La banca gana más que antes del covid, pero paga la mitad de impuestos gracias a los ERE

La contabilidad y la fiscalidad de los grandes bancos son complejas, y más en años de fusiones. Así se ha demostrado en 2021, un ejercicio en el que las grandes entidades españolas registraron el mayor beneficio de la última década —21.300 millones— a pesar del covid y, sin embargo, rebajaron a la mitad su factura fiscal en España frente al último año comparable, 2019.

Esta incongruencia se produce principalmente por los grandes ERE (expedientes de regulación de empleo) que llevaron a cabo los bancos el año pasado, de cuyos gastos se pueden deducir un 30%. CaixaBank, por ejemplo, anunció un coste de 1.884 millones para el ajuste de 6.500 puestos de trabajo tras la fusión con Bankia. Este le permite descontar 88 millones del impuesto de sociedades en lugar de los 702 millones que le hubiera tocado sin la deducción.

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EFE

Lo mismo ocurre a menor escala con la otra gran fusión de 2021, la de Unicaja y Liberbank. El grupo malagueño tenía previsto descontar un impuesto de 43 millones, pero se podrá deducir 125 millones gracias al ERE que pactó a finales del año pasado con los sindicatos, por lo que la factura fiscal le sale a ingresar 82 millones.

Expertos fiscales consultados por este medio aclaran que estas cantidades no corresponden con los ingresos que tendrá que hacer cada banco al Tesoro, ya que estas deducciones son a futuro a medida que los costes de reestructuración se traducen en pagos a los empleados que salen. Aun así, se reflejan en la cuenta de resultados del año en que se pactan los ERE.

El resto de grandes entidades que cerraron ERE el año pasado también se beneficiaron de esta deducción. BBVA tuvo un coste de casi 1.000 millones en su ajuste laboral, de los que se deduce 300 millones. La entidad decidió trasladar este ajuste en la cuenta de resultados de Centro Corporativo, y no España. Por su parte, Sabadell firmó con los sindicatos un proceso de salidas laboral por valor de 269 millones, 80 millones deducibles.

Todo ello hizo que las grandes entidades que han presentado resultados hasta el momento —todas menos Kutxabank, Ibercaja Banco y Cajamar— restaran en sus resultados impuestos de sociedades por valor de 1.106 millones en sus filiales españolas. Esta cifra es superior a los 757 millones de 2020, pero está un 46% por debajo del último año precovid, 2019, en el que descontaron 2.034 millones. Los mayores 'contribuyentes' financieros son BBVA España —538 millones, a los que habría que descontar el efecto del ERE—, Santander España —350 millones— y Bankinter —139 millones—.

Resultados en máximos

A nivel internacional, la evolución de la factura fiscal cambia. De hecho, los grandes bancos reconocen un 1,5% más de impuestos de sociedades en 2021 que en 2019. La cifra total asciende a 7.351 millones, de los que 4.894 millones son de Grupo Santander y 2.207 millones de BBVA. De estas cifras, parte se tributa en España debido a situación de su sede corporativa y social, aunque estos grupos no detallan el impacto fiscal por geografías en sus informes financieros trimestrales. A esto se añade que parte de estas facturas impositivas de todos los bancos se verá mitigada por los créditos fiscales que todas las entidades arrastran de la crisis.

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Cotizalia

En cuanto a resultados, los bancos han superado ya el nivel precovid a nivel global, pero no en sus negocios españoles. El beneficio conjunto en todas las geografías es de 21.300 millones, una cifra que no se veía en el sector desde la anterior crisis y que resalta frente a las pérdidas de 5.255 millones de 2020 y el resultado de 14.282 millones de 2019. Parte de la mejora del año pasado es solo contable, debido a los fondos de comercio negativo ('badwill') que generaron las fusiones de CaixaBank y Unicaja, y la segregación del negocio asegurador de Bankinter. Aun así, sin estos efectos la banca española también habría superado el covid, con unas ganancias totales de 16.650 millones.

Sin embargo, las filiales en España de estas entidades no pueden cantar todavía victoria. Dejando a un lado los 'badwill', el beneficio conjunto del sector fue de 6.203 millones gracias al negocio en este país, un 15% por debajo de los 7.271 millones de 2019.

Todo apunta a que las entidades españolas traspasarán de largo este umbral si se confirman los indicios apuntados este jueves por el Banco Central Europeo (BCE), dando a entender que podría haber subidas de tipos antes de lo previsto. Los bancos españoles son de los que más dependen de la evolución del euríbor en Europa por el peso del negocio hipotecario. De ahí que las cotizaciones del sector se dispararan tras las palabras de Christine Lagarde. Lo próximo podrían ser sus resultados.