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Singularity se esfuma de España: más de 400 vips, tirados con entradas de 2.500 euros
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CASI UN MILLÓN DE EUROS DE DEUDA

Singularity se esfuma de España: más de 400 vips, tirados con entradas de 2.500 euros

Telefónica, Abanca, Deloitte o Sanitas, entre las empresas que compraron entradas y no han recibido una devolución

Foto: Un evento de Singularity University en 2015, en Sevilla. (Reuters/Marcelo del Pozo)
Un evento de Singularity University en 2015, en Sevilla. (Reuters/Marcelo del Pozo)
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El 30 de marzo de 2020 estaba marcado en rojo en los despachos del Ibex. Era el día que comenzaba el SingularityU Spain Summit, un congreso internacional enfocado a los directivos que quieran "comprender las innovaciones disruptivas", así como a emprendedores "con grandes sueños", y que cobraba a 2.500 euros la entrada.

Sin embargo, la primavera de 2020 se reveló como un mal momento para los eventos internacionales. Dos días antes de que el Gobierno decretase el confinamiento por la expansión del coronavirus, Singularity envió un correo a los asistentes, cifrados en torno a 400, para retrasar el evento hasta después del verano. "No pasa absolutamente nada con su entrada, se reprograma para la nueva fecha", decía la comunicación.

En el folleto se indicaba que, durante dos jornadas en el auditorio del hotel Marriott, en Madrid, una selecta muestra de empresarios y directivos tendría acceso a las charlas más "disruptivas" en materia de robótica, inteligencia artificial, conducción autónoma, nanotecnología, ciudades inteligentes o en futuro del 'retail'. No era barato: cada hora de evento le salía al espectador por 200 euros.

A comienzos de agosto, un nuevo correo posponía el Summit hasta septiembre de 2021 en el mismo lugar. Ya no hubo más comunicaciones. Llegó septiembre y algunos incluso se acercaron a las instalaciones solo para comprobar que, como temían, allí no había nadie. Es el caso de Manuel (nombre ficticio), que llegó a viajar en coche desde Ginebra, donde reside, solo para encontrarse con las puertas del auditorio cerradas. "Llamé decenas de veces, escribí un montón de correos y no obtuve respuesta", dice a este periódico. "Antes la comunicación con ellos había sido ejemplar, rápida y directa, pero de repente se esfumaron".

placeholder Un evento de Singularity University. (S. U.)
Un evento de Singularity University. (S. U.)

Director de una 'startup' enfocada a la biomedicina, Manuel compró dos entradas, 5.000 euros, como una inversión corporativa en formación. "Desde entonces tengo a los inversores encima, porque es un gasto que no puedo justificar y que, para colmo, no figura a nombre de Singularity", continúa. En efecto, Singularity University, la autodenominada "universidad de Silicon Valley" —aunque ninguno de sus 'popes' se haya formado allí—, no tiene sucursales en otros países, sino que funciona a base de licencias. En España e Italia, la concesionaria era la mercantil Exponential Ventures SL, en situación concursal desde el año pasado.

"He intentado que me devolvieran el dinero de muchas formas, pero no lo he conseguido", continúa Manuel. "Así que lo he tenido que pagar de mi bolsillo para no tener un follón con los inversores. Sinceramente, no comprendo que una institución con tanto prestigio se haya comunicado así con sus clientes", lamenta. "La matriz de EEUU dice que ellos no pueden hacer nada y la empresa licenciataria ni me responde al teléfono".

Afectados de primer nivel

Precisamente esos clientes son la clave de que Singularity no haya tenido ruido alrededor de la cancelación. La mayoría de los perjudicados son grandes empresas cuyos balances ni se inmutan con las pérdidas. Entre los acreedores, listados por el juez concursal, destacan algunas de las principales empresas que operan en España. Deloitte es la más perjudicada, con 46.320 euros, seguida por Telefónica, con casi 25.000, Johnson & Johnson, con 16.650, Sanitas, con más de 17.000, Abanca, con 12.950... hasta completar una larga lista de más de 400 acreedores. En total, casi 800.000 euros que, como muchas de las predicciones tecnológicas de Singularity University, se han convertido en humo.

La empresa recaudó casi 800.000 euros por las entradas y han desaparecido

Diego Gil era el administrador de Exponential Ventures cuando entró en concurso de acreedores. "Lo primero que quiero decirles a los afectados es: lo siento mucho", dice a este periódico. Gil señala a la pandemia como principal culpable de la suspensión del congreso y también de la quiebra de su empresa: "El grueso de las entradas, que se vende en los días inmediatamente previos al evento, no se vendió. A eso se sumó que muchos de los 'sponsors' del evento dejaron en suspensión su participación, aun teniendo contrato en vigor con nosotros", dice.

Gil trató de obtener un rescate financiero de otra empresa de su grupo, la filial italiana de Exponential Ventures, que se dedica al mismo negocio, pero esta entró también en suspensión de pagos. "Después, intentamos atraer nuevos inversores, obtener préstamos bancarios o financieros y conseguir el patrocinio de diversas comunidades autónomas, relocalizando el evento fuera de Madrid. Nada funcionó", explica.

También llama la atención la disparidad de precios. Mientras que algunos pagaron la cifra completa de la entrada, 2.500, la mayoría consiguieron su pase por entre 1.500 y 900 euros. ¿Por qué tanta diferencia? "Esto funciona como las aerolíneas: cuanto más lejos estás de la fecha del evento, más barato te sale. Y a eso hay que sumarle descuentos a empresas que, por ejemplo, compraron muchas entradas", asegura Gil.

El exadministrador también figura en la lista de acreedores, aunque solo cobrará una vez lo hayan hecho los demás. No obstante, no parece que sea tarea fácil: se deben casi 800.000 euros y en la caja de la mercantil apenas quedaban 20.000; el resto de sus activos, al no haber congreso, tienden a un valor cero.

El 30 de marzo de 2020 estaba marcado en rojo en los despachos del Ibex. Era el día que comenzaba el SingularityU Spain Summit, un congreso internacional enfocado a los directivos que quieran "comprender las innovaciones disruptivas", así como a emprendedores "con grandes sueños", y que cobraba a 2.500 euros la entrada.

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