Cereceda pide al sustituto de Värde en La Finca un cheque de 150 M para comprar oficinas

La venta de La Finca Global Assets, socimi dueña del famoso parque empresarial que le da nombre, atraviesa un momento crítico. El próximo 9 de enero se cumplirán los 10 meses que, según el mecanismo de salida pactado entre Värde y Susana García Cereceda, tiene el fondo para encontrar un comprador que adquiera su 37,78% del grupo de oficinas.

Una participación que ha recibido numerosas muestras de interés que, a la hora de convertirse en ofertas en firme, han ido quedándose por el camino debido a la existencia de dos grandes escollos que están dificultando el cierre de un acuerdo.

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El primero, ya conocido, es que se trata de una participación minoritaria y que Cereceda no tiene intención de ceder su posición (controla el 50% a través de Grupo La Finca, mientras que su hermana Yolanda tiene otro 10% del capital).

El segundo obstáculo, este sí novedoso, es que, además del pago a Värde por su participación, el comprador deberá comprometerse a respaldar el plan de inversiones de La Finca, que contempla un cheque de 150 millones de euros en los próximos cinco años.

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Varias fuentes consultadas por este medio han confirmado este requisito, que conferiría a La Finca capacidad para abordar compras de nuevos edificios de oficinas de primera calidad por entre 300 y 400 millones de euros, incluyendo deuda. No obstante, las mismas fuentes reconocen que, actualmente, hay al menos dos ofertas indicativas que siguen adelante con las negociaciones.

Värde tiene anotada en libros esta inversión en 79 millones, cifra un 30% inferior a los 115 millones estimados por el experto independiente al que el fondo encargó valorar su participación a cierre del pasado diciembre.

Värde tiene valorada en libros su participación en 79 M y aspira a vender por cerca del doble

Entonces, el mercado de oficinas estaba siendo seriamente sacudido por la pandemia, lo que presionaba a la baja las valoraciones y, de hecho, las fuentes consultadas aseguran que el importe que está pidiendo el fondo es muy superior y le permitirá casi doblar su valor en libros.

Como adelantó El Confidencial, si Värde consigue una oferta vinculante por, al menos, el 95% del valor real de mercado, y La Finca acepta al nuevo socio, se completará la operación. Pero los acuerdos entre socios permiten a Cereceda rechazar al candidato de Värde, quien, a cambio, podría obligarle a adquirir sus acciones al precio ofrecido y, si no puede, forzar la separación, repartiéndose los inmuebles.

Cereceda puede vetar al comprador de Värde, y este, forzar el reparto de los edificios de oficinas

Además del famoso parque empresarial que La Finca posee en la localidad de Pozuelo de Alarcón, junto a la urbanización de viviendas de lujo que ha hecho famoso el grupo de la familia Cereceda, la socimi también cuenta con diversos edificios de oficinas como Serrano 105 y 111, Almagro 14 y 16, Torre Suecia, Castelló 23, Pez 12 o los complejos empresariales Martínez Villergas 52 y Cardenal Marcelo Spínola.

También cabe la posibilidad de que se cumpla el plazo de 10 meses y Värde no haya encontrado comprador, lo que abriría un nuevo periodo de tres meses durante el cual La Finca podría intentar adquirir la posición del fondo para sí mismo o para un tercero de su confianza. Pero si transcurrido ese plazo tampoco se ejecuta operación alguna, se podrá continuar el proceso de su separación mediante el mecanismo de asignación de activos, que contará con otro plazo de tres meses.

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Según la última valoración oficial publicada por la socimi, correspondiente al cierre del ejercicio 2020, su cartera de oficinas alcanza los 759,4 millones de euros, cifra un 4% inferior a la arrojada un año antes y que incluye casi 400 millones de deuda. Una sencilla regla de tres permite estimar en torno a 135 millones el precio que habría que pagar a Värde por su 38% de capital.

Deloitte está asesorando al fondo en esta desinversión y JLL es la firma encargada de valorar los activos de la socimi.