BBVA limpia su balance con la venta de una cartera de pymes catalanas y valencianas

BBVA vuelve a poner el foco en la limpieza de balance. Tras casi dos años sin ningún tipo de actividad en el mercado de carteras de activos tóxicos, la entidad vasca ha decidido poner a la venta un paquete de créditos impagados por valor de casi 500 millones de euros. Se trata del Proyecto Minolta, en el que tiene de asesor a Alantra, según fuentes financieras consultadas por este medio. Ni BBVA ni el banco de inversión español hicieron comentarios.

Al igual que ha hecho recientemente Santander, el banco presidido por Carlos Torres ha decidido poner en marcha esta operación para reducir su exposición a pymes con mal perfil crediticio. En el caso de BBVA, los créditos escogidos para la cartera están situados principalmente en Cataluña y la Comunidad Valenciana, donde la entidad heredó la exposición de Catalunya Banc y Unnim.

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J. Zuloaga

Casi todos los créditos incorporados al Proyecto Minolta tienen colateral inmobiliario, por lo que su precio será sensiblemente superior al de otras carteras denominadas 'unsecured' (sin garantía). BBVA podría obtener entre 100 y 150 millones por la cartera, según valoraciones medias del mercado. Entre las garantías de estos créditos hay locales, solares y pisos aportados por las pymes que han impagado al banco vasco.

La operación de BBVA es mucho menor de lo que esperaba el mercado. Las fuentes consultadas señalan que la entidad financiera comenzó a trabajar con Alantra un perímetro mucho mayor, de entre 1.000 y 2.000 millones de euros. Sin embargo, ha decidido filtrar y dejar créditos más provisionados y con menos relación comercial.

El foco en los ICO

El hecho de que los grandes bancos españoles estén acelerando la venta de este tipo de activos no es casual. Tanto el Banco de España como el Banco Central Europeo (BCE) llevan un año avisando de la oleada de morosos que se van a encontrar las entidades en 2022, cuando pymes y autónomos tengan que pagar por primera vez el principal de los 120.000 millones en préstamos con aval del ICO (Instituto de Crédito Oficial) que recibieron en 2020.

Así lo advierte el regulador español en su último informe de estabilidad financiera: "El volumen de las operaciones ICO vinculadas a clientes con algún préstamo problemático [sobre el total de financiación de que dispone, no solo las operaciones ICO] ha aumentado significativamente para sociedades no financieras. La elevada presencia de señales de deterioro crediticio en los clientes con aval ICO sugiere que el riesgo de las operaciones podría materializarse en mayor medida una vez el periodo de carencia expire".

BBVA tiene su negocio en España en la media sectorial de morosidad. Las últimas cifras reflejan créditos dudosos por valor de 8.000 millones y una tasa de impagos del 4,1%. Junto a ello, la entidad tiene en el país préstamos en vigilancia especial valorados en 19.350 millones. Su ratio de morosidad está por debajo de la de Santander España, pero por encima de la de CaixaBank, Unicaja, Bankinter y Abanca, entre otras entidades.

Uno de los motivos puede ser que BBVA ha sido de los pocos grupos que han estado al margen del mercado de la venta de carteras en los últimos dos años, desde que estalló la pandemia del covid. Aun así, todo apunta a que la estrategia de desprenderse de activos no estratégicos es más clara ahora, ya que la entidad ha cerrado recientemente la venta de su 20% en Divarian a Cerberus por 500 millones, como adelantó este medio.