Vuelco en el caso Villarejo: Béjar acusa a BBVA de recuperar 160 M gracias a Cenyt

Vuelco en la pieza de BBVA en el caso Villarejo. Uno de los imputados, el exdirector de Riesgos del banco Antonio Béjar, ha presentado un escrito en la Audiencia Nacional en el que aporta nuevas pruebas para la investigación. Se trata de correos electrónicos que demostrarían que la entidad vasca recuperó 160 millones de euros gracias a los trabajos de Cenyt, la empresa del comisario, según fuentes conocedoras del escrito consultadas por El Confidencial. Desde el banco, no hicieron comentarios.

Este presunto beneficio para BBVA se derivaría de las investigaciones patrimoniales que la empresa de Villarejo hizo de grandes inmobiliarias durante la crisis del ladrillo. Según las mismas fuentes, el escrito de Béjar aporta correos que demostrarían que estos trabajos habrían permitido al banco obtener 50 millones de Prasa (40 millones en efectivo) y dos fincas (Carboneras y Puerto del Toro). Asimismo, le permitió gestionar mejor la recuperación de activos de Fernando Martín (Martinsa), de quien el banco se quedó una finca de uso recreativo de 500 hectareas en El Escorial —El Milanillo— y, aunque lo desaprovechó por la estrategia judicial, con Luis Portillo (Colonial).

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BBVA ha sostenido hasta ahora que no obtuvo beneficios de los trabajos que se encargaron a partir de 2010 a Cenyt: "Entregables hay y son numerosos. Y algunos incorporan información sobre los bienes de estas personas [grandes empresarios del ladrillo] en lugares exóticos, pero lo que no hemos conseguido gracias a ellos es recuperar dinero de lo que nos debían realmente nuestros deudores", señaló en la Audiencia el director de los Servicios Jurídicos en España, Adolfo Fraguas. El hecho de que haya o no beneficio es clave en la responsabilidad penal de las empresas.

El escrito de Béjar no solo supondría un golpe para BBVA por este hecho, sino por su alcance para el conjunto de la investigación interna del banco. Según las mismas fuentes, los correos que aporta ahora el exdirectivo forman parte del 'forensic' de BBVA, pero hasta ahora no habían sido puestos sobre la mesa del tribunal dentro de los análisis que hizo PwC bajo las órdenes de Garrigues y Uría Menéndez. Los 2,3 millones de archivos también fueron analizados por la Unidad de Asuntos Internos (UAI) de la Policía, aunque con pocos recursos para ello, según las fuentes consultadas.

Venganza en plato frío

En su lugar, Béjar lleva peleando más de un año el acceso a sus antiguos correos electrónicos, tanto en BBVA como en Distrito Castellana Norte (DCN), donde fue presidente en representación del banco. Tras varios recursos, logró que la Sala de lo Penal le dejara revisarlos, aunque lo está teniendo que hacer desplazándose en persona a la Audiencia, donde va casi cada día desde octubre.

El exdirectivo puso en marcha esta estrategia tras el despido por parte de DCN y BBVA, siendo señalado como uno de los responsables de la contratación de Villarejo junto al exdirector de Seguridad Julio Corrochano. Tras su cese, decidió colaborar con el juez Manuel García Castellón y los fiscales, motivo por el que ha ido ya a declarar cuatro veces. BBVA y Béjar han llegado incluso a los tribunales, tras una demanda por el despido que se zanjó en tablas y con el pago de 1,7 millones del banco a su exdirectivo.

El escrito de Béjar llega en un momento complicado para BBVA, mientras la Fiscalía Anticorrupción estudia la posible imputación de su directora de Legal, María Jesús Arribas, como publicó este medio. Lo que supondría el cuarto directivo investigado dentro de la cúpula del banco, junto al asesor del presidente, Juan Asúa, el director de Auditoría Interna, Joaquín Gortari, y el de Comunicación, Paul G. Tobin.

"Si bien aún no ha sido citada como investigada, del análisis preliminar que se está haciendo de la ingente documentación se desprenden indicios que apuntan hacia la necesaria declaración de la misma en tal condición", exponen en referencia a Arribas. Anticorrupción basa este estudio en los correos electrónicos "que, en bruto, se remitieron y que evidencia que los servicios jurídicos de la entidad tuvieron conocimiento de más contrataciones [de la empresa de Villarejo, Cenyt] que las que se han reconocido".

Así, según las fuentes consultadas por este medio, los fiscales habrían encontrado nuevas facturas que hasta no conocían y documentación que acreditaría que Cenyt tuvo acceso a registros notariales, algo prohibido y que constataría que la información que dio al banco tuvo un origen ilícito.

Apoyo a Béjar

En este escrito, la Fiscalía apoya la petición de Béjar de que se amplíe el abanico de correos suyos a los que quiere tener acceso, entre los que se incluirían los intercambiados con el ex-CEO Ángel Cano, el presidente de CaixaBank, José Ignacio Goirigolzarri, y el ex-CEO de Bankia José Sevilla, entre otros. Junto a ello, Anticorrupción defiende que el exdirectivo tenga acceso a los 'e-mails' a través de otros canales:

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"La confidencialidad se encuentra plenamente garantizada, pues pueden establecer la estrategia de defensa sin interferencia alguna. La cuestión radica en el acceso al material probatorio. Un material probatorio al que la Fiscalía también considera que tienen todo el derecho a acceder, pues recordemos que otra de las partes investigadas, en este caso BBVA y sus letrados y asesores externos, tiene pleno acceso las 24 horas del día los 365 días a los correos (...) y se le permitió que decidiese, sin control externo, qué correos y documentos tenían relevancia y cuáles no", explican desde Anticorrupción.

El escrito enviado por Béjar llega además a escasos días de que se retomen las declaraciones de algunos exdirectivos como el exjefe de Arribas en Servicios Jurídicos Eduardo Arbizu y el de Contabilidad, Ricardo Gómez Barredo, que testificarán de manera voluntaria la próxima semana.

Estos exdirectivos se defenderán de las declaraciones que hizo Béjar señalándoles como responsables de controlar en algún ámbito la relación del banco con Cenyt. Según el exdirector de Riesgos, su labor se ciñó a cumplir el encargo del expresidente Francisco González, quien le pidió que encargara a Corrochano contratar una agencia de detectives en concreto, dentro de la investigación patrimonial de los empresarios del ladrillo.