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Biosca (everis): "Muchas tecnologías que se están desarrollando morirán en el camino"
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ENTREVISTA AL CEO DE EVERIS-NTT DATA ESPAÑA

Biosca (everis): "Muchas tecnologías que se están desarrollando morirán en el camino"

Hablamos con Sergi Biosca, CEO de everis-NTT DATA España, para conocer los objetivos de la compañía, el punto de digitalización de las empresas, el impulso que supondrán los fondos europeos y el futuro que nos espera

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La tecnología sigue extendiéndose por los rincones de cada organización. La pandemia ha supuesto un golpe de realidad para muchas empresas que no han tardado en darse cuenta de que quedarse rezagadas en el camino no es una opción si quieren sobrevivir en este nuevo escenario: comercio digital, datos, automatización, teletrabajo... El 'Índice de la economía y la sociedad digital' (DESI) 2020, con datos previos a la pandemia, ya situaba España en el puesto número 11 en lo que respecta a la integración de las tecnologías digitales. Ahora, han pisado el acelerador: según el informe 'CEP Outlook 2020: covid-19', el 80% de los consejeros delegados de todo el mundo afirma que la transformación de su modelo operativo se ha acelerado.

El Gobierno también está dando pasos para transformar España en un país digital: destinará 12.360 millones de euros a investigación, desarrollo, innovación y digitalización en los Presupuestos Generales del Estado de 2022, 876 millones más que en 2021 por la inyección de los fondos europeos, que supondrán el 43% del total. Para conocer el punto de digitalización de las empresas, los cambios que han experimentado, el impulso que supondrán los fondos europeos y el futuro que nos espera en lo que respecta a las nuevas tecnologías, desde El Confidencial hemos hablado con Sergi Biosca, CEO de everis-NTT DATA España, que además nos cuenta cómo ha atravesado la compañía esta etapa, así como los cambios y objetivos que tiene para los próximos años.

PREGUNTA. La pandemia ha hecho que muchas empresas tengan que replantearse su modelo, pivoten sobre su negocio o se planteen una nueva estrategia. Por su experiencia, ¿qué ha cambiado? ¿Qué sectores están acometiendo más cambios en el último año?

RESPUESTA. Cuando preguntas por sectores en concreto, no me atrevería a señalar uno más que otro. Todos se han visto en la necesidad de aplicar la tecnología para ser sostenibles y viables. Esto ha sido una prueba que ha medido el grado de madurez de digitalización de cada empresa, y en muchos casos se ha puesto de manifiesto la vulnerabilidad del negocio. Cuando pensamos en lo que ha cambiado, creo que hay dos ejes: en primer lugar, ha cambiado la relación con los clientes, por lo tanto hay que replantear los espacios físicos y los canales digitales. El otro eje está en el otro lado de la cadena, porque para dar respuesta a este nuevo comercio las plataformas logísticas y de distribución también se han visto retadas. En conclusión, hay que repensar el modelo de negocio, ver qué papel juegas tú dentro de eso. Ahí está la supervivencia, más allá de un buen producto o de ideas innovadoras.

P. ¿Pueden ayudar los fondos europeos a las grandes empresas que han sufrido durante la pandemia? ¿De qué manera?

R. Los fondos son una oportunidad excelente. Gran parte irá para el sector privado y las competencias digitales. Podrán aprovecharlo pequeñas y grandes compañías, que pueden ser tractores de proyectos, en agroalimentario, turismo, transportes, etc. Pero uno de los retos importantes para la Administración es operativizar ágilmente esos fondos, porque es mucho dinero. Por ejemplo, en digitalización se van a canalizar unos 50.000 millones, mientras que, para que nos hagamos una idea, en el mercado de servicios profesionales de tecnología hoy en día en España se mueven entre 13.000 y 15.000 millones de euros al año, los fondos cambiarán el paradigma. Otro de los retos es el talento. No hay gente preparada para dar respuesta a tal nivel. La clave es asumir que hay que desarrollar nuevos perfiles, y ahí las compañías tenemos un rol fundamental.

P. La pandemia también ha provocado cierres de negocios, teletrabajo, videoconferencias y, en definitiva, una forma de trabajar mucho más conectada. ¿Ha hecho eso que las empresas aceleren su digitalización? ¿Y la Administración pública?

