Los coches de segunda mano, la burbuja impensable en tiempos inciertos

Tiempos inciertos, de pandemia, guerra. De democracias débiles y plazos lentos para la logística pero acelerados a la hora de crear opinión pública. Los analistas que anunciaron los nuevos felices 20 ahora para la década presente corren al refugio para que nadie se acuerde de ellos y poder calcular cuánto les subirán su hipoteca con la inflación desbocada. En esta época aciaga, de catástrofes climáticas en ciernes y de desastres bélicos en marcha, las certezas financieras son tan escasas como inesperadas: ahora resulta que si usted tiene un coche de segunda mano, tiene un tesoro.

A veces la tormenta perfecta levanta la ola perfecta y eso es lo que ha pasado con la venta de los coches de segunda mano. La segunda edición del informe Pulso Digital de Adevinta que se presentó esta semana en Barcelona muestra algunas obviedades, como que la pandemia ha disparado las ventas por internet también en España. Y, una sorpresa, uno de los productos estrella no son los libros o los bienes culturales, sino el coche de segunda mano.

La crisis de los semiconductores, las tensiones en la cadena logística, la guerra de Ucrania. Todo se ha conjurado para que en el modelo de economía global, hoy Volkswagen, la multinacional de referencia en el sector en Europa, tarde un año en entregar un Golf. Un auténtico cambio de paradigma: hoy hay que esperar tanto para una Golf como para un Lamborghini personalizado. Comprar un coche nuevo puede ser una experiencia muy frustrante.

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En compensación, ahí está el coche de segunda mano. Ese que los ayuntamientos, encabezados por Ada Colau, quieren expulsar del centro de las ciudades. En Barcelona se ha dado una prórroga para las etiquetas B, pero no se sabe qué pasará en 2023. Y otros ayuntamientos le van a la zaga en el resto de España. En Cataluña, la Generalitat impulsa un pacto para vetar los coches sucios en todos los municipios de más de 20.000 habitantes. Se espera que se sumen 67 ayuntamientos. Y se firmará próximamente en el Palau de Pedralbes con esos municipios que quieren que sean declarados zonas de bajas emisiones. Pero, mientras, la venta de vehículos de ocasión, esos "vehículos sucios" a los que se refiere el pacto, muestra que a veces los políticos proponen y el mercado dispone.

Según los datos de coches.net, en enero de este año 2021 el precio medio de un coche de segunda mano era de 16.474 euros. En febrero de 2022 ese precio había escalado a los 19.160 euros. Es una subida de un 16% de un bien que el paso del tiempo debería depreciar según los principios básicos de la economía, no al revés. Pero justo eso es lo que está pasando. Los precios de coches usados están en máximos.

Año de récords

Así que el coche de segunda mano se ha convertido en ese invitado inesperado que de manera inopinada se erige en el rey de la fiesta. Los portales de internet florecen como setas para ofrecer el producto y compiten con las redes de las multinacionales de este sector, donde el negocio, que antes era marginal, ahora gana protagonismo. Y el impacto publicitario también. Mientras que las multinacionales del motor, que siempre fueron grandes anunciantes, se repliegan, con recortes de más del 30% el año pasado, son los portales de venta en línea los que ahora pugnan por ganar visibilidad. Todo muy 'Alicia en el país de las maravillas', con el Sombrerero Loco cantando: "Feliz, feliz, feliz no cumpleaños".

Mientras el mundo se hunde, en el nuevo amanecer del coche usado, los vehículos cambian de manos en una semana, un ritmo muy alto. En coches.net el pasado mes de febrero se comercializaron 173.391 coches, un 6% más que en el año anterior, según los propios datos facilitados por la empresa.

Mientras el mundo se hunde la venta de coches usados florece cual flor en el desierto

Los más buscados son los coches de menos de un año, que son los más caros. Según el barómetro de Adevinta, la oferta de coches ocasión de menos de un año pasa de representar el 4,5% de la oferta en diciembre a menos del 2% en febrero. Cada vez hay menos porque desde arriba se está estrangulando la oferta, así que los precios no dejan de subir y el fenómeno afecta en cascada. Así, Los vehículos de ocasión con más de 10 años y con combustible diésel copan el grueso de las ventas.

Algunos operadores ya empiezan a hablar de riesgo de burbuja. Hasta los coches de diez años con etiqueta amarilla, pero en buen estado se colocan sin problema en cuestión de días. Pero, con el PERTE de VW en marcha y el dinero de Europa desembarcando, todo el mundo tiene la sensación de que la música del juego de las sillas está a punto de dejar de sonar. Muchos esperaban que se acabase antes, con el final de la pandemia y el regreso a la normalidad de la flotas de renting, que dejaron de renovarse a causa del covid-19. No ha sido así. El fenómeno se prolonga en el tiempo y ya lleva dos años de extraña bonanza.

Todavía minoritarios

Señalar que los coches eléctricos e híbridos de segunda mano ya representan el 4,3% de las ventas, justo hace un año estos no llegaban al 3%. Los vehículos con menos antigüedad (hasta 3 años) son los que más han retrocedido en ventas, al pasar del 17,4% que representaban hace un año al 14% en la actualidad.

Por lo que respecta a las marcas, en febrero, Seat vuelve a ser la marca más vendida, mientras que el Renault Mégane superó al Volkswagen Golf y se puso a la cabeza del ranking de modelos más vendidos.

Tiempos extraños. Román Campa, CEO de Adevinta Spain, señaló en la presentación del informe que lo mejor que podía hacer un particular era "vender su viejo coche y comprarse un patinete eléctrico". Y sí, "los patinetes eléctricos se han situado en el top 10 de los artículos más demandados por internet". Como lo de los horrorosos 20, esto tampoco nadie lo vio venir.