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El ultimátum de Iberdrola al cuñado de Patxi López: despido o dimisión de Repsol
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EXPENDIENTE CERRADO

El ultimátum de Iberdrola al cuñado de Patxi López: despido o dimisión de Repsol

El caso de Melchor Gil, familiar directo del que fuera lendakari, que cobraba de las dos empresas competidoras, cuestiona la eficacia de los códigos internos del Ibex 35

Foto: Patxi López (d) y el presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán. (EFE/David Aguilar)
Patxi López (d) y el presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán. (EFE/David Aguilar)

Cobrar de dos empresas, de Iberdrola y de Repsol, dos grandes del Ibex 35, durante más de una década le ha salido barato a Melchor Gil, cuñado de Patxi López, exlendakari del País Vasco. Ni la eléctrica ni la petrolera observaron ningún problema en que tuviera dos sueldos de dos compañías energéticas hasta que el pasado 25 de octubre El Confidencial publicó que el que fuera uno de los hombres fuertes del Partido Socialista de Euskadi (PSE) era un directivo relevante de la compañía liderada por Ignacio Sánchez Galán y, a la vez, consejero de una filial del grupo dirigido por Antonio Brufau y Josu Jon Imaz, expresidente del Partido Nacionalista Vasco (PNV).

Según han confirmado fuentes oficiales de Iberdrola, ese 25 de octubre, Recursos Humanos y la Unidad de Cumplimiento decidieron abrir un expediente a Melchor Gil para conocer con detalle esta potencial incompatibilidad, incluida en el Código Ético. Un código de conducta que en su apartado 11 explica lo que son conflictos de interés: “Ser accionista significativo, administrador, miembro del equipo directivo, u ocupar un puesto de responsabilidad o ejercer una influencia análoga en entidades que sean clientes, proveedores o competidores, directos o indirectos, de cualquiera de las sociedades del grupo”.

Foto: Sede de Iberdrola en Valencia. (iStock)

La eléctrica con sede en Bilbao concluyó el expediente el 3 de noviembre, una semana después de su apertura, al comprobar que Gil, ex secretario general del PSE, llevaba desde 2007 como consejero de Petronor, la filial vasca de Repsol. El cuñado de Patxi López entró a trabajar en Iberdrola en 2011, nada más dejar la política, por lo que durante una década ha compatibilizado su labor como director de Desarrollo y su asiento en la subsidiaria de la petrolera con sede en Madrid.

Iberdrola aseguró desconocer los hechos, pese a ser un caso extendido en el mundo vasco de los negocios, pero tras la publicación de la noticia, activó el expediente. Repsol, por su parte, decidió no tomar ninguna medida al justificar que Gil no tomaba partido en Edinor, la filial de la propia Petronor que competía con la eléctrica por algunos contratos relevantes. Es decir, que pese a ir a las reuniones de los consejos y firmar las cuentas anuales de Petronor, no tenía ninguna responsabilidad en lo que hacía una división de la compañía.

Foto: Foto: Reuters.

Iberdrola entró de lleno en el caso y solicitó la opinión de Antonio Miguel Carmona, el expolítico del PSOE nombrado vicepresidente de Iberdrola España y con funciones de director de Relaciones Institucionales. Carmona abogó por el despido inmediato de Gil, al estimar que la incompatibilidad era insostenible. Así lo hizo saber a los directores de Recursos Humanos, Álvaro Murga y José Ángel Marra, así como a fuentes externas de la compañía.

Según fuentes oficiales de Iberdrola, los responsables de Cumplimiento de la eléctrica le remitieron una carta de advertencia el 4 de noviembre en la que le invitaron a dejar Iberdrola, de la que percibe más de 150.000 euros anuales, según fuentes internas, o renunciar al cargo en Repsol. Gil, que se cogió una baja por enfermedad, decidió el 5 de noviembre abandonar el consejo de Petronor para mantener su salario en la eléctrica. Según fuentes conocedoras del caso, esa función le reportaba unos 60.000 euros anuales al directivo. En Repsol desconocían hasta ayer la dimisión del cuñado de Patxi López, pese a que presuntamente había dejado sus funciones hacía dos semanas, según aseguran fuentes oficiales la compañía.

Ninguna de las dos compañías hizo oficial el desenlace de la situación. Consultadas la semana pasada por la resolución del expediente fuentes de Iberdrola, desde la eléctrica se transmitió que había sido despedido. Pero el propio Gil se encargó este miércoles de aclarar que, al contrario de lo que se había informado a El Confidencial, había optado por seguir en la eléctrica y dejar la petrolera. Iberdrola acordó no sancionarle pese a que su código interno subraya que los directivos tienen la obligación de comunicar de forma inmediata cualquier potencial conflicto de interés, sobre todo si este es "estructural y permanente entre el profesional, o una persona vinculada, y cualquiera de las sociedades del grupo".

Foto: Foto: Irene Gamella. Opinión

La relación entre Repsol e Iberdrola, así como de Galán e Imaz, se ha tensado en los últimos tiempos. La primera le quitó a la segunda a través de la filial en la que estaba Gil el alumbrado del Estadio de San Mamés, la catedral del Athletic de Bilbao, y de la sede del Obispado. Unos clientes que antes eran de la eléctrica, la cual respondió con la cancelación de los contratos de patrocinio con el club rojiblanco y el alquiler de los palcos de empresa.

La competencia entre Petronor e Iberdrola era tal que, mientras la primera se ha convertido en socio de preferencia del Gobierno de Iñigo Urkullu para el desarrollo del corredor vasco del hidrógeno, un proyecto con un plan de inversiones de 1.300 millones de euros, la segunda ha respondido al PNV llevándose a Guadalajara una planta de electrolizadores que iba a levantar en el País Vasco.

Ambas, que durante 10 años no advirtieron ningún problema en compartir al cuñado del exlendakari, aseguran cumplir a rajatabla las mejores prácticas de gobierno corporativo.

Cobrar de dos empresas, de Iberdrola y de Repsol, dos grandes del Ibex 35, durante más de una década le ha salido barato a Melchor Gil, cuñado de Patxi López, exlendakari del País Vasco. Ni la eléctrica ni la petrolera observaron ningún problema en que tuviera dos sueldos de dos compañías energéticas hasta que el pasado 25 de octubre El Confidencial publicó que el que fuera uno de los hombres fuertes del Partido Socialista de Euskadi (PSE) era un directivo relevante de la compañía liderada por Ignacio Sánchez Galán y, a la vez, consejero de una filial del grupo dirigido por Antonio Brufau y Josu Jon Imaz, expresidente del Partido Nacionalista Vasco (PNV).

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