Air Europa perderá cerca de 300 millones, el doble de lo previsto, y se aboca a otro rescate

A punto de cumplirse el primer año del mayor rescate concedido hasta la fecha por el Gobierno para compensar el impacto del covid-19 en las empresas, los números indican que las previsiones que se hicieron para inyectar 475 millones de euros en Air Europa fueron muy optimistas. Según fuentes del sector, la aerolínea aún propiedad de la familia Hidalgo prevé cerrar 2021 con unas pérdidas entre 250 y 300 millones de euros, prácticamente el doble de lo que se había estimado cuando la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) le firmó la ayuda pública.

El motivo de este incremento de los números rojos son las sucesivas olas del covid-19, que se han traducido en restricciones a la hora de volar. Principalmente a los países latinoamericanos y a Estados Unidos, precisamente los dos mercados donde Air Europa gana dinero. La suspensión de la mayoría de los vuelos de lo que se conoce como largo radio ha penalizado a la aerolínea, ya que en estas rutas es donde en realidad gana dinero. La mejoría en los vuelos de corto y medio radio no han equilibrado ni de lejos el agujero provocado por los chárter que habitualmente operaba a República Dominicana y México, entre otros destinos.

La realidad es que Air Europa apenas opera el 47% de la flota, muy por debajo de lo previsto en el plan de ayuda de la SEPI, que en noviembre del pasado año acordó extenderle un crédito de 235 millones y otro participativo de 240 millones. Cuando se firmó este rescate, cuando la segunda ola del covid-19 daba sus últimos coletazos, los asesores del ente público y los de la aerolínea estimaron que en 2021 se perderían entre 140 y 170 millones. En 2020, la empresa registró unos números rojos de 425 millones, lo que la llevó a tener un patrimonio negativo.

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La aerolínea ya ha usado esos 475 millones que fue recibiendo por tramos hasta la pasada primavera, por lo que con el 'cash' generado por la actividad ordinaria tendría para aguantar un par de meses más en el escenario más optimista. Pero el aumento de las pérdidas la obligará a un nuevo rescate si la Comisión Europa no aprueba la venta a Iberia el próximo mes de noviembre. Fuentes próximas al proceso admiten la gran incertidumbre respecto a la decisión final de Bruselas, que cada vez ha ido exigiendo más documentación. Otras admiten que las posiciones están muy alejadas por el número de rutas que la Comisión exige ceder al nuevo grupo.

IAG, la matriz hispano-británica de Iberia, está al tanto de la evolución de Air Europa, cuyos números finales afectarán al pacto firmado a principios de enero con los Hidalgo. La dueña de British Airways acordó pagar 500 millones de euros por la aerolínea española, importe que abonaría a los seis años, la mitad respecto a los 1.000 millones que convinieron en noviembre de 2019, cuando firmaron la primera venta.

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Pero fuentes próximas a la operación resaltan que, si Air Europa registra pérdidas de 300 millones y necesita antes de final de año otra inyección de capital público, el importe a pagar sufrirá otro ajuste. La estimación es que la aerolínea de los Hidalgo requeriría ayudas adicionales de al menos 150 millones si la fusión con Iberia se demora al primer trimestre de 2022 y de 300 millones si finalmente no se firma la venta a IAG. El problema adicional es que, para que ese dinero llegue antes de acabar el año, Air Europa debería solicitar ya el segundo rescate, puesto que debería ser aprobado asimismo por la Comisión Europa. Y, como agregan fuentes cercanas a las conversaciones, Bruselas se tomará su tiempo para bendecir una nueva inyección de capital o liquidez por parte del Gobierno.

Nuevo plan estratégico

Mientras tanto, Valentín Lago, el consejero delegado impuesto por la SEPI tras la primera aportación pública, ha creado un grupo de trabajo interno para elaborar una hoja de ruta que permita a Air Europa sobrevivir tras incumplirse los presupuestos básicos que se acordaron con el Gobierno. Se trata de un nuevo plan estratégico 2022-2026 que incluye un desembolso adicional del Estado de entre 100 y 150 millones. La SEPI tendría que inyectar capital en forma de fondos propios como dinero en efectivo para afrontar las numerosas deudas comerciales que Air Europa va acumulando, tanto con clientes como proveedores. Especialmente los 'lesores' o las empresas propietarias de los aviones que ceden a la aerolínea en concepto de alquiler.

Pero las propuestas de Lago se han topado con la plantilla, sobre todo los pilotos, que han rechazado su plan de ajuste, como con los Hidalgo, que no disimulan en las reuniones del consejo de administración la desconfianza con el ejecutivo nombrado por la SEPI.