Renault aumentará su plantilla en Francia y eleva sus objetivos pese a la crisis de los chips

Renault ha firmado este martes un acuerdo con tres sindicatos mayoritarios en Francia por el que aumentará su plantilla, pese a la salida voluntaria de 1.700 empleados, y elevará sus objetivos de producción en este país para el horizonte de 2025, esencialmente con coches eléctricos, pese a que la crisis de los microchips que azota con fuerza al sector.

El acuerdo trienal suscrito con CFE-CGC, CFDT y FO, que en conjunto suponen un 75,8% de la representación sindical, prevé el ensamblaje de más de 700.000 vehículos anuales a mediados de esta década, destacó el fabricante automovilístico en un comunicado. Este nivel de producción en Francia es un 12% más que la media de los doce últimos años, explicaron a Efe fuentes de la empresa.

Renault ha decidido atribuir a factorías francesas el Mégane E-Tech Electric, el futuro Renault 5 eléctrico, la versión eléctrica de la nueva furgoneta Kangoo, un proyecto de SUV (todocamino) eléctrico y un nuevo vehículo que está todavía en fase de definición. Además, la planta de Dieppe (noroeste) ensamblará un nuevo coche de la marca deportiva Alpine, la de Dandouveille la nueva versión de la furgoneta Trafic eléctrica y la de Batilly se encargará de la furgoneta que sustituya a la Master, así como de otro vehículo de un fabricante asociado con el grupo del rombo.

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P. Martín

Toda la ingeniería de concepción de los coches eléctricos y conectados se concentrará en Francia, como los servicios futuros de movilidad. La empresa se compromete a no cerrar en Francia plantas industriales, logísticas, de piezas o accesorios, así como los centros de ingeniería de Lardy y Aubevoye, pero reducirá su implantación en edificios del sector servicio en la región de París.

Por lo que respecta al empleo, Renault contratará en Francia a 2.500 personas en los tres años del acuerdo (2022-2024), de los cuales 2.000 en funciones de producción en las fábricas y 500 en las de ingeniería y de actividad terciaria. Al mismo tiempo, los sindicatos han aceptado la salida de 1.700 trabajadores de forma voluntaria mediante prejubilaciones y despidos indemnizados (con unos 2-3 años de salario para los que tengan una veintena de años de antigüedad). Se trata de funciones de ingeniería y de soporte que la compañía considera que no se ajustan a sus necesidades actuales.