La inestabilidad política hunde la percepción exterior de España como destino inversor verde
Inversores y analistas expertos en el sector de energías renovables y 'utilities' degradan su visión sobre España y lo sitúan como el peor país de su entorno para invertir
España pierde crédito entre inversores internacionales. Una reciente encuesta de Exane BNP Paribas, que aglutina la opinión de inversores foráneos y analistas expertos en renovables y 'utilities', refleja cómo la percepción del país ha caído al peor lugar de entre los Estados de su entorno. La razón del hundimiento es clara: "La incertidumbre política", destaca dicho informe como único motivo, en un momento clave dada la necesidad de capital en el sector.
En el análisis entre riesgo y rentabilidad recopilado por BNP Paribas, a cuyo contenido ha tenido acceso El Confidencial, España ha obtenido la peor nota en el tercer trimestre de 2021 de entre los países de su entorno, tras retroceder su calificación un 30% con respecto a la misma evaluación del segundo trimestre del año. Francia, Alemania, Italia, Reino Unido, Finlandia, Suecia e incluso Portugal son considerados por los inversores internacionales destinos más propicios para invertir que España.
La situación se ha degradado ostensiblemente de un trimestre a otro. En el segundo trimestre del año, España gozaba de mejor calificación de la que ahora tienen Portugal, Italia, Reino Unido, Finlandia o Suecia. Con los últimos resultados, Francia dobla en nota a España y la calificación de Alemania es un 90% superior. España se encuentra lejos siquiera del aprobado (2,77 de 7), pese a ser uno de los países con mejor recurso solar, lo que le da una ventaja competitiva respecto a otras latitudes en fotovoltaica, la tecnología renovable que más crece.
En relación con lo anterior, el informe de Exane BNP Paribas, número uno en análisis de renta variable en Europa, reduce con fuerza el atractivo de Endesa, Iberdrola y EDP del segundo trimestre al tercero, mientras que mejora a otros comparables extranjeros como Engie, EDF o RWE. Las dos mayores 'utilities' españolas pasan de ocupar la cuarta y quinta posición en atractivo a verse superadas por otras 11 compañías europeas en el tercer trimestre.
El golpe para el Ejecutivo se produce en el momento en que el presidente Pedro Sánchez, con su gira por EEUU, y la vicepresidenta primera, Nadia Calviño, con su intervención tras el Consejo de Ministros de este martes, tratan de vender los brotes verdes de la economía nacional. Este mismo miércoles, la ministra para la Transición Ecológica y vicepresidenta tercera, Teresa Ribera, y la propia Calviño presentan el marco de bonos verdes, donde la inversión internacional es clave. También este miércoles Naturgy plantea su nuevo plan estratégico en plena opa de la australiana IFM por el 22,69% de la cotizada.
Este retroceso en la percepción exterior se da en plena batería de cambios regulatorios sobre el sector. Los expertos y analistas están penalizando la intervención que supone el anteproyecto de ley por el que se aminora la retribución del CO₂ de fuentes no emisoras (hidráulica, eólica anterior a 2005 y nuclear). De hecho, en las recomendaciones al mismo, la CNMC ya atisba problemas de encaje jurídico y ha pedido retirar el hachazo a la eólica para evitar precisamente desincentivar la inversión en esta tecnología.
Un analista experto en la regulación energética señala que, "aunque la medida pueda ser más o menos acertada, el contexto en el que se da, de movimiento político ante la fuerte subida del precio de la luz, vuelve a reflejar una mala imagen como país". En este sentido, otra fuente del sector asegura que las eléctricas temen los precios de la luz tan altos precisamente porque motivan movimientos regulatorios en caliente por el desgaste que provoca el alza de la electricidad sobre el Ejecutivo. Y añaden que más allá del efecto directo sobre las empresas afectadas, el daño reputacional juega en contra de toda la economía.
Francia, Alemania, Italia, UK, Finlandia, Suecia o Portugal son considerados por los inversores destinos más propicios para invertir que España
En el ministerio, analizan con lupa posibles mejoras a este mecanismo que pretende rebajar el precio de la luz. Fuentes conocedoras de la reforma aseguran que se rebajará el golpe en parte para que no se pueda cuestionar que España pueda estar lastrando la inversión en renovables. Mientras tanto, Unidas Podemos no se muestra conforme con esta medida y pide la creación de una eléctrica pública para competir con el resto de empresas.
El recorte a las eléctricas, por otro lado, tiene que pasar por las Cortes, por lo que su aprobación, al igual que sucede con otras reformas en el ámbito energético, no está garantizada, lo que aviva la incertidumbre entre inversores. Esta no es la primera vez que grandes multinacionales alertan a sus inversores de la inestabilidad política en España, donde no hay mayorías de gobierno claras.
La cuestión no es baladí. España se ha comprometido a unos ambiciosos objetivos de descarbonización y prevé una inversión de más de 200.000 millones de euros en la próxima década para este fin, donde las renovables ocupan un papel central. No en vano, el Gobierno y Bruselas han puesto la lucha contra el cambio climático como el principal objetivo para la concesión de los fondos europeos de reconstrucción Next Generation EU.
Dardo contra una reputación maltrecha
El varapalo de los inversores a España se produce sobre un país cuya reputación inversora en renovables está por los suelos. España acumula más de 50 arbitrajes internacionales por el recorte a las energías limpias instaladas en la década pasada, con reclamaciones por más de 10.000 millones de euros. Una herencia pesada que ha puesto España como uno de los Estados más demandados en instancias supranacionales, a la par de países como Venezuela, Argentina o Perú.
Dichos arbitrajes se plantearon al amparo del Tratado de la Carta de la Energía, un acuerdo internacional que ahora Unidas Podemos, socio del Ejecutivo, está poniendo en cuestión. Este mismo martes, el presidente de la Comisión de Cambio Climático en el Congreso, Juantxo López Uralde, pidió que España abandone el Tratado de la Carta de la Energía para evitar demandas por la aplicación de la nueva Ley de Cambio Climático.
España pierde crédito entre inversores internacionales. Una reciente encuesta de Exane BNP Paribas, que aglutina la opinión de inversores foráneos y analistas expertos en renovables y 'utilities', refleja cómo la percepción del país ha caído al peor lugar de entre los Estados de su entorno. La razón del hundimiento es clara: "La incertidumbre política", destaca dicho informe como único motivo, en un momento clave dada la necesidad de capital en el sector.
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