Los supervisores europeos piden a Bruselas que no afloje la regulación financiera

Las autoridades de supervisión europeas piden firmeza a Bruselas con la regulación financiera. El Banco de España y otros 24 bancos centrales han remitido este martes una carta a la Comisión Europea (CE) en la que solicitan que la aplicación de la norma Basilea III sea "plena, consistente y en plazo".

Los supervisores europeos se posicionan de este modo de forma inequívoca ante el debate que hay en Bruselas sobre el final de la implantación de Basilea III. La duda actual es si adoptar nuevas normas que endurezcan los requisitos de capital y calidad de activos a las entidades financieras, o levantar algo el pie del acelerador ante las quejas de las entidades y la crisis provocada por el covid-19.

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Jorge Zuloaga

Para el Banco de España y el resto de bancos centrales la decisión es clara: "Diluir el marco no encajaría en los intereses de Europa. La pandemia muestra que los bancos más sólidos están en mejores condiciones de respaldar la economía real, incluso en tiempos de crisis. Por lo tanto, garantizar la resistencia de los bancos es bueno para el crecimiento económico, algo que Europa claramente necesita. La adhesión al marco de Basilea también facilitaría el seguimiento del mercado, ya que simplifica las comparaciones de diferentes bancos. Esto, a su vez, ayudaría a la muy necesaria reestructuración de la industria bancaria europea".

Este debate llega en el momento en el que muchas de las normas financieras están en 'stand by' ante el covid-19. El Banco Central Europeo (BCE) y otros supervisores decidieron aflojar las tuercas a las entidades para que pudieran seguir poniendo créditos a disposición de las familias y las empresas. Pasado lo peor de la pandemia, la duda está en si hay que volver a la normalidad o hay que dar más tiempo a las entidades.

Medidas

Entre las medidas que se están discutiendo de Basilea III están el tratamiento de todos los activos ponderados por riesgo (APR), el denominador de las ratios de capital de los bancos. Los supervisores quieren que se homologuen entre distintos países, generalmente a la baja, lo que impactará en la solvencia de las entidades.

Con ello, añade la carta, "se construye confianza en las estructuras de capital de los bancos" y "mejora la igualdad de condiciones entre los bancos utilizando modelos internos y estandarizados".

Junto a ello, los supervisores quieren que el seguimiento del riesgo de crédito sea más "sensible" y que disminuyan "las desviaciones" regulatorias entre distintos países.