyar a los gestores asturianos de Liberbank en la fusión con Unicaja Banco, como adelantó este medio. Los cuatro consejeros de la fundación en el banco han venido apoyando sistemáticamente al consejero delegado, Manuel Menéndez, en decisiones clave que han restado poder a consejeros y directivos malagueños. Todo ello mientras Medel se reunía frecuentemente con el CEO asturiano de Unicaja Banco. El último ejemplo se vivió hace algunos días, con un comunicado del consejo del banco respaldando indirectamente a Medel con el voto en contra del presidente, Manuel Azuaga.

En medio de este clima han surgido informaciones —algunas adelantadas por este medio— sobre presuntas malas prácticas del pasado de Medel. Entre ellas, los informes que envió el Banco de España en 2007 y 2009 proponiendo un expediente a Medel a la Junta de Andalucía, que fueron archivados durante 10 años para su posterior archivo de mano de la actual ministra María Jesús Montero.

Junto a ello, llegó la sentencia del caso Ausbanc, que daba como hechos probados que la dirección de Unicaja pagó un millón de euros a la organización liderada por Luis Pineda para que retirara una acusación contra Medel en el caso de los ERE de Andalucía. Tanto estos hechos como los de las dietas están sobre la mesa de la Fiscalía de Málaga y el Protectorado de las Fundaciones Bancarias.

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Otro de los factores que han pesado en contra de Medel es que, en medio de esta crisis, ha gestionado la Fundación Unicaja bloqueando informes externos sobre sus presuntas irregularidades y negando el debate sobre cuestiones clave de la institución. Todo ello hizo que llegaran peticiones de amparo al Ministerio de Economía, que han desembocado en la situación actual.

En su comunicado, el presidente de la Fundación Unicaja defiende su trayectoria durante "cuarenta y cinco años consagrados a la economía andaluza" y afirma que él y otros patronos han recibido una serie de presiones ("externas y mediáticas") por ser "independientes y coherentes". El banquero sevillano quiere salir como un héroe, pero eso dependerá del futuro de Unicaja Banco y de lo que determinen la Fiscalía de Málaga y el Ministerio de Economía.