Mango mantiene el empleo de su plantilla en Rusia, donde cuenta con un 8% del beneficio

Mango cierra 2021 por todo lo alto. La firma catalana de moda ha triplicado el beneficio prepandemia, a la vez que ha resuelto ya el problema de la deuda y sigue aumentando en ventas ‘online’. El hito de este ejercicio es fruto de varios años de trabajo en el producto y dirección de la empresa. Todo, pese a los desafíos todavía patentes de la pandemia y a nuevas trabas, como la subida de costes. De hecho, en los últimos días la compañía dirigida por Toni Ruiz ha tenido que afrontar la decisión de suspender sus operaciones en Ucrania y Rusia, siendo este último uno de sus mercados ‘top 5’ por facturación. El país liderado por Vladímir Putin supone un 8% del resultado total, y, de momento, la compañía espera que la suspensión sea apenas temporal. Por eso, de momento se mantienen en nómina a las plantillas de estas geografías, según confirman fuentes de Mango, aunque está por ver cómo evoluciona la situación bélica.

La empresa cuenta con 800 empleados en Rusia y 120 tiendas en el país (65 de las cuales son franquicias y, si disponen de ‘stock’, podrán continuar operando), según detalló al cerrar la operativa en el país el pasado 3 de marzo, días antes que Inditex o Tendam. Rusia es una geografía muy relevante para toda la moda española, ya que el textil es, junto al químico, el sector que encabeza la exportación desde España. Además, el mercado ya baraja el golpe indirecto de una subida de la inflación, que podría pesar sobre la confianza del consumidor y, por ende, el consumo.

Mango no es excepción, pero fuentes de la empresa apuntan al crecimiento a otros mercados fuera de la zona en el foco de conflicto. En Europa, por más que el pastel se haga más pequeño, la compañía catalana todavía tiene mucha cuota por alcanzar en países como Francia, Reino Unido, Italia o España (su principal mercado donde, sin embargo, apenas cuenta con un 3% en cuota). Además, también está enfocada en las oportunidades que brindan otros mercados. En EEUU, abrió en 2021 cuatro tiendas, y espera seguir creciendo tanto en locales físicos como en operativa ‘online’. En India, donde Mango opera de la mano de Myntra, la compañía planea 10 aperturas más en 2022, convirtiendo al país en su mayor mercado asiático. La catalana opera ya en 110 mercados a nivel mundial.

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J. Jorrín C. Raffin

Mango ha finalizado 2021 con un resultado neto de 67 millones de euros, es decir, tres veces más que los 21 millones obtenidos a cierre de 2019. Con este resultado, la empresa deja atrás las pérdidas del pandémico 2020 y vuelve a la senda de la rentabilidad. Fuentes de la empresa aclaran que este número no responde a ningún extraordinario, sino que viene marcado por la propia evolución del negocio.

La empresa ha aprovechado el 2021 para adentrarse en nuevos mercados: hogar, cosmética, deporte, adolescentes… Es pronto para saber qué frutos están dando de cara a 2022, y Mango planea frenar ahora los lanzamientos y digerir estas nuevas apuestas. Al mismo tiempo, ha continuado con su política de apertura de tiendas, con una cifra neta de 226 aperturas netas, llegando a los 2.447 locales. La intención es continuar con esta política en el nuevo ejército. En 2022, Mango invirtió un 65% más (45 millones de euros) y ahora está enfocado en la ampliación de 88 millones del centro de distribución de Lliçà d’Amunt.

Por líneas de negocio, Woman, tras la integración de Violeta, aumentó su peso hasta el 82%, mientras que Man, Kids, Teen y Home supusieron el 18% restante. La línea de niños destacó sobre las demás con un crecimiento de las ventas del 60% respecto a 2019.

El margen bruto de la compañía ha aumentado en 0,6 puntos básicos respecto a 2019, hasta alcanzar un 58,2%. Según la firma, la mejora en el margen ha estado motivada por el mayor peso de la venta a precio completo y por una reducción de los descuentos, al tiempo que se ha visto condicionada por el efecto que ha tenido sobre la cuenta de resultados el aumento de los costes de importación y transporte. El impacto de la crisis mundial de la cadena de suministro se concentró en la recta final del año. Mango sí ha estado notando la presión de los costes, aunque de momento no lo ha pasado al precio ni se plantea hacerlo de cara a 2022 (con perjuicio de que hay mucha incertidumbre en el sector).

En este entorno, la facturación ha aumentado un 21,3%, hasta los 2.234 millones de euros, rozando así las cifras récord de 2019. Aunque no fue el caso de España, en otros países, como Francia, Reino Unido o Alemania, sí que se extendieron los cierres durante 2021 y, en el ejercicio, Mango acumuló un neto de 48 días cerrados. El canal ‘online’, a su vez, creció en un 23% hasta alcanzar un 42% de las ventas totales (una de las mayores cifras en el sector de la moda europea). Con todo esto, el ebitda subió hasta los 423 millones de euros, en máximos de 2014.

Mango ha terminado el año con una deuda neta negativa en ocho millones de euros (es decir, la tesorería es mayor a lo que debe), cumpliendo así con el objetivo de liquidación de la deuda que se autoimpuso en 2015 (cuando el pasivo era de unos 620 millones de euros, mientras que el Ebitda estaba en los 70 millones). La empresa venía de un periodo de fuertes inversiones que no se estaban viendo recompensadas por las cuentas.

A partir de 2016, la compañía desarrolló un plan estratégico que pasaba por focalizar el producto, racionalizar el parque de tiendas e impulsar el comercio electrónico (la marca lleva vendiendo ‘online’ desde el año 2000). Este plan culminó en 2019, cuando Mango terminó el ejercicio con la deuda por debajo de los 200 millones y volvieron a los resultados positivos. Con la llegada de la pandemia, este hito se vio trasfigurado, y la compañía tuvo que volver a adaptarse al entorno, pasando de la moda de ocasión a estilos más cómodos; a la vez que impulsaban aún más el comercio electrónico.