R. Antes del covid-19, se hablaba mucho más de lo que realmente se hacía. Muchas cosas se quedaban en pruebas de concepto, ideas innovadoras, pero no se adoptaban a gran escala. Yo lo vi claro en octubre del año pasado, aprecié un cambio en los clientes. Empezaron a pensar en el futuro y a definir nuevas estrategias de negocio incorporando la digitalización. Pero hay que diferenciar, hay cosas como el 'cloud' o la seguridad que ya estaban ahí y se han acelerado, otras sin embargo han derivado de la pandemia, como la digitalización del puesto de trabajo.

P. ¿Y si lo miramos por sectores? ¿Cuáles están más aventajados y a cuáles les queda todavía más camino por recorrer?

R. Creo que, más que sectores, hay clientes, compañías... Generalizar no es correcto. Hay empresas que ya habían apostado por ser más digitales. Las compañías valientes son las que hacen cambios cuando les van bien las cosas.

"Tenemos que aceptar que hay tecnologías en desarrollo con futuro y otras que morirán, es el proceso natural de la innovación"

P. En el último año, ¿qué soluciones se están demandando más? ¿'Cloud', ciberseguridad, 'data analytics', inteligencia artificial...?

R. Hace unos meses, en una sesión con analistas de mercado, situaban cinco tecnologías como las más demandadas a corto plazo en el mercado. En primer lugar, todo lo que tiene que ver con seguridad y ciberseguridad. La ciberdelincuencia ha aumentado de forma dramática en los últimos años y es algo que preocupa. En segundo lugar, la nube: su adopción permite ser más ágil y escalable, lanzar más rápido productos al mercado, cambiar de estrategia más rápidamente. Después, la inteligencia artificial y todo lo que tiene que ver con automatización de procesos, y por último la digitalización del puesto de trabajo. Los clientes están poniendo esto en el centro de sus estrategias. Esto va a ser nuestro día a día en los próximos años.

P. Hay tecnologías (robótica, Blockchain, IoT…) que parecen casi más destinadas a proyectos ultrainnovadores que al día a día real de una empresa. ¿Cabe la posibilidad de que estemos desarrollando tecnologías que, a la hora de la verdad, no tengan aplicaciones sencillas y/o baratas?

R. Yo asumiría ese proceso como natural. La tecnología es innovación, y en la innovación a veces aparecen soluciones que parece que van a transformar el mundo y una parte de ellas queda en el camino. Por poner un ejemplo: hace tres años, parecía que todo se iba a hacer con Blockchain y ahora tenemos claro para qué casos conviene, y no va a estar en todo, va a tener unos grados de aplicación. Creo que las tecnologías combinadas tienen solución para casos de uso reales y son el presente más que el futuro.

Por ejemplo, una tecnología de la que se habla mucho y que nuestros clientes están adoptando son los sensores: tenemos sensorizada toda nuestra oficina de Madrid, 3.200 puestos de trabajo monitorizados. Lo hicimos antes de la pandemia por un tema de eficiencia, y ahora nos está aportando trazabilidad y control de la situación sanitaria. Un día de este mes, a través de ellos supimos que fue el que más personas acudieron a la oficina desde que comenzó la pandemia. Tenemos que aceptar que a veces hay cosas que saldrán y otras que van a morir. Ese es el proceso natural de la innovación.

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P. De las que hemos descrito anteriormente, ¿cuál cree que tiene más futuro?

R. Hay muchas tecnologías que a veces avanzan en paralelo y que maduran, aunque algunas se queden en el camino. Hay una en concreto en fase de poder despegar y que será un habilitador. El 5G puede permitir el despliegue de muchas redes privadas y en general puede poner en marcha muchas tecnologías. Yo tengo la expectativa de que el 5G acelere el proceso de digitalización. Creo que el IoT y la sensorización, con las redes 5G, pueden tener una aceleración clara. Pero en esto no se pueden hacer planes a largo plazo. Hay que seguir una política de prueba, caso y escalado cuando toque.

P. Estas transformaciones requieren grandes inversiones, ¿corren el riesgo las pymes de no poder acometerlas por falta de recursos?

R. Nuestros clientes suelen ser compañías grandes o de tamaño medio/grande. Yo creo que las pymes son conscientes de la problemática, pero aún no saben cómo afrontarla. Acceder al talento es complejo, es un talento escaso y la pequeña empresa puede verse en el riesgo de sentirse fuera. Ese es un trabajo importante que también debe ser parte del aprovechamiento adecuado de estos fondos: digitalización segura para todo el tejido empresarial, no solo para el que puede permitírselo.

P. ¿Cómo está España en comparación con el resto de países europeos? ¿Nos queda mucho por hacer para alcanzar a los líderes digitales europeos como Finlandia o Dinamarca?

