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Guarda tu FIFA 22, podría ser el último: EA planea cambiarle el nombre... y cae en bolsa
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Guarda tu FIFA 22, podría ser el último: EA planea cambiarle el nombre... y cae en bolsa

Electronic Arts puede acabar con el FIFA tal y como lo conocemos. La desarrolladora del título planea cambiarle el nombre y acabar así con una tradición legendaria de casi tres décadas

Foto: Foto: Fifa 22.
Foto: Fifa 22.

Corre por ahí un dicho, que tiene mucho de cierto, que reza aquello de "si no está roto, no lo arregles". Esas siete palabras, por muy populares que puedan parecer en todo el mundo, no han llegado hasta la soleada localidad californiana de Redwood City, donde tiene su sede la todopoderosa empresa de videojuegos Electronic Arts. En su cuartel general, ni cortos ni perezosos, están pensando que es el momento de cambiarle el nombre a la gallina de los huevos de oro. Por eso, el FIFA pronto podría dejar de llamarse FIFA.

La popular saga de videojuegos, que llegó al mercado en el año 1993, es un filón de ingresos para la firma. Cada año se venden miles de copias y los ingresos que se acumulan por ello son lo de menos: ahora lo importante es la cantidad de dinero que se gastan los jugadores para mejorar sus equipos en el popular modo Ultimate Team. El negocio es redondo, ya que cuanto más pagas mejor equipo tienes.

Foto: (Foto: FIFA19)

Entonces, ¿por qué iba a tomar Electronic Arts la decisión de acabar con el nombre FIFA para sus juegos? Por las mismas razones por las que toman sus decisiones todas las empresas del mundo: dinero e imagen.

La compañía estadounidense tiene más de 300 acuerdos de cesión de derechos, lo que permite que los que compran el título puedan tener a Vinicius Jr o Mbappé en su equipo. Que aparezcan sus nombres, así como los del Real Madrid, el Manchester City o el PSG vale dinero, y mucho. En total, Electronic Arts tiene en cartera los derechos de 17.000 jugadores, 700 equipos, 100 estadios y 30 ligas de todo el mundo.

Además de todo eso que, claro, cuesta millones, Electronic Arts le paga decenas de millones a FIFA para poder usar únicamente su nombre. El gigante que domina el fútbol mundial solo posee los derechos del Mundial de fútbol, competición que se celebra cada cuatro años. Así, si el estudio de videojuegos decidiera quitar la palabra FIFA de las carátulas el juego sería... exactamente igual. La pregunta, claro, es por qué seguir pagando.

Sumemos a eso la crisis de imagen que supone unir tu nombre al de una organización en entredicho. La adjudicación a Rusia y Qatar de los mundiales 2018 y 2022 es, como mínimo, sospechosa. Las protestas por la celebración de la competición en el emirato, donde no se respetan los derechos humanos, se han multiplicado y selecciones como Noruega ya portaron camisetas en contra de dicho país durante la ventana de amistosos del pasado marzo. Además, la detención de Joseph Blatter, pese a que ha pasado más de un lustro, sigue muy fresca.

placeholder Jugadores de Noruega, con una camiseta que reza 'Derechos humanos, dentro y fuera del campo'.
Jugadores de Noruega, con una camiseta que reza 'Derechos humanos, dentro y fuera del campo'.

"Un gran y brillante futuro"

Este cambio de nomenclatura para el FIFA no es ningún rumor del mercado, ni una filtración interesada. Ha sido la propia compañía, a través de un comunicado firmado por el general manager del grupo, Cam Weber, el que ha puesto sobre aviso a toda la comunidad.

"Mientras miramos hacia delante, estamos explorando la idea de cambiar el nombre de nuestros juegos de fútbol. Esto significaría que revisaríamos nuestro acuerdo de licencia con FIFA, que está separado del resto de nuestros acuerdos de patrocinios y licencias en todo el mundo. El fútbol tiene un gran y brillante futuro", dice la nota publicada en la propia página web de la compañía.

Un negocio redondo para EA

Vamos ahora a los números, al frío dato. Ahí el éxito de la marca FIFA es incuestionable. Según explica 'The Athletic', Electronics Arts ingresó en el año 2020 algo más de 2.000 millones de dólares, unos 1.730 millones de euros, gracias a este videojuego. Es algo más de un 30% de la facturación total de la compañía en dicho ejercicio.

Foto: Imagen: EC.
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Para la FIFA también es un acuerdo provechoso. La rectora del fútbol vive de organizar cada cuatro años el Mundial y es en esas citas en particular cuando aprovecha para llenar unas arcas que el resto de ejercicios están algo menos transitadas. Así, en 2020 su balance refleja que a su cuartel general en Zurich llegaron 267 millones de dólares, de los que 159 millones procedían de la venta de derechos. Como es normal, toda esa cuantía no procede únicamente de su acuerdo con Electronic Arts, pero si es una de las operaciones más lucrativas.

Lo más lógico es que FIFA haga todo lo posible por evitar ese cambio de nombre. Es imposible que la organización pueda poner en el mercado un videojuego similar para competir con el título de Electronic Arts y no tiene mucho sentido que no pongan todo de su parte para mantener todos los millones posibles en su zurrón.

Un cambio que no quiere el mercado

Los mercados financieros, siempre tan tradicionales y reacios a cambios radicales, no se han tomado muy bien el anuncio de que EA está pensándose hacer estas modificaciones. Los títulos de la compañía en Wall Street caían este miércoles un 6,95% rompiendo una racha de ocho sesiones consecutivas en positivo. Es cierto que el jueves corrigió un 2,6%, pero el batacazo es innegable.

De esta manera las acciones de Electronic Arts se cambian por casi 137,6 dólares, dejando su capitalización poco por encima de los 39.100 millones de dólares, casi 34.000 millones de euros.

Está por ver si los cambios se materializan finalmente, pero está claro que la compañía ha lanzado un órdago. El FIFA 22 está en el mercado desde hace poco más de dos semanas, por lo que las copias podrían valer un buen dinero en el futuro si le cambian el nombre. Guarda tu FIFA 22, porque podría ser el último.

Corre por ahí un dicho, que tiene mucho de cierto, que reza aquello de "si no está roto, no lo arregles". Esas siete palabras, por muy populares que puedan parecer en todo el mundo, no han llegado hasta la soleada localidad californiana de Redwood City, donde tiene su sede la todopoderosa empresa de videojuegos Electronic Arts. En su cuartel general, ni cortos ni perezosos, están pensando que es el momento de cambiarle el nombre a la gallina de los huevos de oro. Por eso, el FIFA pronto podría dejar de llamarse FIFA.

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