Nordex cierra una planta de turbinas eólicas en Castellón en pleno 'boom' de las renovables

Europa afronta en los próximos años la mayor inversión de su historia en materia de transformación y transición energética. La Comisión Europea ha puesto encima de la mesa un ambicioso plan pospandemia al estilo Plan Marshall con decenas de miles de millones, de los que una porción importante irá destinada al fomento de las energías limpias y renovables. Ese contexto, sin embargo, ha sido insuficiente para Nordex, el fabricante de aerogeneradores controlado por la española Acciona. La empresa, de origen alemán, acaba de anunciar a sus casi 100 trabajadores de la planta que tiene la Vall d'Uixó (Castellón) el cierre y el despido a través de un expediente de extinción de empleo. El comité de empresa ha sido citado por la dirección para este jueves con el fin de negociar las condiciones de la clausura.

Ni las presiones de la Generalitat valenciana ni del Ayuntamiento, que llevaban semanas tratando de evitar la decisión, han hecho a Nordex replantarse el cierre de una factoría de la que viven familias de toda la provincia de forma directa o indirecta. Fuentes de Comisiones Obreras en el comité de empresa explican que la plantilla estaba trabajando a tope de producción y no esperaba un giro tan drástico en la compañía controlada por Acciona. "Tenemos trabajo hasta verano. Contábamos con unas nueve semanas de parón. Todo el mundo esperaba un ERTE o algo así, pero nadie un cierre total", señalan.

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Nordex Spain cerró 2020 con más de 1.000 millones de euros en ventas y unas pérdidas relativamente controladas de 17 millones, en relación con su cifra de negocio. Cuenta con varios centros de producción en España, aunque su 'core' se concentra en Navarra, donde tiene la sede social, y en la Vall d'Uixó. La previsión para 2021 era positiva, según refleja su memoria anual. "Las expectativas de ventas 2021 siguen siendo favorables basadas principalmente en el mercado nacional e internacional. Las ventas internacionales se producirán en Colombia, Chile, Brasil, México, Estados Unidos, India y Sudáfrica", describe.

Precisamente esa apuesta internacional es la que, según el comité de empresa, explica la clausura, que atribuyen a una estrategia de deslocalización, bien en China bien en India o algún otro país proveedor de materias primas. "Van a llevarse la producción a China o India, que proporciona los bastidores y partes de los nacelles [las góndolas que albergan las turbinas de los aerogeneradores]. Han alquilado una empresa, van a subcontratar la producción a una empresa sin invertir ellos", dicen desde CCOO. Nordex se ha beneficiado de incentivos fiscales a la inversión del régimen foral de Navarra y ha desplegado también proyectos financiados por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional.

A preguntas de El Confidencial, fuentes de Nordex negaron la deslocalización. Explicaron la drástica decisión por razones de costes, pero aseguraron que forma parte de un plan de "racionalización" de sus plantas en España, insinuando una concentración de la producción en Navarra. "La producción y comercialización de aerogeneradores a nivel global atraviesa un momento complejo por un entorno de mercado muy competitivo. Aunque las ventas de Nordex han crecido de forma ininterrumpida en los últimos años y la demanda de energía renovable sigue en aumento, la industria eólica está sujeta a una elevada presión en precios", señalaron. En Alemania también hay rumores de ajustes de empleo y producción.

"El cambio a los sistemas de subastas y la consiguiente necesidad de reducir el coste nivelado de la electricidad para que la energía eólica sea competitiva frente a otros tipos de generación han intensificado la presión sobre los fabricantes de turbinas, que han de desarrollar productos cada vez más eficientes y reducir constantemente sus costes de producción para ser competitivos y no quedarse fuera del mercado", explicaron, al tiempo que hablaron de "sobrecapacidad", lo que afecta a los costes de producción. "Vuelve a ser necesario adoptar medidas en toda su cadena de valor para mejorar sus niveles de competitividad, su acceso al mercado y su posicionamiento general en el sector", dijeron para justificar el cierre de Vall d'Uixó.

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Las explicaciones que ha dado la empresa no convencen a los trabajadores. Fuentes del comité de empresa explican que Nordex está comprando mucho material en China y que le resulta mucho más fácil deslocalizar la producción de las turbinas que no tienen como destino el continente europeo. La clausura llega en un momento de negociación en Bruselas de la tasa de carbono en frontera, una suerte de arancel a una serie de productos cuya producción en Europa está sujeta a condicionantes en materia de reducción de emisiones, lo que encarece sus precios con respecto a sus competidores extracomunitarios. En este grupo se sitúan el acero y sus derivados, una de las materias primas fundamentales para fabricar los aerogeneradores. La medida busca equiparar el producto asiático, especialmente el chino, que el sector europeo considera que no tiene las mismas exigencias en su país. La Comisión Europea ha puesto en marcha, además, aranceles 'antidumping' a las importaciones de acero chino.