R. Si miramos los 'rankings', España está en la media de los países comparables, pero con singularidades, vemos que destacamos mucho en infraestructuras digitales, ha habido mucha inversión, eso ha sido bueno para afrontar la pandemia. Pero por otro lado estamos bajos en competencias digitales. Creo que el Gobierno está focalizando esa parte a la vez que la digitalización de las pymes. España es un país con un tejido empresarial muy basado en pymes. En parte, el proceso tiene que ver con eso: con modernizar, digitalizar y hacer escalar ese tejido empresarial. ¿Lo estamos haciendo bien? Hay mucho trabajo por hacer, pero tampoco estamos en la lista de rezagados.

P. Cuando hablamos de la transformación de las empresas, siempre hablamos de transformación digital. ¿Hay alguna otra transformación que deban acometer que vaya más allá de lo digital? Por ejemplo, empresas que importan desde países que están bajando la actividad, empresas en cuyos procesos de fabricación hay componentes que empiezan a escasear...

R. Como he dicho antes, la relación con el cliente y todo lo que tiene que ver con la cadena de suministro y distribución es fundamental. También deben tenerse en cuenta la eficiencia y la seguridad de contingencia. Si todo lo tengo concentrado con un único suministrador y falla, no tengo nada. Es interesante ver cómo se van a localizar o deslocalizar ciertos procesos en el futuro. Hace años, la tendencia fue la deslocalización y producir en ciertos países. Creo que ahora, con el incremento de costes energéticos, de transporte, con la situación que se ha dado con la pandemia, hay que estar atentos y ver cómo evoluciona.

P. ¿Qué papel juega la sostenibilidad en este tipo de transformaciones? Son muchas las empresas que se han fijado como objetivo alcanzar las cero emisiones netas en 2050. ¿Lo conseguirán?

R. La sostenibilidad es una prioridad hoy dentro de las estrategias de las compañías. En general, percibo una interiorización de este tema en los clientes. Se habla de ello y el hecho de que esté en los fondos probablemente ayuda a que se siga hablando. Avanzará, a qué ritmo no lo sé, pero claramente está en la agenda, sin ninguna duda. Pero si queremos ser realmente sostenibles, hay dos condicionantes que tenemos que tener en cuenta: la responsabilidad social y el uso responsable de la tecnología.

"España está en la media de los países europeos, destacamos en infraestructuras digitales, pero tenemos un nivel bajo en competencias digitales"

P. Por su experiencia, ¿qué tal están apostando las empresas españolas por la sostenibilidad?

R. Yo creo que hay una conciencia sincera y se están dando pasos. A partir de ahí, es verdad que hay ciertos ámbitos industriales que son muy complejos para afrontar decididamente la palanca verde y de transición; hay inversiones realizadas que requieren su amortización, y en los negocios la cuenta de resultados tiene que aguantar esta transición. Creo que aquí los fondos pueden ayudar. Las empresas deben aprovechar este ciclo que se va a dar en los próximos 3-6 años para poder dotar nuevas inversiones y dar un salto cualitativo, porque es difícil combinar todas las inversiones, la necesidad de resultados a corto plazo y a la vez la conciencia en temas como este. Pero el paso importante, que es la concienciación, claramente sí está.

P. Hemos estado hablando de la transformación digital en las empresas, y en everis-NTT DATA, ¿qué cambios ha apreciado desde que llegó a su cargo en abril de 2018? ¿Con qué objetivos aterrizó, cuáles se han cumplido y cuáles están por cumplir?

R. Cuando llegué a este cargo, ya veníamos de una época en la que habíamos tenido un crecimiento sostenido de alrededor del 20%, cuando el mercado de la tecnología, en un país como el nuestro, solía crecer a ritmos del 4%. Básicamente, me planteé tres objetivos: talento joven, competitividad y exportación. Respecto al primero, quise incrementar la vinculación y reducir la rotación, porque la vinculación de los jóvenes con las organizaciones es muy corta, y conseguimos reducir la rotación en cuatro puntos en un año. En relación al segundo reto, el mercado de la tecnología tiene una educación complicada, falta gente, crece la demanda y se exigen unos precios cada vez más ajustados. Así que, para conseguir ser competitivos, estamos integrando servicios y enfocándonos en la automatización. Ya hemos logrado que el 2% del trabajo esté automatizado en España, aunque el recorrido todavía es largo. Exportar más desde España fue el tercero de los retos.

