Oysho recibe el 'OK' a su 'flagship' en Sol, pero cuatro años después y en pleno plan de cierres

Los interminables plazos con los que trabajan las administraciones públicas hacen que, en demasiadas ocasiones, las compañías reciban luz verde a sus peticiones cuando el escenario en el que operan ha dado un giro de 180 grados y sus prioridades estratégicas han pasado a ser otras.

Un ejemplo lo acaba de protagonizar Inditex en pleno corazón de Madrid. Hace cuatro años, el gigante de la moda solicitó al Ayuntamiento de Madrid un Plan Especial de Control Urbanístico Ambiental para habilitar como tienda el primer piso del número 27 de la calle Carretas, arteria ubicada apenas a 150 metros de la cotizada Puerta del Sol y en cuyo local comercial ya tiene un establecimiento.

En concreto, la solicitud la presentó Oysho España, filial del 'holding' gallego especializada en moda íntima femenina, que estaba interesada en unir el local de tienda a la primera planta del mismo inmueble, cuyo uso cualificado es residencial, licencia que permitiría a la cadena promover una tienda insignia o 'flagship' en el corazón de Madrid.

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Oysho logró la aprobación inicial del Plan Especial en julio de 2017, cuando Manuela Carmena estaba al frente del Consistorio y la cadena de moda se encontraba en pleno plan de expansión y apertura de nuevos establecimientos. Ha habido que esperar cuatro años, una pandemia y un cambio de Gobierno para que este plan reciba la luz verde definitiva.

Esta llegará, salvo nueva sorpresa de última hora, en el pleno del Ayuntamiento de Madrid de la próxima semana, el último del año, ya que este viernes será autorizada por la comisión de la Vicealcaldía.

Con estos permisos, Oysho podrá abrir una tienda de casi 700 metros cuadrados de superficie, el doble de la actual, dimensiones que la convertirán en uno de los mayores establecimientos de la cadena en todo el mundo. El problema es que llega en un momento muy diferente al que había hace cuatro años, en pleno repliegue de tiendas de Inditex, que podría no estar ya interesada en doblar el tamaño de esta tienda, un aspecto que desde el grupo gallego han declinado aclarar.

Fue en junio de 2020, en medio de la primera ola del covid, que llevó al gigante de Arteixo a presentar los únicos números rojos de su historia, cuando Inditex anunció la decisión de cerrar hasta 1.200 tiendas de todo el mundo en un plazo de apenas dos años, plan que en España afecta a unos 300 establecimientos.

Oysho es la marca de Inditex que, en términos relativos, más tiendas cerró en el último año

Un año después, Oysho ha sido la marca del grupo que, en términos porcentuales, ha sufrido con más fuerza las consecuencias de esta ofensiva de clausuras, ya que, entre julio de 2020 y julio de 2021, último periodo con cifras oficiales, ha bajado la persiana al 13,5% de sus establecimientos y ha pasado de contar con 665 tiendas a 575 tiendas.

En este periodo, Inditex ha cerrado un total de 683 establecimientos, ajuste que en un 12,2% ha correspondido a Zara Home, en un 10% a Massimo Dutti, un 9% a Bershka, un 8,6% a Zara (incluida Kids) y P&B y un 7,8% a Uterqüe.

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El estallido de la pandemia ha acelerado la estrategia de absorción de tiendas que lanzó el grupo gallego hace cinco años. Entonces, esta estrategia se veía como una apuesta por las 'flagships', que conllevaba el cierre de los locales pequeños para concentrar la misma superficie comercial, o más, en grandes tiendas, esquema en línea con la petición de Oysho en 2017.

Pero la pandemia ha roto esquemas, acelerado tendencias, como el auge del comercio electrónico, y traído importantes cambios al mundo de la moda, como el alza de la ropa deportiva en detrimento de la más arreglada, lo que ha llevado a Inditex a echar cintura y adaptarse al nuevo contexto tanto con lanzamiento del plan de cierre de tiendas como con la integración de Uterqüe dentro de Massimo Dutti o la creación de la línea cosmética Zara Beauty.

Aunque, indudablemente, el principal cambio vivido por la compañía en estos años, la auténtica revolución, ha sido el anuncio de la marcha de Pablo Isla y el nombramiento de Marta Ortega como nueva presidenta y de Óscar García Maceiras como nuevo consejero delegado. El más claro ejemplo de que, en cuatro años, muchas cosas han cambiado en Inditex.