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IAG se blinda ante el alza de los carburantes, pero no olvida la lección millonaria del covid
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IAG se blinda ante el alza de los carburantes, pero no olvida la lección millonaria del covid

La matriz de marcas como Iberia, Vueling o British Airways toma medidas ante la subida de costes. Una medida que, cuando estalló la pandemia, le supuso pérdidas de 1.756 M en el año 2020

Foto: Aviones de Iberia en el aeropuerto de Madrid-Barajas. (EFE/Emilio Naranjo)
Aviones de Iberia en el aeropuerto de Madrid-Barajas. (EFE/Emilio Naranjo)

Las aerolíneas no escapan del mordisco de la inflación. La gestión de la subida de precios se presenta complicada para uno de los sectores más expuestos a los vaivenes de los carburantes, ya que goza de poco margen para traspasar el auge de costes al consumidor. Tras el regreso del verano, son varios los grupos que han empezado a detallar sus coberturas contra el alza del petróleo, entre ellas la española IAG. No obstante, este es un juego delicado: las pérdidas multimillonarias por las coberturas fallidas de la pandemia todavía están frescas en el recuerdo de las compañías.

La matriz de marcas como Iberia, Vueling o British Airways detalló en las cuentas presentadas este viernes una cobertura del 70% de sus necesidades de carburante para el cuarto trimestre de 2021. Para el resto del año, las coberturas van decreciendo, en alrededor del 40% de las necesidades de combustible. Según explicó en la presentación de resultados el director financiero de la empresa, Steve Gunning, la compañía apenas está retomando de nuevo estas medidas de blindaje contra la presión de costes y se siente “cómoda” en esta situación.

Las coberturas contra el combustible otorgaron un golpe a IAG de 1.756 millones en 2020. Es decir, una cuarta parte de las pérdidas que anunció para el fatídico ejercicio. Fue una de las aerolíneas más afectadas por este error, debido a que antes de que el coronavirus hiciese desplomarse el precio del ‘oro negro’ a mínimos históricos, IAG tenía un 78% de las necesidades de combustible cubiertas para el primer trimestre de 2020.

Gunning reconoció este viernes el peligro de este tipo de medidas. “No queremos empezar a construir nuestras coberturas demasiado rápido a menos que la demanda (y la certeza de que vayamos a volar en esa capacidad) sea segura”, avisó ante los analistas. “Esa certeza ha empezado a aumentar en el último mes o dos, según las restricciones se han rebajado, pero no queríamos apresurarnos demasiado porque, como ha sido el caso con esta pandemia, puede haber muchos altibajos e imprevistos”.

Tras la dura lección de la pandemia, IAG tomó este 2021 medidas para mejorar su gestión de los precios de los carburantes, limitando los niveles dentro de plazos cerrados con prórrogas de hasta dos años, según detalló en las cuentas del segundo semestre.

Muchas de las aerolíneas europeas están tomando medidas similares a las de IAG. Por ejemplo, Lufthansa tiene cubierto un 24% de sus necesidades de carburante para el cuarto trimestre, y hasta un 70% para el primer trimestre de 2022 (el 59% de media para el año). Ryanair también se está preparando, con un 80% del carburante previsto para el año fiscal bajo coberturas. Otro tanto para Air France-KLM, que cuenta con un 68% del consumo del cuarto trimestre cubierto, mientras que para el primer trimestre de 2022 se ha blindado hasta un 61%. Todas estas aerolíneas perdieron millones de euros por las coberturas puestas antes del coronavirus, cuando las empresas tuvieron que hacer frente al vencimiento de los contratos pese a que las flotas se habían quedado en tierra y los precios del combustible estaban por los suelos.

Foto: Aviones de Iberia en el aeropuerto de Madrid-Barajas. (EFE)

Pero ahora la inflación aprieta. Los precios del petróleo y de las materias primas, junto con el coste energético y el impacto de las tasas de transporte, están afectando la economía de forma transversal; desde el sector de la alimentación hasta el de las telecomunicaciones. Muchos sectores han estado trasladando esta subida de costes a los consumidores, pero, tal como avisaba el presidente de la Asociación de Líneas Aéreas (ALA), Javier Gándara, hace unas semanas en una presentación de las perspectivas del sector, “el precio de los billetes de avión es demasiado sensible a las fluctuaciones de la oferta y la demanda, por lo que no siempre está en el poder de las aerolíneas traspasar esos costes”.

Las ganas de viajar se han reactivado con fuerza tras el levantamiento de muchas de las restricciones este verano, como ya están demostrando las cuentas de resultados del sector, y la perspectiva es que la tendencia siga en los próximos meses. Eso sí, aunque está creciendo, la demanda sigue por debajo de los niveles prepandemia y el coronavirus sigue forzando a las aerolíneas a mantener la guardia ante la posible llegada de nuevas medidas de contención. Por otro lado, con todo, el precio del carburante aéreo se ha prácticamente doblado en el último año, según los datos de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA).

¿Cómo se cubren las aerolíneas ante la subida de los precios del carburante? Habitualmente, compran combustible a un precio menor en el mercado de futuros, a través de derivados de contratos que pueden durar desde varios meses hasta dos años. Así, las compañías amortiguan la fluctuación de los precios reales del que es uno de sus principales costes. Con todo, cuando se da un entorno de bajadas decididas como el que se desencadenó en 2020, la jugada amenaza con estallarles en la cara.

Las aerolíneas no escapan del mordisco de la inflación. La gestión de la subida de precios se presenta complicada para uno de los sectores más expuestos a los vaivenes de los carburantes, ya que goza de poco margen para traspasar el auge de costes al consumidor. Tras el regreso del verano, son varios los grupos que han empezado a detallar sus coberturas contra el alza del petróleo, entre ellas la española IAG. No obstante, este es un juego delicado: las pérdidas multimillonarias por las coberturas fallidas de la pandemia todavía están frescas en el recuerdo de las compañías.

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