P. ¿Y qué falta por hacer?

R. Ahora, en esta nueva etapa, quiero fomentar mucho la diversidad. Tenemos un programa interno dedicado específicamente a mujeres en el ámbito de la tecnología y me haría ilusión que de aquí a unos años hubiera un 'ranking' que dijera que everis-NTT DATA es la compañía más atractiva para trabajar para todas las ingenieras, directivas y mujeres en España. Este sería el reto en la parte del talento. En la parte competitiva, vamos a seguir trabajando e invirtiendo, y en la parte de exportación habrá que ver cómo lo combinamos con la presión propia del mercado español, pues con la digitalización nuestros clientes españoles demandan mucho más y son mi prioridad.

P. ¿Ha notado everis los efectos de la pandemia? ¿De qué manera? ¿Ha tenido que hacer ERTE?

R. Los primeros meses fueron complicados, aunque hay sectores que han sufrido más que nosotros en ese periodo. Tomamos la decisión de proteger el empleo y el talento, por tanto, no consideramos ningún ERTE. Para conseguirlo, acortamos la retribución variable del equipo directivo a la espera de ver qué pasaba con el mercado. Pensamos qué hacer con el excedente de gente que teníamos en la compañía y decidimos canalizarlo a la contribución social en distintos ámbitos como sanidad o educación.

También quisimos seguir haciendo lo que habíamos hecho hasta el momento: en julio, a pesar de la situación, llevamos a cabo como cada año un proceso de promoción salarial, e incorporamos 700 becarios.

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P. Han seguido contratando personal durante la pandemia: en el segundo semestre del año fiscal (cierre el 31 de marzo), se incorporaron en España 1.300 personas en plantilla, y la previsión es contratar otras 3.000. ¿A qué atribuye estos resultados?

R. Nuestro foco está en el talento, y queremos seguir incorporándolo. De esta manera, estamos creciendo. En nuestra compañía tiene cabida todo tipo de talento, también el talento sénior y con experiencia. La realidad es que incorporamos todo el que podemos. Ahora, en 2021, nos hemos diversificado mucho más. Hemos abierto contratación estructural en sitios como Granada, Almería, Málaga, Castellón, Asturias. Y en esos sitios estamos atrayendo gente con experiencia. En España, mi expectativa es que haya 3.000 personas más trabajando en la compañía este año.

P. Consiguieron un volumen de facturación de 1.454 millones de euros en 2020. ¿Cuál es la previsión de ingresos para 2021 y sus planes de crecimiento a medio y largo plazo?

R. Nuestro año fiscal cierra en marzo. En marzo de 2021, que fue cuando cerramos el año pandémico, conseguimos crecer a nivel global alrededor de un 4%. Este año, como el mercado de la tecnología está en explosión, nuestras expectativas son de un claro crecimiento. Vamos a cerrar el año con un crecimiento de alrededor del 15%. De cara al futuro, las expectativas más recientes que han fijado los analistas para los próximos cinco años en este mercado son de un crecimiento al doble del nivel actual, que es del 4%.

P. NTT DATA, propietario en España de everis, anunció recientemente la creación de NTT DATA Emeal (Europa, Oriente Medio, África y América Latina), una nueva compañía que comenzó a funcionar a partir del pasado 15 de septiembre. ¿Qué ha supuesto esto para everis?

R. Nosotros pasamos a ser parte del grupo NTT DATA hace ocho años.Es la sexta compañía de tecnología en el mundo, factura más de 22.000 millones al año. Compartimos con este grupo aspectos muy importantes de cultura y valores, de foco en el talento, el trabajo en equipo. A partir de ahí, nos ha dado capacidad financiera para invertir y nos ha posibilitado acceder a activos y soluciones innovadoras. La aspiración es estar en el 'top 5' a corto plazo y la puesta en marcha de la región Emeal refuerza la importancia de la región para el grupo a nivel global.

La tecnología sigue extendiéndose por los rincones de cada organización. La pandemia ha supuesto un golpe de realidad para muchas empresas que no han tardado en darse cuenta de que quedarse rezagadas en el camino no es una opción si quieren sobrevivir en este nuevo escenario: comercio digital, datos, automatización, teletrabajo... El 'Índice de la economía y la sociedad digital' (DESI) 2020, con datos previos a la pandemia, ya situaba España en el puesto número 11 en lo que respecta a la integración de las tecnologías digitales. Ahora, han pisado el acelerador: según el informe 'CEP Outlook 2020: covid-19', el 80% de los consejeros delegados de todo el mundo afirma que la transformación de su modelo operativo se ha acelerado.

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