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Maxam, la empresa de explosivos señalada por Zelenski y su "problemática" filial rusa
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Se fundó hace justo 150 años

Maxam, la empresa de explosivos señalada por Zelenski y su "problemática" filial rusa

Aunque de origen vasco, la compañía es hoy propiedad del fondo estadounidense Rhône Capital que controla un gigante de más de 6.000 empleados en 100 países

Foto: Camión de Maxam en la ampliación del canal de Panamá. (EFE)
Camión de Maxam en la ampliación del canal de Panamá. (EFE)
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Durante su intervención frente a los congresistas españoles, el presidente ucraniano Volodímir Zelenski ha puesto un foco achicharrante sobre varias empresas españolas que, en su opinión, colaboran activamente con Rusia. Porcelanosa es la más conocida, pero Maxam, la segunda que ha nombrado, ha hecho que mucha gente haya puesto la mirada en esta empresa, máxime cuando su actividad principal son los explosivos. La compañía vasca es la sucesora de la Unión Española de Explosivos y, mucho antes, de la Sociedad Española de Dinamita, que Alfred Nobel fundó hace justo 150 años, en 1872.

Hoy muchas cosas han cambiado desde que el inventor de la dinamita pusiera la primera piedra de la compañía a las afueras de Bilbao. Para empezar, su titularidad. Maxam dejó de ser totalmente española en 2020, cuando el fondo de inversión estadounidense Rhône Capital desembarcó en la compañía. Hoy controlan más del 71% de las acciones y la empresa la preside su hombre fuerte en nuestro país, José Manuel Vargas, expresidente de AENA y que estuvo en los consejos de Vocento y 'ABC'.

Foto: El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, interviene ante el Congreso. (EFE/Chema Moya)
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"Es un grupo que está compuesto por la parte de explosivos, luego está la parte de cartuchería, que ya la vendieron a Nobel Sport, estaba la parte de defensa militar y luego en su día había una parte de energía eólica que también la vendieron", explican a El Confidencial fuentes del sector muy familiarizadas con Maxam. Su papel en Rusia mira directamente a sus ricas materias primas.

¿Dónde está la relación con Rusia que describía Zelenski en su intervención en el Congreso? La citada parte de explosivos está repartida en filiales, donde cada región geográfica (Europa, Latinoamérica, América del Norte, Australia y Asia) cuenta con sus distintas delegaciones de Maxam, que normalmente conforman como 'joint ventures' con empresas locales. Así, Maxam tiene una filial en Rusia.

No es una filial cualquiera, pues en el pasado ha dado problemas. "Cuando en 2018 empezaron con la venta del accionariado de Advent a Rhône Capital, hizo falta un documento del Gobierno para cerrar esto porque había un papel especial que tenía que venir de la filial rusa y no llegó", explican estas mismas fuentes. "La filial rusa se encargaba de la venta de explosivos, únicamente para uso civil y no militar". Es decir, más centrados en minas o voladuras o, para entendernos, más necesarios para el gas que para la guerra.

placeholder Foto: EFE.
Foto: EFE.

Es necesario apuntar que, en temas de armamento militar y también en alguna que otra cosa de explosivos, Maxam, como el resto de empresas del sector, necesita la autorización del Gobierno para vender. "De hecho, Maxam, con todos los clientes que tiene fuera, especialmente con respecto a las armas, no hace nunca ventas directas, son todas ventas que vienen de alguna forma por el Gobierno", indican las fuentes del sector.

Todo a manos de Rhône Capital

Desde los años 90, tras unos convulsos 80 que acabaron hasta con una intervención del Gobierno, cuando aún se llamaba Unión Española de Explosivos, la empresa ha estado íntimamente ligada al empresario José Fernando Sánchez-Junco hasta que decidió vender su 26% del accionariado.

"En 2018, cuando empezaron las compraventas, porque Advent llevaba ya siete años, estos fondos de inversión compraron la empresa por un precio que no era", indican fuentes conocedoras de la situación. "Hubo lío, empezaron a despedir gente, hicieron un ERE y dijeron que las acciones no valían lo que era". La mayoría del accionariado siempre había sido de Sánchez-Junco y de un grupo de grandes directivos del área de Explosivos, a los que un día pagaron en acciones que estaban valoradas en 20 euros y llegaron a valer cerca de 2.000 años más tarde. "Entonces el presidente vendió su parte en 2020 mediante un acuerdo por el que subían de los 200 euros que ofrecía Rhône Capital a 1.200, de forma que muchos directivos también vendieron". Así lograron quedarse con, dicen estas fuentes, cerca del 80% que tienen hoy.

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Foto: Maxam.

La compra recibió el visto bueno de Europa y del Gobierno, algo obligatorio para que una empresa extranjera se haga con una compañía del entorno de la seguridad y la defensa, pero hubo voces en contra. Algunas críticas aparecieron después de que se conociese el rastro del dinero del nuevo dueño. Los nombres del entramado de Rhône aparecen relacionados con paraísos fiscales como Islas Caimán o Delaware. Incluso el PNV pidió informes referentes a este movimiento.

Los últimos tiempos no han sido fáciles para la multinacional. Solo en 2022 la empresa ha enfrentado la muerte de 17 personas en Ghana por la explosión de uno de sus camiones, una huelga en su fábrica matriz, conocida como La Dinamita, que se solventó hace solo dos semanas tras vender a una empresa francesa su sector de munición de caza. Y, ahora, una nueva bomba interna desde una de sus filiales conflictivas.

El modelo de filiales de Maxam en países más allá de los Urales lleva tiempo deparando sorpresas. "Hay cosas peculiares, por ejemplo, en Kazajistán la filial está compuesta por Maxam al 51% y el resto es del Estado", dicen estas fuentes a El Confidencial. "Les han llegado a pedir vacas o una piscifactoría dentro del área de la fábrica, imagínate cómo van las cosas en estos países", añaden a modo de anecdotario.

Durante su intervención frente a los congresistas españoles, el presidente ucraniano Volodímir Zelenski ha puesto un foco achicharrante sobre varias empresas españolas que, en su opinión, colaboran activamente con Rusia. Porcelanosa es la más conocida, pero Maxam, la segunda que ha nombrado, ha hecho que mucha gente haya puesto la mirada en esta empresa, máxime cuando su actividad principal son los explosivos. La compañía vasca es la sucesora de la Unión Española de Explosivos y, mucho antes, de la Sociedad Española de Dinamita, que Alfred Nobel fundó hace justo 150 años, en 1872.

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