El último obstáculo de Menéndez para tomar el control de Unicaja Banco

Semana intensa en la avenida Andalucía de Málaga. El consejo de administración de Unicaja Banco ha vivido un nuevo choque que evidencia la guerra de poder que vive la entidad desde la fusión con Liberbank. Este se ha saldado con la salida del consejero independiente Manuel Conthe, un movimiento que refuerza la posición del consejero delegado, el asturiano Manuel Menéndez.

El antiguo CEO de Liberbank lo tiene ya todo de cara para consolidarse en el cargo cuando el actual presidente, el malagueño Manuel Azuaga, pierda sus funciones ejecutivas en verano de 2023, tal y como fija el pacto de fusión. Salvo imprevistos, a Menéndez solo le queda un último obstáculo, su reevaluación cuando llegue el momento, que estará en manos de una consejera independiente procedente de la antigua Unicaja, Ana Bolado.

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Jorge Zuloaga

Junto a Conthe, Bolado ha sido una de las consejeras cuyo cargo ha estado en el aire en los últimos días, ante la necesidad de dejar un asiento a la familia dueña de Mayoral y la negativa del bloque asturiano y la Fundación Unicaja a que el que lo hiciera fuera el mexicano Ernesto Tinajero. A Bolado le salvó el género, ya que su salida hubiera hecho al banco incumplir el mínimo legal de mujeres en el consejo.

Se da la circunstancia de que tanto Conthe como Bolado han sido los consejeros que más contrapoder están ejerciendo como independientes. El primero ha sido hasta su renuncia además presidente de la Comisión de Auditoría, el más importante del consejo como vigilante del negocio que controla el consejero delegado.

Como una de las cinco independientes que sigue en la entidad, Bolado ejerce la presidencia de la Comisión de Nombramientos y es vocal de las de Auditoría y Retribuciones. Esta consejera tiene buena consideración a nivel de supervisión por su experiencia financiera, ya que fue durante más de tres décadas directiva de primera fila de Santander. Es también miembro del máximo órgano de gobierno de Metrovacesa, Caceis y Colonial.

Choque con el BCE

Los últimos movimientos han provocado un gran malestar en Fráncfort, sede del Banco Central Europeo (BCE), y la madrileña plaza de Cibeles, donde está el Banco de España. Los supervisores contaban con un compromiso de Unicaja Banco de no bajar de seis el número de independientes, lo que se incumplió con la salida de Conthe. Por ello, podrían aplicar un recargo de capital en el actual examen (SREP) que tienen en marcha o en el siguiente, como adelantó este medio.

Para el BCE la gobernanza es clave. Por ello, exige que comisiones claves como la de Auditoría y Nombramientos sean lideradas por perfiles verdaderamente independientes y capaces, ajenos a los intereses de los dominicales y ejecutivos. Todo viene reflejado en la revisión temática de gobernanza (RIGA) de 2016, que lideró la española y actual subgobernadora del Banco de España, Margarita Delgado.

Desde que entró en vigor la fusión, a finales del pasado mes de julio, el consejo de Unicaja Banco ha vivido ya varias batallas. En ambas ha ganado el bloque asturiano, que inicialmente formaban seis de los 15 consejeros del banco. Lo han hecho gracias sobre todo al apoyo de la Fundación Unicaja, que preside Braulio Medel. En el primer choque, se acordó quitarle competencias a Azuaga en favor de Menéndez, lo que fue en contra del pacto de fusión.

En este segundo enfrentamiento, la entidad ha incumplido su pacto con el BCE. Menéndez se jugaba mucho, ya que la alternativa —que saliera Tinajero— hubiera dejado en cinco el número de consejeros procedentes de Liberbank, aunque en la práctica son más por el apoyo que están contando de la Fundación Unicaja, que tiene cuatro asientos. Este acuerdo contó con dos votos en contra, de Bolado y uno de los cuatro de la fundación, y dos abstenciones, las de Conthe y Azuaga. Otro de los consejeros independientes, el coordinador Manuel González Cid, votó en el último momento a favor para evitar que la crisis fuera a más y pudiera incluso afectar al presidente, que también renueva en la próxima junta, según las fuentes consultadas.

Tensión política

Estos movimientos se producen en un momento de tensión política por lo que está pasando en el banco y por la postura de la Fundación Unicaja. Uno de los partidos que se ha posicionado más fuerte al respecto es Vox, que ha enviado recientemente un escrito al Congreso de los Diputados en el que cuestiona incluso la ecuación de canje de la fusión: "¿Tenía conocimiento la Ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, en su condición de órgano autorizante de la fusión entre Unicaja Banco y Liberbank, de los informes internos que acreditaban la existencia de un posible desequilibrio patrimonial y de problemas de gobernanza en Liberbank?", cuestiona.

Así, como publicó este medio, el consejo de Unicaja Banco tuvo sobre la mesa informes sensibles sobre Liberbank meses antes de la fusión. Uno de ellos fue una dura inspección del BCE al banco asturiano que fue ocultada durante la negociación de la fusión y la fijación de la ecuación de canje. En este caso, los consejeros de la Fundación Unicaja también abogaron por archivar los informes y cerrar la fusión.